Nada está decidido y todo puede suceder en las Finales de la NBA. Con los dos mejores equipos de toda la competición todavía en pie, llegamos al Juego 5 de la serie donde Los Angeles Lakers se presentan con una ventaja de 3-1 sobre Miami Heat, una diferencia tradicionalmente insalvable que en tan solo una ocasión se ha visto remontada, precisamente con LeBron James como protagonista en aquel año 2016. Los californianos parten como favoritos después de la demostración de solidez, entereza y control que dejaron claro en el anterior choque, en el que las estrellas del conjunto entrenado por Frank Vogel sacaron su mejor versión defensiva para evitar que los de Florida pudiesen empatar la serie.
Más | ¿Cómo le fue a LeBron James a la hora de cerrar series de Playoffs? Los implacables números del Rey
En manos del Heat está poder seguir manteniéndose con opciones de salir campeones, pues si algo ha demostrado el equipo de Erik Spoelstra es que nunca se da por vencido, que siempre lucha hasta el final y que no va a ponérselo fácil a los de oro y púrpura. Los condicionantes que acompañan a Miami en estas Finales no han hecho que estos hayan sido un conjunto más accesible para los Lakers. Casi, todo lo contrario, pues ambos equipos han batallado hasta el final una y otra vez, resolviéndose todos los duelos prácticamente en la recta final del mismo.
Sin embargo, ahora no hay opción al fallo, para ninguno de los dos equipos. Una victoria de Miami apretaría considerablemente las Finales, forzando a los angelinos a exprimir todavía más a su plantel en un sexto partido donde puede pasar de todo. En el caso opuesto, los Lakers saldrían campeones de la temporada 2019-2020, poniendo fin así a 10 años de sequía en las vitrinas del Staples Center.
El quinto partido de la serie que comenzará a las 20 de México del viernes 9 de octubre será retransmitido por ESPN y TUDN, y podrá seguirse como es habitual en la plataforma oficial de streaming, NBA League Pass, con comentarios en inglés y castellano.
A continuación unas claves a tener en cuenta rumbo a ese decisivo quinto encuentro.
¿Sellarán los Lakers la serie?
El máximo tiempo que la franquicia californiana había estado sin conseguir llegar a unas Finales de la NBA se había producido entre 1991 y el 2000, en otras palabras, desde el final del proyecto comandado por Magic Johnson y la explosión de Shaquille O'Neal, algo que ha quedado superado en esta última década donde los angelinos han vivido un largo proceso de reconstrucción.
10 años son muchos en el deporte, más si se trata de la NBA y si se habla en concreto de los Lakers, que junto a los Celtics se han repartido hasta el momento 33 de los 72 campeonatos disputados desde 1946. Mucho han tenido que superar los californianos para estar de nuevo en una serie por el título y por ello, no se pueden permitir un paso en falso que pueda condicionar todo lo alcanzado hasta el momento.
Tras cuatro partidos disputados la regularidad mostrada por el conjunto de Frank Vogel hace creer firmemente que los angelinos puedan disfrutar del confeti de campeón al término del Juego 5. Hasta el momento han sido 5,1 puntos de net rating mejores que sus rivales, aplicando un endiablado ritmo de juego que les ha permitido lanzar 6 tiros más por noche y convertir una media de 3 triples más en cada uno de los partidos, lo que genera un desajuste de 5,8 ± en el global de la eliminatoria.
No obstante, cada partido en una serie de Playoffs es un mundo y basta un pequeño cambio en el plan de cualquiera de los dos equipos para desencadenar una serie de cambios que potencien un resultado inesperado. Los Lakers no pueden confiarse llegados a este punto, a tan solo un triunfo de empatar a los Celtics como la franquicia con más campeonatos de la NBA y alcanzar el objetivo marcado al comienzo del curso.
"El próximo partido será el más difícil de los Playoffs para nosotros. Los partidos de eliminación son siempre impredecibles", dijo Alex Caruso al término del Juego 4. "Queremos seguir presionando y seguir siendo agresivos", remarcó de igual modo Kentavious Caldwell-Pope.
Para alcanzar el objetivo, los Lakers deberán limitar al máximo las pérdidas de balón, hecho que les costó el triunfo en el tercer partido donde superaron la veintena. Asimismo, el control de los ritmos de juego y seguir haciendo daño en el rebote ofensivo podría abrir las puertas del éxito a los californianos, que han conseguido castigar enormemente a un Heat que sin Adebayo en plena forma no ha podido corresponder de igual modo.
¿Qué versión veremos de Jimmy Butler?
El verdadero artífice del fantástico nivel competitivo que están ofreciendo los de Florida está siendo Jimmy Butler, que ha acallado a sus posibles críticos con demostraciones individuales y colectivas de un altísimo valor. El escolta ha asumido la responsabilidad de suplir a dos de los principales artífices de que hubiesen sido capaces de alcanzar las Finales como el mencionado Adebayo y Goran Dragic.
