Lo que para otros equipos puede ser una señal de preocupación, las derrotas en los primeros partidos de sus series de Playoffs ya no alarman a los Milwaukee Bucks. Y es que los de Mike Budenholzer se han acostumbrado a que su rendimiento en esos primeros encuentros no sea el óptimo, al punto que han empezado con un 0-1 en sus últimas tres llaves: Brooklyn en las Semis del Este, Atlanta en la definición de la Conferencia y este martes ante los Phoenix Suns en el Juego 1 de las Finales.
Pero la tendencia no se detiene ahí: de las ocho últimas series jugadas por los Bucks en Playoffs, en seis comenzaron con una derrota. ¿Las únicas victorias en ese tramo? El sufrido 109-107 ante Miami en la 1° Ronda de este año, en suplementario y con game-winner de Khris Middleton, como así también el 108-100 ante los Raptors en las Finales del Este del 2019. El desenlace de ambos cruces no pudo ser más dispar: hace unas semanas barrieron al Heat por 4-0, pero en aquel 2019 perdieron ante Toronto por 4-2, cayendo en cuatro encuentros de manera consecutiva.
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Lo interesante para Milwaukee es que ya saben lo que es revertir ese 0-1 con frecuencia. Todo empezó en las Semis del Este del 2019 ante Boston: caída por 112-90 como locales, para luego darle un giro de 180 grados a la serie e imponerse con un claro 4-1. En la 1° Ronda del 2020 pasó algo similar: perdieron el primero ante Orlando por 122-110, pero luego ganaron los siguientes cuatro partidos, todos por una diferencia de 14 o más puntos.
Luego de esa victoria ante Orlando aparece una excepción en las Semis del Este 2020: su 1-4 ante el Heat. Allí empezaron perdiendo por 115-104 y no lograron revertir el cruce, ganando su único partido recién en el Juego 4 para evitar la barrida.
En estos Playoffs volvieron las remontadas. Lo vimos ante Brooklyn, donde no solo levantaron un 0-1, sino que además se recuperaron tras perder los primeros dos encuentros, para terminar quedándose con esa llave por 4-3. Mientras que en la serie siguiente, ante los Hawks, perdieron el primero por 116-113 y luego se impusieron por 4-2.
En estos cinco partidos mencionados en los que empezaron cediendo el Juego 1, la reacción para el segundo choque fue principalmente defensiva, aunque también mejoran en ataque. Analizando esos marcadores, nos encontramos con que los Bucks le permitieron 10 puntos menos a sus rivales en estos segundos partidos tras derrota, mientras que su producción ofensiva sube 7 tantos. Solo como un juego, podríamos decir que de acuerdo a esos promedios, los Bucks estarían destinados a ganar el Juego 2 de las Finales por 112-108, luego de caer por 118-105 en el primero.
Claro que los Suns tendrán mucho para decir al respecto. Primero porque a diferencia de la mayoría de estas series que analizamos, en este caso los Bucks están jugando como visitantes. Y segundo, por la calidad misma de Phoenix, un equipo que ha encontrado una química sensacional durante la temporada y que no parece estar listo para sacar el pie del acelerador en esta recta final.
Un detalle: eso de remontar una derrota en el primer partido no le es ajeno a los campeones recientes. En el 2020, los Lakers perdieron el Juego 1 de sus primeras dos series de Playoffs (Portland y Houston), para luego ganar ambas por 4-1. Lo mismo ocurrió en el 2019 con los Raptors, quienes sumaron caídas iniciales en sus cruces ante Orlando (4-1) y Milwaukee (4-2). Los grandes equipos no entran en pánico por una derrota y hacen los ajustes necesarios para contrarrestar esos tropiezos.
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¿Se sumará Milwaukee a esa lista?, ¿habrá reacción de los Bucks como tantas otras veces antes? Lo empezaremos a descubrir este jueves.
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