“El objetivo de la “Bench Mob” era hacer ciertas cosas todas las noches cuando y donde fuera necesario para ayudar a ganar el juego. Hacer lo que sea. Defensa, jugadas sacrificadas, energía”. Así explicó Pat Connaughton, en una rueda de prensa realizada durante las Finales, de que se trata formar parte de la segunda unidad en un equipo de Mike Budenholzer. Milwaukee Bucks acaba de salir campeón de la NBA con una sola pieza (Connaughton) de la llamada “Bench Mob” de 2019 que hacía tan largo al equipo, pero con él y con Bobby Portis le alcanzó para tener siempre esa energía extra y llegar a la gloria.
“Si observas a Bobby, él personifica lo que es la “Bench Mob”. Hay noches en las que anota muchos puntos, pero en todas trae la energía y es por eso que los fanáticos lo aman y por eso cantan "Bobby". Personifica lo que es ser un miembro de “Bench Mob” y eso es lo que quiero asegurarme de traer siempre a la mesa y de inculcar a los otros muchachos que ingresan al juego conmigo”, continuó Connaughton aquel día. El mismo Pat que ha sido comentario constante en las redes sociales por los distintos golpes en la cara que se llevó a lo largo de la temporada, poniendo su cuerpo en riesgo por el balón. “Son parte de lo que me enorgullece, las jugadas ganadoras”, explicó Pat. “Creo que la dureza, la valentía, son las cosas que ayudan a los equipos a ganar, me ayudan a ser un factor y seguir desempeñando un rol en un equipo que compite por el campeonato, y por eso lo disfruto”
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El entrenador Mike Budenholzer le da más valor que nadie a sus dos llaves desde el banco: el reemplazo de los guardias y el de los interiores que son lo suficientemente polifuncionales por su altura, capacidad atlética y tiro como para permitirle al coach armar distintas formaciones altas o bajas. “Hay una preparación real, disciplinada, enfocada y comprometida con su oficio. Eso realmente lo ha estado construyendo durante los últimos dos años. Cuando combinas eso con su capacidad atlética y todo lo que aporta al juego, además de un mayor nivel de compromiso con su tiro, creo que todo eso le permitió estar listo para este momento”, afirmó Budenholzer sobre Connaughton. “Creo que al final lo importante es jugar bien y Bobby juega bien. Creo que la multitud responde a lo bien que juega. Siempre comienza con eso. Es un jugador realmente bueno. Hace muchas cosas en defensa y ataque y ciertamente aman su personalidad, aman su pasión”, comentó sobre Bobby, un nuevo héroe popular en Milwaukee a pesar de ser suplente y de no haber tenido, por ejemplo, ni un partido de 25 puntos en toda la temporada (tampoco Connaughton).
Portis ha sido inconsistente en los Playoffs: desde su rendimiento hasta su presencia en cancha. Todo a tono con lo que fueron sus cinco temporadas previas en la NBA, en las que pasó por Chicago Bulls, Washington Wizards y New York Knicks siempre estando lejos de las luces de los contendientes al título. Pero siempre siendo alguien esforzado, aunque a veces tomando más protagonismo del necesario.
"Cuando estás en un equipo perdedor creas malos hábitos y haces cosas de la forma incorrecta y a veces el entrenador te las deja pasar porque simplemente estás jugando por jugar. Cuando llegué aquí, todo importaba. Las ayudas, todo. Eso te hace concentrarte más y apreciar el día a día mucho mejor. Y ver como trabajan los demás lo incrementa aún más, porque cuando salgo a jugar no quiero decepcionar a mis compañeros" comentaba Portis durante la ronda previa de la postemporada en la que debió reemplazar a Giannis Antetokounmpo en el quinteto titular y así brilló: 17 puntos y 8,5 rebotes de media en las dos victorias finales de los Bucks para cerrar la serie.
“Siendo de Arkansas, solo se puede soñar con jugar en las Finales de la NBA. Pienso que es vital dejar en la cancha todo lo que tengo. Soy un jugador de energía. Eso es con lo que puedo ayudar a un equipo. Anotando o no mis tiros, sigo jugando todo lo duro que pueda”, afirmó hace unos días un Portis que es hoy por hoy uno de los únicos seis NBA activos de Arkansas (el All-Star Mike Conley es el más reconocido), estado del que salieron campeones como Scottie Pippen, Derek Fisher o Corliss Williamson, de rol similar al actual de Portis en los Detroit Pistons de 2004 y uno de sus mentores en su juventud. De Arkansas, estado que solamente dio 54 jugadores a la NBA, también es Sidney Moncrief, una verdadera leyenda de los Bucks.
