La mayoría de los grandes contendientes de la temporada NBA 2022-2023 realizaron variantes importantes a su plantilla durante la fecha límite de traspasos. Nuggets y Clippers cerraron variados movimientos y fichajes, Dallas cambió de rumbo con Kyrie Irving, Phoenix sacudió el mercado con Kevin Durant, Golden State buscó reforzar su segunda unidad... incluso Philadelphia (McDaniels por Thybulle), Memphis (llegó Kennard) y Milwaukee (sumó a Crowder) intentaron cubrir huecos y borrar debilidades en su idea de pelear por el título de la campaña.
Muy diferente fue la historia para el equipo que al menos hoy, encabeza a todo ese grupo de favoritos: los Boston Celtics. El único movimiento de los verdes pasó por la llegada de un interior de rotación como Mike Muscala (sin dar nada a cambio), quien probablemente no vaya a tener minutos considerables en Playoffs. El resto, intacto. Y con lógica.
La calma de Boston en el mercado se explica desde su situación de poder en esta temporada. Nadie tiene más que ellos. Nadie está jugando mejor que ellos. Y lo más importante, nadie gana más que ellos. Este domingo, un nuevo y meritorio triunfo: 119-109 sobre los Memphis Grizzlies, con varios nombres importantes afuera (Marcus Smart y Jaylen Brown, entre ellos).
No-look dime to seal the deal 😏
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Today's @JetBlue Play of the Game put the finishing touches on our W. pic.twitter.com/dqiOrRc5xn
Los Celtics llevan seis victorias en sus últimos siete partidos y están pudiendo superar las bajas de titulares con absoluta solvencia, para mantenerse como el mejor récord de la NBA (41-16). ¿Por qué intentar arreglar algo que no está roto?
El gran momento de Boston no solo se explica desde los resultados y el duelo de este domingo ante Memphis es una muestra de ello. No solo le ganaron a uno de los mejores equipos del Oeste con dos titulares menos, sino que además lo hicieron una tarde pésima de Jayson Tatum: 3 de 16 de campo, 16 puntos y misma cantidad de pérdidas que de asistencias (3).
En su lugar, aparecieron figuras inesperadas que muestran a las claras la profundidad del equipo: 23 puntos y 10 asistencias para Derrick White, 20 puntos para el tirador Sam Hauser. Desde el banco aparecieron 10 y 9 rebotes de Grant Williams, 12 de Payton Pritchard y un excelente debut de Mike Muscala: 10 puntos y 5 rebotes.
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Todo va sobre ruedas para Boston, que no tuvo ninguna necesidad de entrar a boxes en el deadline. ¿El contraste? Un Memphis que volvió a los malos hábitos recientes, al sumar su novena derrota en sus últimas 12 presentaciones. Caída libre para los de Taylor Jenkins.
Los Grizzlies tienen ahora marca de 28-14 cuando juega Steven Adams y de 6-8 cuando falta el neozelandés, quien estará afuera hasta fines de febrero. Con el motor renovado de equipos como Dallas y Phoenix en el Oeste, no sería raro que Memphis pierda muy pronto su lugar de privilegio como el segundo mejor clasificado de dicha Conferencia.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
