El plazo de la votación para los premios individuales de la temporada 2019-2020 de la NBA ya ha cerrado. No se tomarán en cuenta las actuaciones de los seeding games en Orlando, para ser justos con todos, y por lo tanto los especialistas de los medios deben ceñirse a lo visto hasta marzo para elegir su MVP, su rookie del año, su mejor defensor, mejor sexto hombre, jugador de mayor progreso y quintetos ideales. Recién durante el transcurso de los Playoffs, que comenzarán a mediados de agosto, iremos conociendo a los ganadores.
Todo lo que rodea a los premios siempre es interesante, buen generador de debates y algo así como un pequeño resumen para la posteridad de lo que ocurrió en una temporada en concreto. Y esta vez además hay una posibilidad grande de que suceda algo realmente raro: que un jugador se lleve dos de esos premios a la vez. Giannis Antetokounmpo, el referente de unos Milwaukee Bucks que pretenden ser históricos, va por su propio hito en una 2019-2020 sensacional: el griego es firme candidato a las condecoraciones de Jugador Más Valioso (MVP) y Mejor Defensor (DPOY).
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Con el premio de MVP creado en la 1955-1956 y el de DPOY recién en 1982-1983, hasta ahora apenas dos jugadores consiguieron llevarse los dos al mismo tiempo. Eso si, dos leyendas top, como para demostrar bien el valor que tiene lograr esto: Michael Jordan en 1988 y Hakeem Olajuwon en 1994. A ese club de campeones se puede sumar Giannis al mismo tiempo que el griego va en búsqueda de su primer anillo de la NBA.
Las carreras para ambos premios parecen bastante abiertas: por el MVP todo indica que competirá con LeBron James, de año sensacional en Los Angeles Lakers, con todo el peso medíatico que siempre rodea a King James, mientras que por el DPOY sus contendientes más serios parecen ser el ganador de las últimas dos ediciones, Rudy Gobert, y otra estrella de los Lakers como Anthony Davis. Aún así, lo cierto es que el griego presenta argumentos más que sólidos desde el inicio de la temporada.
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Emblema de un Milwaukee que se ha visto casi invencible con él en cancha (récord de 48-9 cuando jugó Giannis, con 22 de las victorias siendo al menos por 15 puntos de diferencia), el equipo se explica por y a partir de Antetokounmpo. Su dominio total jugando a campo abierto (líder de la NBA en ese rubro, con 8,3 tantos por partido según Stats.NBA) permite que Milwaukee machaque a los rivales con la defensa y el contragolpe, yendo al ritmo de juego más alto de la liga (105 posesiones por partido). Su producción es impresionante si tenemos en cuenta que promedia menos de 31 minutos por partido: 29,6 puntos, 13,7 rebotes, 5,8 asistencias, un robo y un tapón de media, con 54,7% de acierto en tiros de campo, 30,6% en triples y 63,3% en tiros libres.
Comparado en números elevados por 100 posesiones con su principal contrincante al MVP, LeBron, Giannis sale airoso: 43,8 puntos, 20,3 rebotes, 8,5 asistencias, 1,5 robos y 1,5 tapones, contra 35,1 puntos, 14,5 rebotes, 10,7 asistencias, 1,7 robos y 0,7 tapones del nacido en Akron.
Más estadísticas avanzadas contribuyen a su causa, tanto de MVP como de DPOY. Giannis es por lejos el jugador con mejor rating defensivo de la temporada (96,5, seguido por su compañero Wesley Matthews con 97,8). Entre nombres de fuera de los Bucks recién encontramos a Marc Gasol con 100,2, Alex Caruso con 100,3 o Joel Embiid con 101,4. LeBron tiene 103, Anthony Davis 105,6 y Gobert 106,8. En ataque el 112,6 del griego no queda tan lejos del 113,3 de James. Además, Giannis se ubica segundo en Win Shares con 10,4 (atrás de un James Harden que juega seis minutos más por partido) y está al tope en Win Shares defensivos, con 4,8, reinando sobre las 4,1 de Davis y las 4 de Gobert.
Puede que desde los números puros Antetokounmpo quede algo atrasado respecto a jugadores de presencia más interior como Davis o Gobert. El de Lakers pone un tapón en el 6,2% de las posesiones rivales y el de Utah en 4,8% de ellas, mientras que el griego solamente en 2,9%. Pero el impacto del europeo va más allá de concretar un tapón. Es una molestia para cualquier jugador que busque puntos fáciles ante Milwaukee.