Portis quedó fuera de la rotación tras el cuarto partido ante Brooklyn. Volvió ante Atlanta y terminó siendo clave. Parecía que sería descartado en las Finales (menos de 5 minutos en cancha en el Juego 2) y del Juego 3 en adelante no bajó de los 18 minutos, con una media de 9,7 puntos y 4,7 rebotes. Un factor X fundamental, como sus 16 puntos del cuarto partido.
Si Portis fue importante, que decir de lo que hizo Connaughton en las Finales. Venía siendo tan inconsistente como Bobby, con un promedio de 6,1 puntos y 3,9 rebotes en las series previas y un 36% en triples. Actuaciones importantes como sus 15 puntos del segundo partido contra Miami, los 13 ante Atlanta del Juego 6 siendo el tercer máximo anotador del equipo o los 9 contra Brooklyn en el Juego 7. Viviendo del tiro también llegó a tener dos encuentros de cero puntos (el Juego 2 y el 6 contra los Nets) y otros tres de apenas dos tantos. Pero se destapó como el tirador que cada equipo campeón pareciera necesitar.
Este jugador de 28 años y oriundo de Arlington, un pueblo muy cercano a Boston en el que también nació la leyenda Nate "Tiny" Archibald, tuvo un promedio de 9,1 puntos por partido en las Finales y de 25,1 minutos por partido cuando en la segunda ronda había quedado en 4,6 puntos y 20,8 minutos. La culminación merecida para la mejor temporada de su carrera: nunca había tirado tan bien en Milwaukee como el 37% en triples de la Fase Regular 2020-2021, el 40% de estos Playoffs y el 44,1% (15-34) de estas Finales.
Connaughton fue un pitcher destacado de béisbol durante casi toda su vida, drafteado por dos franquicias de la MLB como San Diego Padres y Baltimore Orioles. Con los últimos llegó a firmar contrato y a jugar en su equipo de ligas menores en el verano estadounidense de 2014: poco más de un año después ya estaba debutando en la NBA, jugando para Portland Trail Blazers. Como en la dinámica del béisbol en la que los pitchers ingresan como suplentes para cambiar el partido o aguantar una ventaja, Pat se ha adaptado bien en la NBA a ese rol y con perfil bajo ha funcionado casi como un especialista en él.
Ahora que ya levantó el trofeo Larry O'Brien quizá Connaughton puede pensar un poco más en el que contaba en 2016 que era su sueño: “En mi cabeza pienso que seré pitcher en la MLB. Quiero lograr eso, es un sueño personal. No sé cuando sucederá".
Eso sí, si de jugadores que le aportaron energía a Milwaukee hablamos no se puede marginar el nombre de Donte DiVincenzo, por más que este año fue siempre titular y que por una lesión en el tendón del pie izquierdo se quedó fuera de los Playoffs desde el tercer partido contra Miami Heat. "Todavía es como si estuviese con nosotros en la práctica. Siempre está a nuestro alrededor. Siempre está con nosotros y siempre ha hablado. Me ayudó mucho a lo largo de la serie con Brooklyn. Me hablaba. Me decía qué hacer y eso que es como tres o dos años más joven que yo. Y eso significa mucho para mí, significa mucho para el equipo que a pesar de todo lo que le ocurrió todavía esté aquí tratando de ayudar al equipo de cualquier manera posible", relataba Giannis Antetokounmpo hace unos días sobre su compañero.
Milwaukee perdió los 10,4 puntos, 3,1 asistencias y 5,8 rebotes de DiVincenzo con 38% de acierto en triples pero no su apoyo. Y dentro de la cancha entre Bobby y Pat hicieron lo posible para no extrañarlo en unos Bucks que, tras las críticas de años anteriores, finalmente terminaron funcionando con una rotación bastante más acotada, pero con todas sus piezas ordenadas. No todos están para lucirse en un campeón, pero si para hacer una parte vital del trabajo.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.