Con la temporada en pausa desde el pasado mes de marzo y sin partidos en vivo desde entonces, es probable que hayas olvidado cuál era el estilo de juego de los principales equipos de la NBA. Por ello desde NBA.com Global vamos a resumir las principales características que hacen únicas a aquellas franquicias destacadas entre las clasificadas para los Playoffs.
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Tras los dos mejores equipos de cada conferencia llega el momento de una de las grandes mentes de la NBA como es Brad Stevens, que ha vuelto a colocar a los Boston Celtics en una posición de privilegio. Ubicados en la tercera posición del Este con 43-21 de registro, los verdes han demostrado ser uno de los conjuntos más fiables y uno de los más atractivos de ver por la riqueza de su juego, ahí donde más brilla su técnico. El conjunto de Massachusetts, sin tener un interior determinante, ha conseguido ser el quinto mejor ataque con 112,3 puntos por 100 posesiones y hacer de Jayson Tatum todo un All-Star.
¿Qué es lo que hace tan determinante a Stevens en el banco verde? ¿Por qué tienen tanto éxito? Lo analizamos.
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Sus tendencias en números
Tipo de jugada | Porcentaje de uso | Ranking NBA | Puntos | Puntos por posesión |
---|---|---|---|---|
Bloqueo directo | 21,8% | 6º | 24,1 | 0,98 |
Catch&Shoot | 19,3% | 23º | 21,1 | 0,97 |
Transición | 15,1% | 12º | 19,4 | 1,15 |
Aclarado | 6,8% | 7º | 7,4 | 0,97 |
Pick&Roll | 5,1 | 27º | 6,4 | 1,11 |
Poste bajo | 4,1% | 20º | 4,5 | 0,99 |
Datos facilitados por NBA Stats.
Filosofía de juego
Brad Stevens es considerado por muchos una de las grandes mentes dentro de los bancos de la NBA por la riqueza del juego de los diferentes equipos que ha dirigido desde que en 2013 asumiese el mando de los Boston Celtics. Un técnico capaz de sacar oro de jugadores de un perfil mucho menor y que, por ahora, no ha ganado un premio al Mejor entrenador de una temporada a pesar de los buenos resultados. Ya en su paso por la Universidad de Butler, Stevens destacó por la capacidad que tenían sus conjuntos de integrar al mayor número de jugadores por ataque, realizando series de jugadas en las que los cinco en cancha estaban en disposición de tocar el balón, algo que en su etapa posterior en la NBA ha conseguido trasladar hasta hacer de ello su característica más reconocible.
Aunque Stevens ha variado considerablemente su idea de juego respecto a su primer año en los Celtics, todavía se pueden identificar varios patrones que permanecen intactos incluso en este 2020. El primero es una gran interacción entre el base y el pivote a través de los que desarrollar la secuencia ofensiva, siendo el manejador el encargado de iniciar la jugada y ser el iniciador del rescate de la misma si esta colapsa, y en el caso del interior este tiene la difícil tarea de hacer jugar al grupo desde cabecera, ya sea a través de una inversión, una lectura de indirecto, un mano a mano o un bloqueo directo. Es en esta última situación donde más brilla Boston, pues desde el bloqueo directo, independientemente de su continuación, han construído buena parte de su identidad, ejecutándolo en un timing perfecto, sincronizados, más una estructura de los tres jugadores restantes basada en una triangulación clásica para encontrar potenciales líneas de pase.
El sistema base que en la 2019-2020 han ejecutado los Celtics se basa en un pase a uno de los dos aleros colocados en 45º y con el iniciar una serie de miniaturas concretas. Así, la acción tiene tres variables muy utilizadas:
- Strong series: Focalizar en el juego de indirectos entre alero y base previo pase a interior en cabecera.
- Strong series: Inversión automática para jugar con el alero en lado opuesto para un directo o mano a mano.
- Pitch: Pantalla de inversor en cabecera a alero en lado opuesto para un lanzamiento o penetración directa, o bien un bloqueo directo posterior a la recepción.
Aquí se excluyen las lecturas que puedan hacerse de las miniaturas y las normas internas de extrajuego que Stevens y su staff hayan determinado una vez el juego colapsa. Desde esa disposición se puede llegar a alcanzar un momento de juego libre y de leer y reaccionar a la defensa rival con la que colocar el balón en un poste bajo, un aclarado, una situación de bloqueo directo o un corte en puerta atrás. La libertad de lectura es uno de los pilares sobre lo que se sustenta el juego de Boston, siempre dentro de unos estándares y disposiciones, pero que ejecutado con grandes interpretadores y pasadores como Hayward, Walker, Smart o Brown, el equipo consigue casi siempre una acción favorable.
Por otro lado, destaca, especialmente en este año, el uso de dobles bloqueos en transición (double drag) con Kemba Walker a los mandos y que pretende conseguir un tiro exterior sobre drible, una penetración para éste, dos líneas de pase en corte a aro o desbloqueo exterior que termine en los primeros 10 segundos de posesión.
A esto cabría añadir un amplio abanico de situaciones ATO (After Time Out), un signo sumamente reconocible de sus equipos, pues los verdes se han asentado entre los 10 más eficientes en estas acciones en este curso y uno de los que más rédito han sacado en los últimos años, con propuestas ingeniosas e innovadoras donde el señuelo ha sido siempre el factor clave que ha hecho de ellas tan determinantes. Jugadas que en muchas ocasiones les han hecho ganar partidos y que en esta temporada no ha sido menos.
¿Cómo juegan los Celtics?
Los equipos NBA tienen un libro de juego o playbook que puede llegar a tener más de 50 jugadas, 30 series con sus variables a lo que habría que añadir acciones de banda o fondo y jugadas tras tiempo muerto. Por otro lado, en muchas ocasiones el juego se simplifica y los jugadores actúan por automatismo, por lo que no hay una serie de normas estrictas a seguir.
En el video que te ofrecemos en este artículo encontrarás las claves más representativas del conjunto entrenado por Brad Stevens.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.