Después de casi un mes de sequía, Minnesota volvió al triunfo. Los de Ryan Saunders vencieron a los Sacramento Kings por 105-104 en doble tiempo suplementario, cortando con una tremenda seguidilla de 11 derrotas consecutivas. Los Wolves no jugaron bien y sufrieron hasta el último instante para conseguir la victoria, pero poco más podían pedir a esta altura: de una manera u otra, necesitaban salir del pozo, especialmente mientras aún esperan por la vuelta de Karl-Anthony Towns (lesión en la rodilla izquierda).
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Sin el dominicano, el que disfrutó de muchos más lanzamientos en el juego interior fue el senegalés Gorgui Dieng, quien se terminó transformando en la figura de la noche, con sus 21 puntos y 15 rebotes. En el ganador también hubo 19 puntos y 8 rebotes de Robert Covington, mientras que Andrew Wiggins sumó 18 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias, pero con un flojísimo 4-19 de campo.
GORGUI GIVES
— Timberwolves (@Timberwolves) December 27, 2019
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GORGUI GOES pic.twitter.com/64GzBFuNRx
En Sacramento lo mejor vino de la mano de Richaun Holmes: 20 puntos, 18 rebotes (marca personal) y 9-15 de cancha. El resto sumó pero con muy bajos porcentajes: Bogdan Bogdanovic 19 puntos con 8-28 de cancha y Buddy Hield 17 tantos con 6-20 de campo.
A career-high night for @rich_holmes22 with 1️⃣8️⃣rebounds 🙌 pic.twitter.com/WnDVPynYxu
— Sacramento Kings (@SacramentoKings) December 27, 2019
Capítulo aparte para el tema físico en el local: Marvin Bagley, quien llevaba 18 puntos en 20 minutos, debió abandonar el juego con una lesión en el pie izquierdo, mientras que De'Aaron Fox solo pudo jugar 2 minutos, antes de salir con espasmos en la espalda. Se prende la señal de alarma en California.
¿Quién quiere ganarlo?
Lejos de tratarse de uno de esos encuentros en el que ambos se alternan diferentes conversiones claves, el partido precisó de dos tiempos extras por la incapacidad ofensiva que mostraron los dos equipos. El 35% de cancha con el que terminaron el partido habla a las claras de lo que fue la producción del ataque de uno y otro. De todas maneras, el que peor la tuvo en la definición fue el conjunto de Luke Walton: anotaron apenas 11 puntos en el último cuarto, perdiendo una ventaja de 8 puntos en su favor.
Lo cierto es que ambos tuvieron todo tipo de oportunidades para ganar el juego: hubo potenciales disparos ganadores fallados por Andrew Wiggins, Harrison Barnes, Bogdan Bogdanovic y en última instancia, Buddy Hield. Las ausencias de jugadores como Towns y Fox se sintieron especialmente a la hora del cierre. Hubo pocas ideas, nervios y por sobre todas las cosas, bajos porcentajes.
Más allá de todo esto, Minnesota debe sentirse más que satisfecho con la victoria. Después de todo, la consiguió como visitante, sin su súperestrella, con un 10-46 en triples y con Wiggins y Teague combinándose para 9-36 de cancha. Ganar en ese contexto tiene un mérito innegable, mientras que Sacramento sigue dejando pasar chances doradas y se aleja cada vez más de la pelea del Oeste.
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