Los Milwaukee Bucks vuelven al Fiserv Forum para el Juego 3 de las Finales con un 0-2 que los ha dejado sin margen de error. Sabemos que ningún equipo en la historia de los Playoffs NBA ha conseguido remontar un 0-3 y aunque hay una primera vez para todo, caer por tercera vez consecutiva significaría poco menos que concederle el título a los Phoenix Suns.
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Para poder evitar ese pozo sin salida, Milwaukee sabe que necesita cambiar el ritmo de juego visto hasta ahora en la serie, dictado por Phoenix y específicamente por Chris Paul. En los casi 100 minutos que llevamos de Finales, se ha jugado siempre a lo que querían los Suns. En defensa, controlando a los escuderos de Giannis y en ataque, con posesiones prolijas y metódicas, sin sumar pérdidas que alimenten los puntos fáciles de los Bucks.
De hecho, los de Monty Williams registran apenas un 9,8% de pérdidas por posesión. Una marca sensacional, que hubiera sido la mejor de toda la Fase Regular por un campo de diferencia. Los Bucks también están siendo cuidadosos con el balón, en un ritmo apenas inferior al de Phoenix. Pero mientras los Suns no tienen problemas en tener que jugar ofensivas de media-cancha, Milwaukee necesita de esas pérdidas del rival para poder dañar en transición.
La buena noticia para los de Budenholzer es que si hay un cambio notorio en la producción del equipo de visitante a local, ese se trata de su rendimiento en contragolpe. En los 11 partidos que han disputado como visitantes en estos Playoffs, Milwaukee anota 10,8 puntos en transición por partido. Una marca que los ubica 7° entre los 16 conjuntos de postemporada. Sin embargo, de local se vuelven un vendaval para sus rivales: suben su anotación a 18,1 puntos en ataques rápidos, cifra que los deja en el primer lugar de la tabla.
En las Finales, la batalla de los puntos en contragolpe viene estando disputada. Los Bucks dominaron ese aspecto claramente en el segundo partido (+10), pero habían perdido el duelo en el primero de los encuentros (-3), frente a unos Suns que están lejos de ser un equipo peligroso en esa área. Como marcamos, Milwaukee anota en promedio 18,1 puntos de contragolpe en el Fiserv Forum, contra solo 11,1 de media para Phoenix como visitante. El dueño de casa deberá hacer sentir esa brecha considerable en los próximos partidos. Lo necesita como el agua.
Y de nuevo, para ello será fundamental que hagan sentir más incómodo a los Suns en ataque y tomen mayores riesgos que puedan generar esos balones recuperados. Con un atleta como Giannis a su disposición, hay una realidad: si aparecen los robos, aparecerán los puntos rápidos.
Jrue Holiday es uno de los jugadores locales que puede ayudar y mucho en ese sentido. El base lideró al equipo con 1,6 recuperos por partido en la Fase Regular, pero como en ataque, también se espera que de algo más en defensa en estas Finales (cero robos en el Juego 1, dos en el Juego 2), al menos a la hora de generar esos errores en el rival tan necesarios para los Bucks.
¿Un problema? Los siguientes tres mejores ladrones de Milwaukee en términos de porcentaje por tiempo en cancha, hoy están afuera o prácticamente afuera de la rotación: Donte DiVincenzo terminó detrás de Holiday y está ausente por lesión. Thanasis Antetokounmpo finalizó tercero en la Fase Regular pero rara vez ve minutos en los Playoffs, mientras que Bobby Portis acabó cuarto, pero viene de tener apenas 4:39 minutos en cancha en el Juego 2. ¿Los tres peores del equipo en porcentaje de robo? Brook Lopez, Jeff Teague y PJ Tucker, quienes totalizaron 75 minutos combinados en ese Juego 2.
Pueden mejorar, pero de acuerdo al personal que pone en cancha, no es casualidad que Milwaukee esté teniendo problemas para generar esos recuperos.
Los Bucks no tienen margen de error. Y si la serie continúa con un trámite similar al de los primeros dos partidos, Phoenix seguramente continuará consiguiendo victorias. Para Milwaukee es hora de tomar mayores riesgos defensivos y tratar de sacar de su zona de confort a los manejadores de los Suns. Algo que obviamente es mucho más sencillo de decir que de lograr, frente a un equipo reconocido por su mínimo nivel de fallos.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.