No había margen para el error. Denver Nuggets solo podía sumar una victoria o quedaría eliminado y con ello, su temporada llegaría a su fin. Con 3-1 en la eliminatoria, Utah Jazz había sido capaz de esgrimir un ritmo y una intensidad inalcanzable para sus rivales que, pese a haber vencido en el primer partido, las diferencias entre los dos conjuntos se habían demostrado muy grandes.
No así Jamal Murray, que en los cuatro encuentros anteriores se había mantenido como la única esperanza y el principal faro de los hombres de Mike Malone. Inspirado como nunca, el canadiense había dejado atrás momentos donde la irregularidad había marcado su día a día para abrazar una efectividad insólita en toda su carrera.
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El Juego 5, así pues, se presentaba como el escenario perfecto para otra gran demostración individual de Murray, que sirviese para algo más que para rellenar casillas en la estadística y cuyo impacto en el resultado fuese real. No obstante, su arranque en el choque fue de todo menos sorprendente, al menos desde un punto de vista positivo, pues el canadiense comenzó con un 1 de 3 en tiros de campo y 3 puntos, provenientes de un triple.
Los focos, lógicamente, fueron a parar a Nikola Jokic, que mantuvo a los Nuggets en el duelo con 21 tantos en el primer asalto. Y así siguió hasta llegar al descanso, con el serbio cargando una vez más con el equipo a las espaldas, sin la mejor versión de Murray y con Utah tomando una ventaja de 9 puntos que ponía en peligro la supervivencia de los de Malone.
Hacía falta un punto más, dar un paso adelante.
“Jamal abraza el momento. No le tiene miedo. Algunas personas huyen de esos momentos. Él los busca”, dijo Mike Malone sobre el partido de su pupilo. "Esa actitud, esa arrogancia es contagiosa para todos nuestros jugadores".
"De las jugadas más bonitas de toda la temporada"
— NBA Spain (@NBAspain) August 26, 2020
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Y es que el base de los Denver Nuggets salió del vestuario tras la reanudación obcecado en conseguir tumbar al Jazz, haciendo lo que fuera necesario para ello, para evitar la derrota y la consiguiente eliminación. En adelante, Murray anotaría 14 de sus siguientes 18 tiros de campo, incluyendo 3 de 4 en triples y con tan solo 2 tiros libres. Un total de 33 puntos en la segunda mitad que hicieron un acumulado de 42 tantos y sirvieron para llevar a los de Malone a la victoria que forzará un sexto partido vital. A esto sumaría un cómputo final de 8 rebotes y 8 asistencias.
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Su excepcional acierto se incrementó todavía más en el clutch, donde el base no erró un solo lanzamiento, ya que en los 3 últimos minutos anotó 7 puntos (3-3 en TC) y repartió 1 asistencia sin perder un solo balón. Algo que se ha convertido en una constante en la eliminatoria frente a Utah Jazz, ya que según StatMuse y NBA Stats, el jugador de los Nuggets ha acumulado un total de 34 puntos y 6 asistencias en los cierres de partido con unos porcentajes del 72,2% en tiros de campo y un 87,5% en triples sin cometer una sola pérdida.
"El joven está creciendo y se está convirtiendo en una superestrella en el escenario más grande", dijo su entrenador. "Tenemos esa voluntad de ganar", añadió Murray. "Es interno. Solo quiero ganar. Cuando juego más duro, todos juegan más duro".
Esos 33 puntos en la segunda mitad que supusieron la victoria por 117-107 frente al Jazz igualaron la segunda anotación más alta de los Playoffs en ese tramo desde que hay registro según StatHead, uniéndose así a Stephen Curry (vs. Rockets en 2019), Russell Westbrook (vs. Jazz en 2018), Anthony Davis (vs. Blazers en 2018), James Harden (vs. Warriors en 2015), Dirk Nowitzki (vs. Suns en 2006) y Allen Iverson (vs. Bucks en 2001). Estos guarismos solo quedan por detrás de los 35 tantos que Steve Nash consiguió en el 4º partido ante los Dallas Mavericks en 2005.
"Creo que esa energía nos ganó el partido", dijo Jokic. "Y Jamal", bromeó el serbio
Los Nuggets ahora tienen en su mano forzar un séptimo partido y evitar la eliminación por 4-2 que intentará Utah Jazz. Ningún equipo en la historia de los Playoffs ha remontado un 3-1 en contra en la Primera Ronda y el último conjunto en lograrlo fueron los Cleveland Cavaliers en su camino al anillo de 2016 frente a Golden State Warriors.
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