Con la serie a punto de ser definida, Miami Heat afrontaba un quinto partido donde solo le valía la victoria y para conseguirlo debía reducir al máximo todos los errores que lo condenaron en el anterior choque pese al fantástico nivel que mostraron. Ante unos Lakers que habían dejado claro una y otra vez que su mejor baza era la solidez y la regularidad en ambos extremos del campo, los de Erik Spoelstra encontraron el modo de hacer daño en sus rivales y salvar un partido fundamental para seguir con opciones de luchar por el campeonato.
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De este modo y tras una contienda igualadísima, los de Florida se hicieron con el triunfo en el quinto partido por 111 a 108. Un triunfo cimentado en la determinación en ataque de Jimmy Butler que se fue de nuevo hasta los 35 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias liderando a los Heat como no podía ser de otra forma.
Mucho cambió la aproximación de Miami al partido con respecto al cuarto, no solo en lo que realizaron sino en la actitud que presentaron pues desde el arranque se vio a un equipo completamente volcado en defensa y que buscaba alternativas ofensivas para conseguir anotar. Sin embargo, lo que más varió respecto al partido precedente fue la aportación exterior de un jugador que venía en una dinámica negativa y muy penalizado por la férrea defensa de los californianos: Duncan Robinson.
Duncan Robinson (20 PTS) with his 5th trey of the night... this time a 4-point play!@MiamiHEAT 88@Lakers 82
— NBA (@NBA) October 10, 2020
Headed to the 4th quarter of Game 5 on ABC. #NBAFinals pic.twitter.com/QrlnGtq46Q
El jugador formado en Michigan despertó de su letargo con una actuación más que sobresaliente, dejando atrás la complicada serie que estaba viviendo ante Lakers para reivindicarse como alguien a tener en cuenta. Una noche inolvidable para el tirador donde se fue hasta los 26 puntos, 5 rebotes y 2 asistencias con una carta de tiro asombrosa de 7-13 en triples, siendo esta su máxima en las Finales y empatando su mejor registro en estos Playoffs, algo que consiguió frente a Indiana Pacers.
Robinson disfrutó finalmente del merecido premio a su insistencia desde el lanzamiento, de nuevo gozando con la confianza del banquillo para cerrar el partido en pista y siendo el responsable de anotar un triple a falta de tres minutos que dio aire a los Heat además de asistir a Butler en una acción de altísimo valor.
Este partido con esos 7 triples de Robinson suponen la tercera mejor marca de la historia de las Finales, tomando el testigo de Klay Thompson en el quinto encuentro de 2019 ante Raptors donde anotó el mismo número de lanzamientos. El jugador de los Heat emula de esta forma a Kyrie Irving, Stephen Curry, Danny Green, Scottie Pippen, Ray Allen, Mike Miller, JR Smith y Kenny Smith que consiguieron 7 conversiones en un encuentro por el anillo.
Check out Duncan tho... 🐇 pic.twitter.com/uJr0mMVINS
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La progresión de Duncan Robinson en esta serie es más que destacable pues ha pasado de un 2 de 10 en los primeros dos partidos y de un 6 de 16 en los dos siguientes a firmar una inmejorable estadística que ha servido para colocar a Miami en disposición de forzar un séptimo encuentro el próximo domingo.
Sus 26 puntos suponen además la máxima que consigue en los Playoffs y el cuarto registro más elevado de toda la 2019-2020. De hecho, con este encuentro se convierte en el quinto jugador en la historia de la postemporada en conseguir 4 encuentros con más de 6 triples en un partido junto a Jamal Murray, James Harden, Klay Thompson y Stephen Curry.
Robinson ha sido capaz finalmente de encontrar los espacios propicios para lanzar, potenciado considerablemente por el regreso de Bam Adebayo, uno de sus principales facilitadores y que le ha permitido zafarse de la asfixiante defensa que Kentavious Caldwell-Pope le había profesado hasta el momento.
El jugador de los Heat reapareció en el momento más importante de la temporada para su equipo, recuperando su mejor versión y demostrando que es capaz de brillar incluso en el contexto más adverso.
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