Cuando todo parecía confuso y poco alentador, Minnesota vivió una de las mejores noches de la temporada. O, quizás, la mejor. Porque la victoria como visitante contra Oklahoma City (119-117) fue mucho más que eso. Fue la recuperación de un equipo que venía impactado tras el despdido de Tom Thibodeau, y fue el debut mágico de Ryan Saunders, cuyo apellido es un sello para la franquicia.
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— FOX Sports North (@fsnorth) 9 de enero de 2019
Ryan Saunders and the @Timberwolves win in his head coaching debut! #AllEyesNorth pic.twitter.com/InZVoUOvQX
Ryan es el hijo de Flip, un histórico de los Wolves que dejó una marca imborrable y también un dolor que aún perdura tras su fallecimiento en 2015. Hasta hace unos días era asistente técnico, y tras la salida de Thibs asumió como entrenador interino. Y tomó el desafío de la mejor manera, comandando una actuación integral de los suyos y desatando un festejo muy especial, en la cancha y en el vestuario, donde sus jugadores lo felicitaron de una y mil maneras.
No es para menos. No sólo por convertirse en el técnico más joven en conseguir una victoria en su debut en los últimos 40 años (tiene 32), sino por el recuerdo de Flip, que fue constante y fue el destinatario de la dedicatoria después del encuentro. "Es todo de los jugadores. Es increíble cómo se mantuvieron conectados a lo largo de todo el partido y en el tramo final. Hubo muchas veces donde nos podíamos haber caído, y no nos pasó. No me alcanzan las palabras para hablar de este equipo", señaló Ryan.
Sus dirigidos expresaron la alegría. "Mostró todo su repertorio como entrenador", dijo Karl-Anthony Towns. "Esto es algo que todos recordaremos para el resto de nuestras vidas, por lo duro que fueron estos últimos días, y por lo importante y especial que es este momento para Ryan y su familia. Fue realmente grandioso", cerró Tyus Jones.