Después de un 2022 en donde las lesiones le apartaron de las canchas, Damian Lillard quería regresar al mejor nivel posible y así demostrar que seguía siendo uno de los mejores de la NBA. Dame puso especial énfasis en su producción ofensiva, no solo en aquello que tenía que ver con anotar, enriqueciendo más si cabe su infinito arsenal, sino también en otros aspectos como el pase, la dirección o la organización. Sin embargo, todo eso no ha evitado que Portland Trail Blazers vuelva a estar al borde del precipicio y en plena lucha por entrar en los Playoffs a través del Play-In.
La inconsistencia y la irregularidad han sido las características que han definido durante esta Fase Regular 2022-2023 al equipo dirigido por Chauncey Billups. A veces brillante en ataque como también nefasto en defensa, una circunstancia que es consecuencia de la construcción de un plantel en absoluto diestro en ese sentido. Todo esto ha coincidido con un Damian Lillard que viene rindiendo de un modo fantástico, el cual ha alcanzado un punto de madurez y de precisión mayúsculo. Tal es el caso que su simple excelencia ha salvado a los Blazers de caer en duelos donde tenían todas las de perder. Algo que ha sido más notable en el último tramo de campaña.
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Desde el pasado 1 de febrero Dame está intratable. Con 38,5 puntos de media a razón de un 49% en tiros de campo y un 38,6% en triples, el base ha comandado a los Blazers a un balance de 6 victorias y 7 derrotas, nada descomunal, pero sí suficiente para colocarse en 10º lugar. Un lapso magnífico a lo largo del cual ha acumulado dos triple-dobles, cuando en toda su carrera había conseguido apenas uno.
¿El último? En la jornada del 6 de marzo Lillard se fue hasta los 31 tantos, 13 rebotes y 12 asistencias con un 42,9% en triples contra los Pistons:
all i see is (Dame) DOLLA signs -rihanna probably
— Portland Trail Blazers (@trailblazers) March 7, 2023
31 PTS | 12 AST | 13 REB pic.twitter.com/RVezypngEP
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Esta actuación se suma a la que está siendo, casi con toda seguridad, la mejor temporada de la carrera de Lillard. La estrella está registrando su máxima en puntos por noche (32,4), al tiempo que logra un récord personal de 4,3 triples por encuentro con un 37,5% de precisión, algo solo a la altura de Stephen Curry y Klay Thompson.
Más allá de los números, el base se encuentra en plenas facultades físicas, algo que le permite llegar con mayor facilidad al aro y ser productivo ahí, además de crear más juego y oportunidades para los suyos.
Quizá su campaña esté pasando un tanto desapercibida por el hecho de que Portland está lejos de los primeros puestos. Con 16 encuentros para el cierre de la Fase Regular los Blazers ocupan el 10º puesto en el Oeste, empatados virtualmente entre el 9º y el 13º con Utah Jazz, Los Angeles Lakers y Oklahoma City Thunder. La competitividad en este lado del cuadro es mayúscula y pese a haber ganado el 47,7% de sus partidos se encuentran en una zona complicada.
Lo malo para los intereses de Portland es que su camino de aquí al término del curso no va a ser fácil, ni mucho menos. De acuerdo a Tankathon los de Billups tienen el segundo calendario más duro de la NBA, debiendo medirse a Celtics y Kings por partida doble, así como Warriors, Grizzlies o Knicks. Además, tendrán duelos vitales frente a Utah, Oklahoma City o New Orleans.
El mayor activo del que disponen los Blazers sigue siendo un Damian Lillard que está alcanzando en esta campaña su punto álgido de rendimiento y puede que con eso sea suficiente para evitar lo que sería un nuevo fracaso al no llegar a los Playoffs.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.
