Son solamente nueve los equipos que tienen más victorias que derrotas como visitante en lo que va de la temporada 2019-2020 de la NBA. Ocho de ellos también poseen un récord positivo como local y están entre los mejores de este campeonato: Los Angeles Lakers, Dallas Mavericks, Houston Rockets, Denver Nuggets, Milwaukee Bucks, Boston Celtics, Miami Heat y Toronto Raptors. Pero hay uno que es una rara excepción: se trata de Minnesota Timberwolves.
El equipo de Minneapolis, que tiene como gran figura a Karl-Anthony Towns y donde Pablo Prigioni oficia como asistente principal del entrenador Ryan Saunders, ganó 7 de 13 partidos fuera de casa y se impuso en apenas 3 de 10 juegos realizados en el Target Center. Eso lo lleva a un récord de 10-13 que en los últimos días finalmente lo sacó de la zona de Playoffs, estando ubicados décimos en la Conferencia Oeste al 11 de diciembre.
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Es paradójico que un equipo gane más partidos como visitante que como local. Si tomamos los 50 récords más exitosos de la historia de la NBA en temporada regular podemos observar que ninguna de esas campañas tienen una característica así, lo que no es una buena señal para los Timberwolves. De hecho, revisando la propia historia de la franquicia, las nueve veces que lograron clasificar a Playoffs fue haciéndose fuertes en su estadio como parte principal.
¿Por qué le ocurre esto a Minnesota?
Tanto Andrew Wiggins como Karl-Anthony Towns, las dos figuras del equipo, se perdieron partidos en casa: cuando el canadiense faltó contra Washington Wizards y Houston Rockets, Minny perdió por al menos 20 puntos, lo mismo que ocurrió cuando no estuvo el dominicano frente a Milwaukee Bucks. Pero ellos dos también faltaron a algunos juegos de visitante que terminaron con caídas, por lo que esto no argumenta del todo la diferencia en el balance.
Yendo a las estadísticas generales del equipo empezamos a encontrar las diferencias. Increíblemente Minnesota es mucho más efectivo con el tiro como visitante, en canchas en la que sus jugadores no están tan acostumbrados a jugar como en la propia. Los Timberwolves tienen una efectividad de campo del 41,7% en casa y fuera crecen a un 46,7%, una mejora sustancial sobre los más de 90 lanzamientos intentados que lleva a que como visitantes anoten 118,5 puntos contra los 109,5 que convierten en el Target Center.
En los triples también hay un cambio. Minnesota prueba menos de visitante (37,1 contra 40,1) pero encesta más (13,9 frente a 11,2), mientras que también tiene más asistencias y menos pérdidas de balón al salir de su estadio.
Repasando a sus figuras, se nota el impacto de esto. Karl-Anthony Towns está en nivel de All-Star esta temporada, pero es mucho mejor cuando tiene que viajar: promedia 27 puntos, 10,8 rebotes y 5,3 asistencias como visitante y 25 tantos, 13 recobres y 3,4 pases-gol de local. En la efectividad está la diferencia: 55% de campo y 47% desde el triple en la ruta, 47% y 37% en casa. De porcentajes de elite a los de un jugador promedio, siendo el segundo que más tiros por partido intenta en los Wolves.
Otro que recibe un impacto negativo al ser local es Jeff Teague, el tercer máximo anotador del equipo. Tanto en Minnesota como de visitante promedia unos 13 puntos por juego aproximadamente, pero mientras que de visitante acierta un 40% de sus triples, en Minneapolis convierte un pobre 22%.
Jake Layman es otro que sufre de algo parecido: tiene un 48% en triples al ser visitante (13-27) y un 22% en el Target Center (6-27), mientras que Josh Okogie lanza un 45% fuera de casa y un 13% de local, tendencia que se repite con sus lanzamientos de campo: 53% y 35%.
El calendario de los 23 partidos ya disputados dice que el récord combinado de los rivales de Minnesota como local es mejor y esto también debería explicar un poco los resultados: 120-114 suman los equipos a los que recibieron y 152-156 los que fueron a visitar. Sin embargo, algunos se repiten con resultados que caen en esto. A los débiles Washington Wizards le ganaron en la Costa Este pero perdieron con ellos al recibirlos, lo mismo que pasó con Utah Jazz. En cuanto a Phoenix Suns, con quién batallan por el octavo puesto, cayeron en las dos sedes de los partidos.
Además de querer corregir esta tendencia, el entrenador Ryan Saunders enfrenta otros problemas ahora: su equipo cayó en un pozo, con cinco derrotas consecutivas y recibiendo al menos 120 puntos en los últimos cuatro juegos. Frenar esto rápidamente es menester para que el tren de la postemporada no comience a escaparse.
En la noche del miércoles (19:00 horas de CDMX, 22:00 horas de Argentina) los T-Wolves recibirán a Utah Jazz, un rival de fuste que está cuatro puestos por encima de ellos y viaja a Minnesota con jugadores de la talla de Rudy Gobert, Donovan Mitchell, Bojan Bogdanovic y Mike Conley. Pero los Jazz son un caso bastante opuesto al de Minnesota: fuertes como local (9-3) e irregulares en la ruta (4-8). Será cuestión de ver qué tendencia se impone en un partido que presenta el atractivo duelo entre Towns y Gobert, dos de los mejores pivotes de la NBA.
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