Un récord de 6-14. Otro de 8-4. ¿No es normal que sean producidos por el mismo equipo de una semana a la otra no? Sin embargo es lo que realizó Chicago Bulls en esta temporada de la NBA, con un 30% de victorias entre octubre y noviembre y un 67% en el mes corriente.
Ni una cosa ni la otra es la que se esperaba de Chicago de cara a esta campaña, sino algo más similar al 49% de victorias de la temporada pasada, pero es lo que la realidad está dando. Y esto cuando quien es por lejos el jugador mejor pago del equipo no ha disputado un solo partido desde que empezó diciembre.
Sin Zach LaVine, todavía fuera por una lesión en el pie derecho aunque con su regreso cerca, los Bulls crecieron sustancialmente a la hora de atacar y también tuvieron una levantada en defensa, aspecto en el que son top ten de la NBA en la métrica del rating defensivo (puntos recibidos cada 100 posesiones).
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Chicago registró 109.9 puntos cada 100 posesiones durante los 16 partidos de noviembre, 14 de ellos jugados por LaVine, y 118.7 en el mes actual, en el que aunque sigue teniendo el juego de menor ritmo de toda la NBA, hizo que deje de ser normal verlos convertir menos de 102 puntos por encuentro a anotar más de eso en todos los partidos, excepto en su reciente derrota ante Cleveland Cavaliers.
Como se podía esperar, DeMar DeRozan tomó el testigo como el foco del ataque del equipo pero sin números exorbitantes: su uso de balón sigue siendo similar y promedia "apenas" 24 puntos por partido en un conjunto que sí tiene el sello DeRozan: es el equipo de la NBA que más anota desde la media distancia, con un 12.7% de sus puntos siendo provenientes de allí cuando la mayoría de las franquicias suman desde ahí el 7.7% de sus puntos o menos.
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Tampoco hay un cambio en los números de Nikola Vucevic, e incluso a pesar de su ausencia le ganaron a Atlanta Hawks la noche pasada. El foco a mirar es Coby White. White lanzó para 2-21 en triples en los últimos tres partidos de Chicago y aún así tuvo un impacto importante para dos victorias, frente a Spurs y Hawks. Son equipos de mal desempeño, sí, pero también se lució para ganarle a los 76ers de Joel Embiid y Tyrese Maxey, casi con un triple-doble, o ante Miami Heat o New Orleans Pelicans.
El guardia promedia 23.4 puntos, 6.4 asistencias y 6.4 rebotes por partido en diciembre, con un 49% en tiros de campo y un 42% en triples severamente afectado por las últimas jornadas (50% en los primeros nueve partidos del mes), números que no se esperaban en él.
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"Le doy a él un crédito enorme", declaró el entrenador Billy Donovan sobre White luego del partido ante Atlanta. "No tiró bien, pero llegó al aro, anotó bandejas (...) hizo otras cosas para tener impacto en el partido. Antes era solamente un anotador que tiraba mucho. ¿Pero qué más hacía si el balón no ingresaba al aro? Ganar es importante para él y también ser un jugador completo, trabajó duro para eso. (...) Ha evolucionado en diferentes niveles".
White fue titular en toda la temporada, pero la ausencia de LaVine hace que el balón pase mucho más por él y que tome protagonismo como la segunda espada del equipo, mientras que Alex Caruso o Ayo Dosunmu completan un quinteto bastante más balanceado que con Zach dentro. Y con tanta confianza del entrenador de los Bulls sobre White, que está bajo contrato hasta 2026 tras haber renovado hace unos meses por "apenas" 36 millones por tres años, ¿qué lugar queda para LaVine?
Mientras que Chicago ya se metió en zona de Play-In y con este ritmo puede aspirar a ponerse un poco más cerca del sexto lugar del Este antes de alcanzar la mitad de la temporada, su gran decisión a tomar parece ser esa en los despachos. Hay mercado para LaVine, con potenciales compradores como Miami Heat o New York Knicks, pero no parece que sea al precio que un jugador de 28 años con un contrato anual de 40 millones debería tener.
Sin embargo, si Chicago quiere competir este año debería ir a fondo desde ese lado. Si no lo desea, entonces entregar a DeMar DeRozan por algo de capital futuro antes de que el contrato del oriundo de Los Angeles se termine en junio parece ser la otra opción. Que los Bulls no se muevan en este mercado sería extraño.