Sería muy injusto que la derrota de su equipo opacara lo que fue una actuación memorable de Giannis Antetokounmpo en el segundo partido de las Finales entre sus Milwaukee Bucks y los Phoenix Suns. Porque si bien los de Monty Williams se impusieron por 118-108, tomando ventaja de 2-0 en la definición de la 2020-2021, lo del griego fue realmente monstruoso. Desde lo basquetbolístico, pero también desde su fuerza de voluntad para dejar hasta la última gota de sudor en cancha, en un partido ampliamente desfavorable... y a solo días de haber sufrido una lesión que parecía lo iba a marginar durante muchísimo más tiempo.
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El primer tiempo de Giannis había sido algo apagado, en un tono parecido a lo que fue su correcto nivel en el Partido 1. Llevaba 12 puntos, con un 5-10 de cancha. Sin embargo, lo que vimos en la segunda mitad fue un show espectacular del dos veces MVP de la liga, empezando por un tercer cuarto extraordinario: con su equipo abajo por doble dígito (-11 al descanso), Antetokounmpo empezó a tomar la ofensiva de los Bucks en un puño y atacó una y otra y otra y otra vez. Cada ofensiva de Milwaukee se transformó en Giannis tomando la bola y superando a su marcador desde cualquier sector de la cancha. Tomó 14 tiros libres en el parcial, anotó en la pintura, en la media distancia y hasta de tres. Y casi siempre en situaciones de uno contra uno. Realmente imparable.
¿El saldo de ese tercer período? 20 puntos, siendo la marca más alta en un parcial de Finales desde 1993, cuando Michael Jordan le anotó 22, también a los Phoenix Suns. Algo que por otro lado, solamente se vio en otras tres ocasiones en los últimos 50 años: Isiah Thomas tuvo dos cuartos de al menos 20 puntos en Finales (1988 y 1990) y su compañero Joe Dumars el restante (Finales 1989).
Aún cuando el último parcial lo vio con signos lógicos de agotamiento, Giannis no paró: 5-6 de campo y otros 10 puntos, para llegar a los 30 en la segunda mitad y a los 42 en el partido (más 12 rebotes, 4 asistencias, 3 tapones y 1 robo, con un 15-22 de cancha). No alcanzó, porque a su alrededor hubo poca compañía y del otro lado, un nivel superlativo de los Suns, pero lo de Antetokounmpo fue una actuación consagratoria, que parece ponerle fin a cualquier cuestionamiento que pudiera persistir sobre el griego por sus frustraciones en Playoffs del pasado.
Si le faltaba aprobar algún examen para demostrar que pertenece a la élite más absoluta de la liga, lo de este jueves termina con cualquier debate. Aún con la derrota de su equipo y pase lo que pase en el resto de la serie.
Y es que tener una actuación semejante en Finales es algo reservado para muy pocos. En la historia, solamente habíamos tenido 33 partidos de 42 puntos en esta instancia, repartidos entre apenas 18 nombres. Todos ellos, leyendas actuales o del pasado de la liga: Charles Barkley, Rick Barry, Elgin Baylor, Wilt Chamberlain, Stephen Curry, Kevin Durant, John Havlicek, Allen Iverson, LeBron James, Magic Johnson, Michael Jordan, George Mikan, Shaquille O'Neal, Bob Pettit, Isiah Thomas, Dwyane Wade, Jerry West y Russell Westbrook. 100% Hall of Famers y de los pasillos principales del mismo.
Solo para dar una idea de lo que eso significa, hay que marcar que jugadores del calibre de Larry Bird, Kareem Abdul-Jabbar, Bill Russell, Tim Duncan, Kobe Byrant, Oscar Robertson, Hakeem Olajuwon ni Moses o Karl Malone, llegaron jamás a esa marca ofensiva en sus carreras en Finales. Nada que hable mal de ellos, por supuesto, sino más bien de lo difícil que es lograr lo que logró Giannis en este Partido 2.
Antetokounmpo se transformó también en el primer jugador de los Bucks en conseguir un 40-10 en Finales. Y eso, en una franquicia en la que supo brillar Kareem, es todo un hito. Lo más cerca que había estado el pivote fue un 37-11 en las Finales de 1974 ante Boston.
De nuevo, que estemos hablando de todo esto con el recuerdo fresco de la lesión de rodilla de Giannis ante Atlanta, le suma un condimento extra a los méritos del oriundo de Atenas. Y si bien Milwaukee espera que sus escuderos también den un paso al frente para poder revertir este 0-2, la satisfacción de ver a Anteokounmpo dominando a este nivel en unas Finales, debe llevar tranquilidad absoluta a la franquicia de Wisconsin. Pensando en esta serie, pero también en el futuro.
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Ya no hay dudas de que en Giannis tienen a un jugador generacional. Y tarde o temprano, las alegrías suelen aparecer en el camino de ese tipo de figuras. E incluso ¿por qué no mantener la expectativa de que eso ocurra en este mismo 2021? Todavía queda mucho por decir en las Finales y Milwaukee ya sabe lo que es remontar un 0-2 en esta postemporada (vs. Nets). Con Antetokounmpo en este nivel, todo es posible.
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