El domingo 2 de agosto comenzó bien para Dallas Mavericks. La agónica victoria de San Antonio Spurs sobre Memphis Grizzlies por 118-116 había significado que sus vecinos texanos le habían obsequiado a los Mavs la confirmación de sus tickets para los Playoffs 2020. Parecía que se ponía mejor cuando en el entretiempo de su partido con Phoenix Suns iban ganando por 73-60, nuevamente con una ofensiva imparable. Pero el día terminó con dudas como el viernes pasado: finalmente Dallas cayó con los Suns por 117-115, volviendo a sufrir de sus claras falencias a la hora de definir partidos.
Una vez más el equipo de Luka Doncic y Kristaps Porzingis, supuestamente la ofensiva más productiva de la NBA por los números de puntos cada 100 posesiones, se ahogó a la hora de tener que ganar un encuentro. Los puntos dejan de brotarles de las manos. Doncic y KP todavía no pueden afirmarse como jugadores ganadores en el clutch y esta vez volvió a notarse: el esloveno eligió buscar a sus compañeros antes que ir él por la acción personal, incluso buscando un triple que gane el partido antes que un doble "fácil" para empatarlo él mismo. El letón falló un triple desde una posición incómoda. Dallas necesita sacarse este trauma del clutch antes de los Playoffs.
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El récord de los Mavs, de 40-29, ya no importa demasiado: cada vez es más factible que sean séptimos, estando tres partidos por debajo de OKC Thunder y siete por delante de Memphis Grizzlies. Ya no pueden caer del séptimo escalón pero no se pueden permitir más derrotas si quieren subir alguna posición. Phoenix, con 28-39, logró una victoria clave para seguir con vida: ahora está a cuatro juegos de los Grizzlies (octavos) y a dos de San Antonio Spurs, el nuevo noveno, por lo que todavía no se los puede dar por muertos. De hecho, se ubican a apenas medio partido de alcanzar a New Orleans Pelicans y Sacramento Kings.
Lo individual no alcanzó
Los números de Doncic contra Phoenix fueron numerazos: 40 puntos, 11 asistencias y 8 rebotes en 38 minutos. Luka nos mal acostumbró y de hecho ya pasó los 40 cuatro veces en esta temporada, pero no es normal que un jugador de apenas 21 años firme esas estadísticas. Ya llevaba 23 tantos en el primer tiempo, con 11-12 en tiros libres y sin meter triple alguno: los Suns eran una invitación constante a que el esloveno ataque la pintura.
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En el último cuarto el ex Real Madrid no falló: tiró 5-5 de cancha, con 11 puntos convertidos. Por eso se entiende que debería haberse hecho cargo de ir a buscar el triunfo en el final: había metido los últimos 8 puntos de Dallas hasta el cierre. Doncic eligió buscar otras opciones cuando sus compañeros no habían estado finos con el triple: 6-31 para los Mavs, siendo que Seth Curry y Kristaps Porzingis fueron responsables de un buen 5-11 entre los dos. Tim Hardaway Jr. tuvo uno de sus peores partidos de la temporada: 0-8 en triples y 1-12 de campo para 2 puntos en casi 30 minutos.
KP se fue con 30 tantos, 4 tapones y 8 rebotes, pero más allá de él, de Curry (16 tantos) y de algo de Boban Marjanovic en el primer tiempo (8 puntos y 3 rebotes en 6 minutos), Dallas no brindó mucha compañía para Doncic.
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Ricky en modo profesor
Más allá de que el máximo anotador volvió a ser Devin Booker con 30 puntos (10-20 de campo) y de que el rookie Cameron Johnson redondeó una de sus mejores actuaciones en la NBA con 19 tantos, 4 asistencias y 12 rebotes (primer doble-doble de su carrera) tirando 4-8 en triples, la clave de los Suns pasó por Ricky Rubio.
El base español tuvo un +/- de +12, clara muestra del impacto en su equipo mientras que por ejemplo el de Booker fue de -8 o el de DeAndre Ayton (de pésima tarea, con 7 puntos, 8 rebotes y muy mal trabajo defensivo) de -6. El de El Masnou firmó una planilla de 20 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias, fue una amenaza exterior con 2-3 en triples y llenó de placer a los ojos con grandes pases para asistencias que se concretaron y no. Por suerte, este pase a Dario Saric si contó en los registros. Un ejemplo de como su conducción acomoda a los Suns, que por momentos todavía son anárquicos en algunos arrestos de Booker.
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El siguiente partido de Dallas será ante Sacramento el martes: buena oportunidad ante otro rival que lleva dos derrotas en dos partidos. Phoenix, por su parte, la tendrá muy difícil frente a LA Clippers en esa misma jornada.
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El recuerdo del 2016
Más allá de la derrota, Dallas puede celebrar oficialmente el retorno a la postemporada. Desde 2016 que los Mavericks no llegaban a lograr la clasificación: aquella vez el equipo liderado por Dirk Nowitzki lo hizo con récord de 42-40 para un 51% de victorias. Esos Mavs, también dirigidos por Carlisle, terminaron perdiendo por 4-1 contra el OKC Thunder de Kevin Durant y Russell Westbrook y habían sido sextos en el Oeste.
Además del entrenador, aún quedan dos sobrevivientes de ese equipo: el boricua JJ Barea, ya todo un emblema en Dallas, y el canadiense Dwight Powell, por entonces en su segundo año en la NBA. Powell, ahora lesionado, no podrá jugar en estos Playoffs. Además de Nowitzki, otra buena cantidad de jugadores de ese equipo ya está retirada: Deron Williams, Zaza Pachulia, David Lee, Devin Harris y Charlie Villanueva. Otros como Salah Mejri, John Jenkins y Jeremy Evans, ya no actúan en la NBA.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