De los jugadores que defendieron al menos 50 intentos cerca del aro en la 2019-2020, es el único que dejó a sus oponentes por debajo del 44% de efectividad: 41,9%. Para Gobert ese número es de 48% y para Davis de 50%. Si, Rudy tiene que trabajar más sólo y con mucho mayor carga en los Jazz, pero los 203 tiros que defendió Giannis no son tan lejanos en cuanto a muestra a los 290 de AD.
Cuál político en campaña, Giannis ya hizo todo lo posible para convencer a los votantes. Ahora solo le queda esperar por los resultados mientras focaliza su cabeza en algo aún más importante: llevar el trofeo Larry O'Brien a Wisconsin.
MJ, el pionero
Su Majestad tenía que ser el primero en lograrlo. Un jugador que suele ser aclamado como el mejor de la historia más que nada por sus proezas ofensivas, pero que durante casi toda su carrera también supo ser un defensor excelente, algo que se decanta por su capacidad atlética, su inteligencia y su mentalidad ganadora. No regalaba nada. Y en la temporada 1987-1988, con 24 años y ganas de dejar un sello en la liga, Jordan se llevó todo. Su primer MVP, su único DPOY y hasta el MVP del All-Star Game y el trofeo del concurso de volcadas. El nacimiento de una súperestrella, que ya había asomado en los Playoffs de 1986 y 1987 ante Boston Celtics.
Jordan promedió 35 puntos, 5,9 asistencias, 5,5 rebotes, 3,2 robos y 1,6 tapones en 40,4 minutos por encuentro, con un 53,5% de acierto en tiros de campo. Era amo y señor de unos Bulls en los que lanzaba más de 24 tiros por partido y que iban a su ritmo: rating ofensivo de 123 y rating defensivo de 101,5 con Jordan en cancha.
Las estadísticas avanzadas dan un poco más de contexto de aquel año de Jordan: robó el balón en un 3,9% de las posesiones de los rivales, algo solo superado por John Stockton (4%) en esa campaña. Con 259 robos fue el líder de la NBA y sus 131 tapones lo dejaron en el puesto 14 de la liga, siendo el único guardia del top 20. En rating defensivo quedó sexto, apenas superado por cinco jugadores interiores (Hakeem Olajuwon, Mark Eaton, Karl Malone, Roy Tarpley y Patrick Ewing). Su Chicago jugaba a un ritmo lento (95,3, el más lento de la liga), pero que el rating defensivo del equipo haya sido de 105,5 mientras que con MJ era de 101,5, siendo que Jordan jugaba casi el partido entero, dice bastante.
En ambas votaciones de aquella temporada Jordan dominó. Recibió 37 votos de 80 posibles para el premio de mejor defensor, mientras que ningún adversario llegó a la decena. Mark Eaton, el líder en tapones de esa campaña, fue el más cercano con nueve. En tanto para el MVP sumó 665 puntos, por encima de los 527 de Larry Bird y los 508 de Magic Johnson, dos talentos increíbles en ofensiva pero que en defensa no eran de elite.
Hakeem y su 1994 de ensueño
Michael Jordan abandonó la NBA luego de consumar su primer tricampeonato en 1993. Larry Bird y Magic Johnson ya estaban retirados y de golpe todo se había abierto para que haya un nuevo campeón en la liga. Una guerra sin cuartel por el trono post MJ, aunque el 23 de los Bulls volvería un tiempo después. Y el que aprovechó mejor que nadie esa ventana que se abrió a mediados de los noventa fue Hakeem Olajuwon. Campeón y MVP de las Finales en 1994 y 1995, el primero de esos años fue su ideal: además de dominar los Playoffs fue el rey de la fase regular, quedándose con el MVP y el premio al mejor defensor.
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Lo del nigeriano ese año fue impresionante. En ningún rubro individual tocó la cima estadística de su carrera, pero si lo hizo en lo más importante: llevó a Houston a ganar 58 partidos, pasando el 70% de victorias por única vez en su paso de más de 15 años por la franquicia texana. A los 31 años, Olajuwon promedió 27,3 puntos, 11,9 rebotes, 3,6 asistencias, 1,9 robos y 3,7 tapones en 41 minutos por juego, dominando en una NBA en la que cada partido era una batalla en la zona pintada pero en la que Hakeem hacía diferencia con todo su repertorio de recursos técnicos. Fue top 5 de la liga en puntos (tercero), rebotes (cuarto) y tapones (segundo) y también puso su nombre entre los mejores en varias estadísticas avanzadas.