Mientras se escriben estas líneas, Butler está promediando 27,5 puntos con un 55% en tiros de campo y pese a un 25% en triples, lo cual lo hace aún más remarcable, a lo que ha sumado 7,8 rebotes y 10,0 asistencias de promedio. Si miramos hacia atrás, el jugador del Heat sería el primero en conseguir algo así desde LeBron James en las Finales de 2018, algo que desde el 2000 ha sido capaz de hacer en 5 series por el título, uniéndose a esta lista jugadores como Stephen Curry (2017), Chauncey Billups (2005) y Jason Kidd (2003), estos últimos en 7 y 6 partidos respectivamente.
En caso de que mantuviese sus medias en puntos y asistencias y sumara un total de 10 rebotes, Butler se uniría a King James como los únicos jugadores en promediar un triple-doble en unas Finales, algo que el actual jugador de Lakers realizó en 2017 ante los Warriors.
Teniendo en cuenta la personalidad de Butler es muy seguro que estas estadísticas no le importen lo más mínimo, pues por encima de eso está ganar y una victoria en el quinto encuentro serviría como bálsamo y trampolín para Miami en su camino al anillo. Pese a haber conseguido el triunfo en el tercer partido, un resultado global de 4-1 en el hipotético caso de que vencieran los angelinos no es suficiente para la estrella del equipo de Florida, al que no le sirven las victorias morales.
"Sabemos que tenemos que ser mejores. Como he estado diciendo todo este tiempo", dijo al término del Juego 4. "Mostramos algunos destellos y luego cometimos algunos errores cruciales, ya sea en el lado defensivo o en el ofensivo, y al final nos ganaron. Tenemos que seguir luchando".
Luchar es la única manera que conoce Butler para alcanzar sus objetivos y es de esperar que no solo sea capaz de mantener el increíble nivel que está mostrando en esta serie, sino que probablemente eleve aún más su rendimiento como sucedió en el Juego 3, donde se fue hasta los 40 puntos en un triple-doble histórico. Si hay algo seguro de cara al quinto es que el nativo de Houston estará más que preparado para dar lo mejor de sí mismo.
¿Quién se hará con el MVP de las Finales?
Es imposible no pensar en el máximo galardón individual que se entrega en las Finales de la NBA cuando se afronta el que será el primer encuentro de eliminación de esta serie. Llegados a este punto, tres candidaturas aparecen en el horizonte y todas con una justificación firme que las sostiene: LeBron James, Anthony Davis y Jimmy Butler.
El primero es un fijo por descontado. A sus 35 años, King James está en disposición de conseguir el que sería su cuarto anillo y el tercero con tres franquicias diferentes, siendo además frente a su ex-equipo con el que alcanzó la gloria por primera vez. James se ha demostrado como un jugador al que apenas le han afectado los ajustes realizados por el Heat en esta serie, siendo un seguro minuto tras minuto y aportando en todos los aspectos del juego. La narrativa juega a su favor pues de conseguir el galardón se convertiría en el segundo de mayor edad en lograrlo, empatando con Wilt Chamberlain (1972) y solo superado por Kareem Abdul-Jabbar, que lo logró a los 38 años en 1985, curiosamente los dos con los Lakers. LeBron es ahora mismo el máximo anotador, el máximo reboteador y el que más asistencias ha repartido de todo el equipo, lo que unido a su esfuerzo defensivo e impacto en la cancha podría ganarse los votos de los encargados de elegir al mejor jugador de la serie.
Mientras, el segundo es al que menos justicia hacen los números tradicionales, especialmente por el complicado Juego 3 que tuvo que superar por los problemas de faltas y la defensa que le planteó el Heat. Dando un vistazo a la estadística avanzada, Davis es el jugador que mejores registros tiene en offensive rating (116,2), defensive rating (109,0), net rating (7,2), porcentaje de tiro efectivo (65,2%), porcentaje de true shooting (70,1%) y el que menos uso ofensivo ha requerido para lograrlo (24,1%) de todos aquellos que han disputado más de 32 minutos de media en estas Finales. Es imposible hablar de AD sin mencionar el impacto defensivo que está teniendo en la serie, dejando a sus rivales en un 40,3% en Defensive FG% que se ha traducido en que Jae Crowder no supere el 30% en TC, Jimmy Butler el 42% o Kelly Olynyk el 33%. La candidatura de Anthony Davis puede que haya perdido fuerza después del Juego 3, pero hay razones de peso para pensar en él como un potencial MVP.
El tercero en discordia es que el que menos opciones tiene de lograrlo y el que más depende de factores externos. Más allá de que solo Jerry West lograse el galardón siendo parte del equipo perdedor de las Finales (1969), en caso de que Butler consiguiese conducir a la victoria a Miami Heat en los potenciales 3 partidos que le restaría al equipo de ganarlos todos, no habría duda alguna de que el escolta sería el principal candidato a llevarse el premio. No solo por ser objetivamente el mejor del conjunto campeón, sino por todas las adversidades que los de Spoelstra habrían tenido que pasar para alcanzar semejante hito.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.