El futuro de Darvin Ham en Los Angeles Lakers estaba escrito tras la eliminación del equipo en la Primera Ronda de Playoffs contra Denver Nuggets.
Con un balance de 90-74 en la Fase Regular como entrenador de los Lakers, estaba claro que había que hacer un cambio.
Pocos días después de quedar eliminados de la lucha por el campeonato, la propietaria de los Lakers, Jeanie Buss, y el director general, Rob Pelinka, cortaron los lazos con el entrenador jefe del equipo. Ante la falta de rumbo de Los Angeles y el pésimo balance de Ham en la postemporada (9-12), la histórica franquicia tenía que cambiar las cosas.
Tras la marcha de Ham, los Lakers se lanzaron a la caza de uno de los mejores entrenadores del baloncesto universitario, Dan Hurley. LA pensaba que el entrenador de UConn podría devolver a su equipo a la competición.
Sin embargo, después de que Hurley decidiera quedarse en su actual situación al frente del programa de los Huskies, Los Angeles se fijó en una de las mentes más brillantes del baloncesto, JJ Redick.
Tras el final de la postemporada, Redick y los Lakers acordaron un contrato de cuatro años que convirtió al entrenador debutante de 40 años en el 29º coach de la historia de los Lakers.
Redick entra en una situación en la que las superestrellas LeBron James y Anthony Davis son las piedras angulares del equipo. Con una mezcla de jóvenes talentos y un elenco de apoyo más que capaz, los Lakers aparentemente sólo necesitaban un entrenador en jefe para ponerse en la dirección correcta.
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Escuchando el podcast de Redick "Mind the Game" con su ahora jugador estrella LeBron James, no será una sorpresa si los dos consiguen poner a los Lakers en posición de dar un golpe de efecto.
Al tener en cuenta que todo lo que Ham tiene que mostrar de su paso por Los Ángeles es un título del In-Season Tournament, el listón no está demasiado alto para que Redick tenga éxito. Especialmente sí puede ayudar a levantar otro cartel de campeón, pero esta vez por el trofeo Larry O'Brien de los Playoffs.
