En todas las Finales NBA hay siempre un jugador inesperado que emerge de manera heroica. Nombres que por la relevancia de la instancia tienden a caerse de la rotación o bien apenas contar con minutos de trascendencia. Pero que en un momento dado dan un paso adelante, sorprendiendo a propios y extraños, y pasando de ser un factor diferencial por no estar dentro de los planes del oponente. Christian Braun lo fue en el tercer partido de la serie de 2023 entre Denver Nuggets y Miami Heat.
El novato, elegido con el pick 21 en el último Draft, se había asentado como un suplente a tener en cuenta dentro de las rotaciones de Michael Malone. Con casi 12 minutos por encuentro y un aporte más bien discreto, Braun iba sumando poco a poco conforme ganaba una valiosa experiencia. Hasta su explosión en el Partido 3 de estas Finales, el exKansas había tenido su momento de lucidez en el tercer duelo de la Primera Ronda frente a los Timberwolves, en el que sumó 9 puntos y 2 asistencias en 14 minutos de juego.
Aquello ha quedado sepultado en el tiempo por la imagen dada en el crucial tercer asalto de las Finales.
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Con 15 puntos en 7 de 7 tiros de dos y errando únicamente un triple que intentó, Christian Braun fue el factor X para unos Nuggets que pusieron el 2-1 ante Miami en uno de los mejores encuentros de Denver en estos Playoffs. Una actuación sensacional, fundamentada en la intensidad y el ímpetu del joven escolta que sorprendió a los locales en ambos extremos del campo.
Braun arriesgó en las líneas de pase, fue incisivo en sus incursiones al aro y, sobre todo, supo cómo leer para atacar sin balón:
Jok dishes to CB for the slam 💥 pic.twitter.com/ZpAmzCueNw
— Denver Nuggets (@nuggets) June 8, 2023
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En un encuentro dominado por Jokic y Murray, Braun fue la nota discordante en el seno de los Nuggets, el detalle que Miami no pudo controlar y que les permitió a los visitantes escaparse definitivamente en la segunda mitad. De hecho, 11 de los 15 tantos del rookie sucedieron tras el descanso, cuando este irrumpió, dando un golpe encima de la mesa sin respuesta rival.
Una fantástica definición de cómo jugó y de lo que aporta la dio Nikola Jokic al término del encuentro. "Incluso cuando comete un error, es un error siendo agresivo, por lo que no puedes enfadarte con él". Un jugador que es puro nervio, puro ímpetu y cuyo motor es tanto la juventud como el deseo de aportar.
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"No puedo fallar si salgo y juego duro. No esperan mucho de mí en ataque, pero sí que salga y haga un esfuerzo en defensa, rebotes, que trate de conseguir una posesión adicional para que el resto anote", explicó el protagonista del partido. "Así que confían en mí y me colocan en los lugares correctos, y todo lo que tengo que hacer es anotar o conseguir un robo. Mi trabajo es bastante fácil y esos tipos me hacen lucir bastante bien".
Con esa anotación, Chris Braun se convirtió en el cuarto novato en conseguir más de 15 puntos en un partido de las Finales en el siglo XXI después de Tyler Herro, Kendrick Nunn (ambos en 2020) y Daniel Gibson (2007).
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.