De la votación de MVP de aquella temporada, Hakeem se llevó 66 votos de los 101 para el primer lugar, un 65%, ante competencia como David Robinson (máximo anotador de aquella campaña, con 29,8 puntos) y un Scottie Pippen que mantuvo competitivo a los Bulls sin Jordan y obtuvo siete votos. Para el de mejor defensor, en tanto, el de Houston repitió su corona de la 1992-1993 aunque con un margen realmente cerrado: 23 votos contra 22 de Robinson, 19 de Mutombo, 11 de Pippen, 9 de Payton y 8 de Rodman, además de un par más con tres, dos y un voto.
Otros que estuvieron cerca
Si Giannis llega a quedarse al borde de lograr este hito no sería su primera vez. Ya el año pasado, en su primera conquista del MVP, el griego también finalizó segundo en la votación del mejor jugador defensivo: Rudy Gobert se impuso llevándose 65 votos de primer lugar, mientras que Antetokounmpo acumuló 26. Los Bucks ya habían sido la mejor defensa de la liga, pero en general se valoró más el gran impacto de Gobert en un Utah que tuvo el segundo mejor rating defensivo de la NBA.
Giannis lógicamente no fue el primero en estar cerca de hacerse con los dos premios individuales al mismo tiempo. En varios casos hubo jugadores que obtuvieron más de un voto de primer lugar para ambas distinciones en la misma temporada. Hay unos seis casos que realmente recibieron muchos votos y sus chances fueron altas, quedando cortas simplemente por el criterio de los votantes.
Antes de su maravillosa temporada 1993-1994, Hakeem Olajuwon se acercó en la 1992-1993: el pivote de Houston fue elegido como mejor jugador defensivo con 73 votos y obtuvo 22 en la carrera al MVP, en la que fue vencido por Charles Barkley, que había terminado primero con Phoenix Suns. Olajuwon finalizó segundo con los Rockets firmando una temporada de 25,6 puntos, 12,2 rebotes, 5,1 asistencias, 1,6 robos y un tapon por partido.
Cuando parecía que la zona pintada de la NBA era el reino de Hakeem y empezaba a asomar un chico llamado Shaquille O'Neal, David Robinson tuvo una campaña bestial en la 1994-1995. Tras ser el máximo anotador de la liga en 1994, el Almirante fue el MVP en 1995, con 27,6 puntos, 10,8 rebotes, 2,9 asistencias, 1,7 robos y 3,2 tapones por encuentro. Sus Spurs tuvieron el mejor récord de la liga (62-20) y estuvieron en el top 5 en rating ofensivo y defensivo, pero a Robinson se le escapó el DPOY: sus 12 votos fueron menos que los 45 de Dikembe Mutombo.
También en años consecutivos se acercaron Alonzo Mourning en 1999 y Shaquille O'Neal en el 2000. Primero el entonces pivote de Miami Heat, mejor defensor de la NBA en aquella campaña del lockout y segundo en la votación del MVP, derrotado por 44-37 por Karl Malone. El de Utah había promediado 23,8 puntos, 9,4 rebotes, y 4,1 asistencias por juego mientras que Mourning le había dado 20,1 puntos, 11 rebotes, 1,6 asistencias, 0,7 robos y 3,9 tapones al mejor equipo del Este. Mourning volvió a ser escogido como mejor defensor en el 2000, imponiéndose por 62-21 sobre un Shaquille O'Neal que estuvo a un voto de ser MVP unánime en esa campaña jugando en unos Lakers de 67-15 y con la mejor defensa de la liga.
La temporada 2007-2008 de Kevin Garnett y la 2012-2013 de LeBron James también fueron espectaculares. Los dos pudieron coronarla con un título, siendo fundamentales tanto para el ataque como para la defensa de dos grandes equipos. Pero a su anillo no lo pudieron tener entre un MVP de fase regular y un DPOY. En el caso de KG, fue escogido como el mejor defensor obteniendo 90 votos de 124, siendo el comandante de la mejor defensa de la liga. Pero el MVP fue para un pletórico Kobe Bryant, mientras que Garnett quedó en 15 votos. LeBron en tanto vivió su mejor campaña en Miami en la 2012-2013: 26,8 puntos, 8 rebotes, 7,3 asistencias, 1,7 robos y 0,9 tapones por partido. Le faltó solamente un voto para ser MVP unánime y un par más para ser escogido el mejor defensor: ese premio fue para Marc Gasol con 30 votos de primer lugar, mientras que LBJ tuvo 18.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.