Milwaukee Bucks no comenzó el curso del mismo modo que terminó la Fase Regular, siendo el mejor equipo de la NBA, pero progresivamente va encontrando su camino hacia su posición natural. En la noche del lunes, los hombres de Mike Budenholzer sumaron su segunda victoria seguida ante unos competitivos Detroit Pistons, que lucharon hasta el último instante pero encallaron en la orilla, perdiendo por 125-115. Una velada en la que los de Wisconsin tuvieron que emplearse a fondo y no fue un triunfo sencillo, pese a lo que pueda indicar en apariencia el resultado.
MÁS | La noche NBA: Malcolm Brogdon se vistió de héroe en el partido de la jornada
Fue preciso que Giannis Antetokounmpo sacase su mejor versión para doblegar a unos Pistons a los que las victorias se les están atragantando aunque el juego y el rendimiento sea positivo. El griego dominó la pintura e hizo valer su condición de MVP para conducir a Milwaukee a una victoria clave en sus aspiraciones, pues les permite escalar posiciones en la tabla así como dejar atrás el balance negativo con el que arrancaron.
El griego fue autor de 43 puntos en una serie de lanzamiento superlativa, anotando 17 de sus 24 intentos, es decir, un 70,8% de ellos, añadiendo 9 rebotes, 4 asistencias y 1 tapón. Precisamente esa tapa sirvió para evitar que los Pistons pudiesen colocarse a 6 tantos de distancia con menos de 2 minutos por disputarse, y fue secundado por un palmeo clave de Giannis. A partir de ese tapón, los Bucks encadenaron un parcial de 7-2 para cerrar el partido definitivamente, solo roto por un triple de Doumbouya en los últimos instantes del duelo.
"El tiro bloqueado y el lanzamiento fue grande", dijo Budenholzer. "No quieres que el rival se ponga a seis o cinco. Necesitamos ser un poco mejores para terminar ese último cuarto. La forma en que empezamos el cuarto no creo que fuese como queríamos jugar".
Una noche en la que Antetokounmpo fue el rey y señor de la pintura, anotando ahí 28 de sus 43 puntos finales, incluyendo acciones de un valor enorme como la siguiente:
Con este triunfo los Bucks consiguieron la que es su octava victoria consecutiva ante los Detroit Pistons, los cuales no los vencen desde el 28 de febrero de 2018, y han perdido 10 de sus últimos 11 enfrentamientos ante los de Wisconsin.
"Definitivamente no fue fácil, puede parecer fácil, pero no lo es", dijo Antetokounmpo sobre su trabajo bajo los aros y en ataque. "En realidad, a medida que avanzaba el partido, ponían más defensores en medio, pero no me sorprendió".
Un Giannis que al contrario de lo que es habitual no pudo conectar mucho con sus compañeros como generador por la férrea defensa de los Pistons, que evitaron a toda costa que pudiese pasar la bola, cerrando las líneas y recuperando bien tras las ayudas. Eso hizo que el griego se centrase en anotar y percutir la pintura, algo no muy habitual en él.
"Al igual que en los partidos anteriores, vieron nuestro juego, nos exploraron y al comienzo del encuentro, estaban listos para jugar con nosotros. Saben que he estado encontrando a mis compañeros de equipo a través de muchos triples, encontrando a los tiradores. Así que, al llegar a este, probablemente fue como 'no dejes que nos rompa con el pase'. Por eso había mucho espacio".
Así se explica que los Bucks superasen a sus rivales por 62 a 42 en puntos en la pintura, incluyendo un 40 a 14 en la primera mitad. Números altos comparados con el 14 de 34 en triples que Milwaukee sumó.
"Tengo que seguir encontrando a mis compañeros de equipo y, con suerte, mientras lo hago, los equipos se van a preocupar por eso, lo que me dará la oportunidad de jugar uno contra uno, tener un poco más de espacio, llegar a mis lugares y hacer la jugada correcta", finalizó Giannis sobre su actuación.
Progresivamente el equipo de Wisconsin está haciendo funcionar su sistema y encajando las nuevas piezas como Jrue Holiday, autor de 15 puntos y 7 asistencias, o Bobby Portis con 10 tantos.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
