Atlanta Hawks dio la sorpresa, se quedó con el séptimo partido como visitante y eliminó a los Philadelphia 76ers de un candidato a MVP como Joel Embiid. Por segunda vez en los últimos 50 años los de Georgia estarán en las Finales de Conferencia y en contraste con aquella temporada 2014-2015, en la que tuvieron cuatro All-Stars, esta vez lo lograron sin algún jugador que haya sido nominado para la cita de las estrellas de la temporada actual que justamente tuvo lugar en Atlanta.
Así los Hawks marcan un hito histórico: son el primer equipo del siglo XXI en lograr superar dos rondas de Playoffs sin tener un All-Star. El último equipo en hacer algo así fue Indiana Pacers en 1994, equipo que justamente eliminó a los Hawks en seis partidos en la Segunda Ronda para terminar perdiendo por 4-3 contra New York Knicks en aquella recordada definición del Este con Reggie Miller encendido. Si, Miller, el hombre que ese año ganó el desprecio de gran parte de la fanaticada del Madison Square Garden que este año volvió a sentir algo parecido justamente contra Trae Young, un anotador de personalidad similar a la de la leyenda de los Pacers.
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Young, All-Star en 2020 como titular, no fue elegido este año con cierta lógica: quedó sexto en la elección popular de guardias del Este y no contó con el respaldo de sus colegas, prensa o entrenadores en una campaña que tenía a sus Hawks con récord de 14-20 a fecha del 1 de marzo por más de que él estaba promediando 26,5 puntos y 9,5 asistencias por partido, estadísticas sensacionales para un jugador de 22 años. Kyrie Irving, Bradley Beal, Zach LaVine, James Harden, Bradley Beal y Ben Simmons llevaban más mérito individual o colectivo.
Todos ellos ahora estarán mirando lo que resta de la postemporada desde su casa mientras Trae sigue presentando su talento en el escenario más grande: promedia 29,1 puntos, 10,4 asistencias y 1,3 robos por partido, algo que nadie logró en Playoffs previamente disputando al menos 10 partidos.
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Pero esto es un deporte colectivo y no solamente de Trae Young viven los Hawks, más allá de que la influencia del base nacido en Texas es gigante. Por algo en su temporada anterior, con Young como All-Star, apenas ganaron 20 partidos de 67 y ni siquiera consiguieron el derecho a participar de los Seeding Games en Orlando.
El equipo está compuesto actualmente por 17 jugadores de los cuáles a excepción de Young ninguno conoce la experiencia de disputar un All-Star Game, misma situación que la de aquellos Pacers de Miller en la que Antonio Davis, Dale Davis y Rik Smits llegarían al All-Star más adelante en el tiempo.
Eso no quita que nombres como Bogdan Bogdanovic, Lou Williams, Clint Capela o Danilo Gallinari ya tengan un nombre hecho en la NBA y el talento suficiente para aportar su ladrillo en la construcción de estos Hawks finalistas del Este como también los jóvenes John Collins, DeAndre Hunter o Kevin Huerter, incorporados vía Draft como el rookie Onyeka Okongwu, sexta selección del último Draft.
Conforman un equipo que en ataque se apoya en la creatividad de Young pero que tanto en el perímetro como en la zona pintada presenta rematadores o tiradores que aprovechan sus pases, que tiene en el banco a un relevo como Lou Williams de perfil parecido a Young para tratar de sostenerse en los minutos en los que Trae descansa y que defensivamente es empujado por el trabajo colectivo para de esa manera lograr tener el cuarto mejor rating defensivo de los Playoffs 2021 (107,7 puntos recibidos cada 100 posesiones, casi cinco puntos mejor que su número de Fase Regular).
