Giannis Antetokounmpo, Chris Paul, Devin Booker y Khris Middleton son los líderes principales de estos equipos de Milwaukee Bucks y Phoenix Suns: estrellas de las franquicias que ya se hicieron un hueco en la historia de ellas con su juego dentro de la cancha y especialmente por esta participación en las Finales de la NBA.
Sin embargo su oportunidad de lograr un gran legado allí dependerá de si logran levantar o no el trofeo Larry O'Brien de los campeones de la liga: un trofeo que Phoenix nunca ha podido obtener y que Milwaukee solamente consiguió en 1971, hace 50 años.
Han pasado grandes estrellas históricas de la NBA por las dos ciudades y ninguna de ellas logró obtener el éxito máximo en todo este tiempo. Los Suns alcanzaron dos Finales y perdieron en ambas oportunidades, mientras que los Bucks estuvieron en la definición en 1974 prácticamente con el mismo núcleo campeón de 1971 y luego no han jugado unas Finales hasta las presentes.
Steve Nash y Charles Barkley son dos nombres que no pueden faltar en la lista de los 50 mejores jugadores de los últimos 30 años de la NBA: sin embargo ni en sus versiones de MVP consiguieron un anillo de campeón sea en Phoenix, donde quemaron sus mejores cartuchos, o en otro equipo.
Barkley jugó solamente cuatro temporadas en Phoenix: las suficientes como para impactar con una media de 23,4 puntos, 11,5 rebotes, 4,4 asistencias y 1,6 robos y un 50% de acierto en tiros de campo. En 1993 le ganó la votación por el MVP a Michael Jordan pero no le pudo ganar las Finales: perdió por 4-2 una serie muy apretada en la que MJ promedió 41 tantos por encuentro mientras que él quedó en 27,4. Chuck apenas ganaría dos cruces de primera ronda con los Suns de ahí en adelante y se terminaría marchando traspasado a Houston Rockets en 1996 luego de haber sido All-NBA en sus cuatro años en Arizona.
En esa misma off-season de 1996 se sumó a los Suns via Draft un jovencito llamado Steve Nash: como rookie y sophomore fue suplente y se fue a Dallas Mavericks sin grandes promesas: en 2004 regresó a Phoenix ya como All-Star y en los Suns desplegaría un talento espectacular en un equipo armado a su medida. Nash, MVP de la 2004-2005 y 2005-2006 y también primer quinteto All-NBA en la 2006-2007, promedió 16,3 puntos y 10,9 asistencias por partido en su segundo paso por los Suns pero no logró jugar unas Finales: perdió en las Finales de Conferencia en 2005, 2006 y 2010 sin siquiera llegar a un séptimo partido en esa instancia.
Los grandes compañeros de ambos fueron Kevin Johnson y Amar'e Stoudemire, un base y un ala pivote, ambos de capacidad atlética espectacular. KJ fue de los Suns durante casi toda su carrera: de 1988 al 2000, con un corto retiro antes del definitivo: fue compañero de Barkley y también de Nash. Entre 1988 y 1997 Johnson promedió 19,8 puntos y 10 asistencias en fase regular y 21,1 puntos y 9,7 asistencias en Playoffs. Como Nash y Barkley fue inducido al Ring of Honor de la franquicia (su nuevo equivalente al retiro de camisetas), pero su gran recuerdo en la franquicia no es un campeonato, sino su producción para eliminar a Los Angeles Lakers en los Playoffs de 1990. Stoudemire, cinco veces All-Star y cuatro veces All-NBA en sus ocho temporadas en Phoenix desde 2002 a 2010, formó una dupla perfecta en ataque junto a Nash y promedió 23,2 puntos y 9 rebotes en los años que compartió con el canadiense.
Shawn Marion (18,4 puntos,1,5 robos y 10 rebotes de media en 9 temporadas en Phoenix) se lucía como el gran defensor en esos Suns de Nash y Stoudemire y antes de aquel equipo había brillado Jason Kidd, primer quinteto All-NBA en tres de sus cuatro temporadas en los Suns pero con récord de 1-5 en series de Playoffs en el equipo de Arizona.
Previamente la franquicia llegó a las Finales de 1976 con Paul Westphal (20,6 puntos y 5,6 asistencias en cinco temporadas en los Suns, cuatro de ellas siendo All-Star) y también tuvo a varios jugadores que la representaron múltiples veces en el All-Star Game: Walter Davis, Connie Hawkins, Dick Van Arsdale, Charlie Scott, Tom Chambers y Dan Majerle.
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En Milwaukee no hubo ganadores del MVP entre la era de Kareem Abdul-Jabbar y la de Giannis Antetokounmpo ni tampoco presencias en las Finales, pero la franquicia ha sido habitual protagonista de los Playoffs (excepto por una racha de siete años sin clasificar que fue desde 1991 hasta 1998).
Un tal Ray Allen fue el que hizo que los Bucks corten esa mala época de la década del 90: lo draftearon en 1996 y disfrutaron por seis temporadas y media del que para algunos es el mejor tirador de la historia de la NBA (de momento sigue siendo el jugador con más triples convertidos en toda la historia). Allen se empezó a destacar mucho en 1999 y fue tres veces All-Star y una vez All-NBA con Milwaukee, pero perdió el séptimo partido de las Finales del Este de 2001 contra Philadelphia 76ers y fue otro Buck más a las puertas de las Finales, en las que si brillaría ya como veterano en Boston Celtics y Miami Heat.
Glenn Robinson (pick 1 del Draft 1994 y All-Star en 2000 y 2001, tercer máximo anotador de la historia de la franquicia) fue su gran apoyo en aquella campaña junto a Sam Cassell: ellos dos también fueron campeones NBA pero no en Milwaukee, como Allen.
Michael Redd también está en el top 5 de los máximos anotadores de la historia de los Bucks: All-Star y All-NBA en 2004 y campeón olímpico en 2008, fue uno de los mejores tiradores de la NBA en el principio del siglo XXI. Jugó casi toda su carrera en Milwaukee (excepto el último año que curiosamente fue en Phoenix) pero su mejor momento fue entre 2003 y 2009, antes de que una lesión en la rodilla izquierda lo frene con apenas 29 años. Entre esos años promedió 23,5 puntos pero solamente logró ganar dos partidos en Playoffs.
Menos éxito que Redd tuvo Vin Baker, otro campeón olímpico (Sydney 2000) que fue cuatro veces All-Star en Milwaukee pero era el líder de la franquicia en sus peores años: se marchó traspasado a Seattle SuperSonics en 1997 luego de promediar 21 puntos y 10,3 rebotes en su último curso en los Bucks. Hoy trabaja como asistente de Mike Budenholzer.
El último miembro del Salón de la Fama que pasó sus mejores años en Milwaukee fue Sidney Moncrief: líder ofensivo y defensivo de los Bucks durante la primera mitad de la década del 80, en la que el equipo llegó a Finales de Conferencia en 1983, 1985 y 1986 para caer las tres veces contra los campeones de la NBA de aquellas temporadas. Moncrief, cinco veces All-Star, cinco veces All-NBA y dos veces ganador del premio de mejor defensor de la liga, promedió 21 puntos, 5,8 rebotes y 4,7 asistencias entre 1981 y 1986 y tuvo a Marques Johnson y Terry Cummings como compañeros de lujo pero que no pudieron llegar a las Finales.
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