El Draft de la NBA. Esa noche que puede cambiar el destino de una franquicia para bien, de forma directa, o para mal de forma indirecta. O se aprovechan los picks para tener a la estrella del futuro o se realiza un error gigante, seleccionando a un jugador que será irrelevante y dejando pasar a otros que hubieran sido buenas opciones. Todas las franquicias de la NBA tienen momentos de los buenos y de los malos para recordar e iremos uno por uno revisándolos.
Pasamos de Los Angeles Lakers y Houston Rockets y cruzamos el país hasta llegar a Boston, donde los Celtics se instalan como una de las franquicias más sólidas en la noche del Draft de toda la NBA.
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Las mejores elecciones de Draft de la historia de Boston Celtics
Larry Bird - #6 en 1978
Elegido con el número 6 en el Draft de 1978, su figura antes de llegar a la NBA pertenecía ya a la élite del básquet. Un chico proveniente de la profunda Indiana que había conducido a los Sycamores a sus mejores años y estableciendo una rivalidad directa con Magic Johnson que se trasladaría a la mejor liga del mundo años después. Bird tardaría bien poco en dejar su impronta en los Celtics y lideraría el proyecto verde en los siguientes 10 años hasta devolverles a una posición de privilegio en tan solo una temporada.
Rookie del año con bastante diferencia con respecto al resto, el alero de Indiana se convertiría en uno de los mejores jugadores de la historia en vestir la camiseta de los Celtics, consiguiendo 3 veces el premio al MVP y siendo el alma del equipo en los campeonatos de 1984 y 1986.
Los continuos problemas de espalda privarían a Bird de alargar considerablemente más su carrera, pero su impacto en el juego así como el legado que dejó en la NBA es incalculable.
John Havlicek - #7 en 1962
Seleccionado con el pick 7 del Draft de 1962, John Havlicek es una de las figuras más infravaloradas de la historia de la NBA pese al impacto que este tuvo en la consecución de los anillos de Boston Celtics a mediados de la década de los 60. Sirviendo de enlace entre el origen del proyecto de Red Auerbach y el horizonte posterior al retiro de Bill Russell, Hondo fue un anotador imparable, un alero en el sentido pleno de la palabra que supo asumir a la perfección el rol que le tocó en cada momento de su carrera.
Vertiginoso, rápido y un defensor sumamente inteligente, John Havlicek es a día de hoy el jugador con más puntos anotados en la historia de la franquicia (26.395) así como uno de los que más campeonatos ha conseguido (8) junto a Sam Jones y Bill Russell.
Una vez retiradas las leyendas de los 60, Havlicek asumió el rol de líder del proyecto junto a Dave Cowens, consiguiendo dos campeonatos más (1974 y 1976). Se retiraría en 1978 como el tercer máximo anotador de todos los tiempos.
Paul Pierce - #10 en 1998
La gran esperanza Celtic que lo fue por circunstancias y no por elección. El nativo de california llegó a Boston siendo elegido en el número 10 del Draft de 1998, para unirse a un elenco de jóvenes que no terminarían de cuajar con jugadores de la talla de Antoine Walker o Ron Mercer.
Marcando la diferencia desde el inicio, Pierce fue progresivamente mostrándose como un jugador de garantías y sobre el que establecer las bases del proyecto verde. Su capacidad anotadora, así como la determinación que mostraba en cancha, hicieron rápidamente de él uno de los preferidos de los aficionados.
El paso de los años lo dejaron como el único referente reconocible de un equipo sin rumbo hasta la llegada de Kevin Garnett y Ray Allen que dispararían las aspiraciones del equipo y pondrían a Pierce en el foco nacional. El impacto de The Truth en la historia reciente de los Celtics es clave para entender el rápido éxito que tuvieron en 2008 y cómo se mantuvieron unidos hasta su disolución como grupo en 2013. 10 veces All-Star y 4 veces All-NBA, el alero californiano se retiraría lejos del TD Garden pero con el corazón verde.
Las peores elecciones de Draft de la historia de Boston Celtics
Ron Mercer - #6 en 1997
Un capricho del técnico Rick Pitino de su tiempo en Kentucky se tradujo en la elección de Mercer con el número 6 del Draft de 1997, por delante de jugadores como Tracy McGrady, Stephen Jackson o Tim Thomas. El primer año sería un verdadero éxito para Mercer, destacando con 15 puntos, pero pronto comenzarían las desavenencias con el técnico del equipo donde, según este, ya no le escuchaba más.
Esto sumado a problemas defensivos que lastraban su perfil de anotador compulsivo haría que la franquicia se desprendiese de él en agosto de 1999 rumbo a Denver Nuggets, a cambio de Danny Fortson, Eric Washington, Eric Williams y una ronda de Draft.
La carrera de Mercer daría diferentes giros en la NBA hasta verse obligado a retirarse por problemas crónicos en su rodilla en 2005.
Michael Smith - #13 en 1989
Un extraño caso donde los haya. Elegido en el puesto 13 en 1989, Wright llegaba a Boston con el objetivo de ayudar en la última etapa de McHale y Bird combinando la posición de interior y exterior. Este ex de BYU fue elegido antes que otros como Shawn Kemp, Tim Hardaway y Vlade Divac.
Wright pasaría sin pena ni gloria por los Celtics, donde disputaría dos temporadas y jugaría 112 partidos antes de ser cortado por la franquicia por su ineficencia traducida en 5 puntos y 1 rebote de media. Los tres siguientes años los pasaría jugando en Europa antes de regresar a la NBA de la mano de LA Clippers, donde jugó 29 encuentros más. Su principal problema era la falta de la condición física necesaria para su posición, que lo relegó a un papel testimonial.
Eric Montross - #9 en 1994
Un interior más que sólido de 2,13 metros que sería elegido en la posición 9 del Draft de 1994 por delante de otros como Eddie Jones y Jalen Rose, que tendrían un impacto directo en la liga. Montross comenzaría con buen pie en la NBA promediando 10 puntos y 7 rebotes en su primer año, pero rápidamente caería en desgracia para el técnico ML Carr y sería adelantado por el croata Dino Radja en la rotación.
Montross sería traspasado en 1996 rumbo a Dallas Mavericks, en un intercambio de picks que daría con Antoine Walker en el equipo verde más adelante.
Jamás alcanzaría el nivel mostrado en Boston, iniciando un continuo ir y venir dentro de la NBA para colgar las botas en 2002 tras más de 400 partidos disputados.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.