Hunter, alero titular desde su debut en la NBA pero baja por lesión durante casi toda la 2020-2021 y que quedó marginado del equipo por otro problema físico luego de la serie ante los Knicks, Huerter, fundamental en el séptimo partido contra los 76ers con 27 puntos inesperados luego de haber sumado 0 en el quinto encuentro, y Gallinari, principal anotador desde el banco, llevan al menos un 42% de acierto en triples de catch and shoot en estos Playoffs: 42,9% para Hunter y 44,2% para Gallinari y Huerter, quedando estos dos en el top ten de los tiradores de tres puntos más fiables en esta situación en los Playoffs (entre los 35 jugadores que al menos realizaron 30 intentos así). Huerter también está en el top 15 en EFG% en lanzamientos desde el drible, con un 53,7%.
Gallo también brilla estadísticamente en otro apartado: definir el pick and roll. El italiano próximo a cumplir 33 años es el segundo jugador que consigue más puntos por posesión en ese aspecto en los Playoffs, con 1,53 puntos por acción siendo el decimotercer jugador con más jugadas de ese tipo (17 posesiones en 12 partidos). Capela y John Collins son más buscados por Trae Young de esa forma y el suizo también se destaca, con 1,31 puntos por posesión.
En los tableros se hace fuerte Capela, acostumbrado a estar entre los principales ases del rebote en la NBA del último lustro. Es uno de los cinco jugadores con más rebotes defensivos por partido de estos Playoffs y el tercero que agarró más rebotes defensivos desafiados por un rival, apenas detrás de Joel Embiid y Kevin Durant. Capela recogió hasta el momento el 70% de los rebotes de los que tuvo chance según NBA.com/stats. En rebotes ofensivos contestados también se ubica tercero y recogió el 41,7% de esos tableros en los que tuvo oportunidad.
Lou Williams, anotador profesional que lleva 16 temporadas haciendo este trabajo en la NBA, a los 34 años está entre los jugadores más eficientes de la NBA a la hora de anotar en acciones de 1 vs. 1 en estos Playoffs. Tiene un percentil de 87,5 en este tipo de acciones que apenas es superado por cuatro súperestrellas: Damian Lillard, James Harden, Jayson Tatum y Chris Paul. Williams consigue 1,18 puntos por posesión en estas jugadas de aislamiento típicas suyas, aunque saliendo desde el banco lógicamente ejecutó varias menos que los demás. Traspasado hace tres meses desde LA Clippers a cambio de un Rajon Rondo que no terminó de encajar en Atlanta, es una incorporación que le valió a los Hawks para este momento.
El volador Collins no juega demasiado en el poste (15 posesiones así en 12 partidos), pero cuando lanza desde allí es certero. Es el jugador con mayor acierto en tiros de campo en esas acciones, con 7 encestados sobre 11 lanzamientos al igual que Aaron Gordon. En los putbacks rematando tras el rebote ofensivo también es una amenaza: entre él y Capela suman 46 puntos en 12 partidos dejando a los Hawks en el top 5 de la liga. JC también es el jugador que le sacó más faltas ofensivas a sus rivales en la postemporada 2021: ese dato es de importancia antes de enfrentar a Giannis Antetokounmpo, un jugador proclive a caer en esas trampas.
El serbio Bogdanovic nunca fue un gran defensor y ni siquiera ahora se puede decir que está por encima de la media, pero en unos Playoffs en los que está siendo bastante inconsistente con el tiro (39,3% en tiros de campo y 30,% en triples, muy por debajo de su 47,3% y 43,8% de Fase Regular más que nada por lo flojo que estuvo en los últimos partidos ante los Sixers jugando con una molestia en la rodilla derecha) no negocia el esfuerzo. Es por amplia diferencia el jugador con más deflecciones de balón en los Playoffs: 46 contra 39 de Paul George o 38 de Ben Simmons, especialistas defensivos. A la vez Bogdanovic recuperó 9 balones sueltos: su toque ofensivo es lo único que está faltando.
Desde que se implementó el All-Star Game en la temporada 1950-1951 no hubo algún equipo que haya sido campeón de la NBA sin All-Stars en una temporada en la que se haya disputado ese evento (en 1999, cuando San Antonio Spurs fue campeón por primera vez, no se realizó por única vez). Los Hawks sueñan con desafiar a la historia.
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