Miami Heat es uno de los equipos más sólidos del primer mes de la temporada, y también podría considerarse una grata sorpresa. Que quede claro: los de Erik Spoelstra entraban en la lista de potenciales candidatos para clasificarse a Playoffs, pero hasta acá se han mostrado como algo más que un conjunto de postemporada. Los de Florida lucen como aspirantes a la parte alta de la Conferencia Este (están terceros con récord de 10-3), y uno de los grandes responsables del excelente andar es Jimmy Butler.
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Curiosamente, el fichaje estrella del Heat en el verano tendrá por delante un back to back muy especial. Es que este viernes (19 CDMX, 22 Argentina) y sábado (18.30 CDMX, 21.30 Argentina) tendrá dos visitas consecutivas a lugares conocidos y significativos para su carrera: en primer lugar, tocará enfrentarse a Chicago Bulls, el lugar que lo recibió en la NBA; y 24 horas después habrá que ir a Philadelphia para medirse contra los 76ers, su último equipo antes de esta etapa en Miami.
Chicago, su primera casa
Butler cerró la primera ronda del Draft 2011, pero ese 30° pick usado por los Bulls sería un enorme negocio con el correr de los años. Pasó sus primeras dos campañas creciendo y sumando desde atrás en un equipo protagonista en aquel entonces, hasta que en la tercera (2013-2014) se ganó la titularidad. Claro que hasta ahí el escolta era una jugador de rol, diseñado principalmente para la defensa y con un juego ofensivo limitado de recursos.
Sin embargo, en el siguiente curso explotó. Aquella 2014-2015 lo llevó al estrellato, poniéndose el cartel de jugador franquicia y liderando no sólo atrás, sino también en ataque (hasta ganó el premio al Jugador de Mayor Progreso). Butler se transformó en uno de los mejores jugadores two-way de la NBA, y fue líder de un habitual candidato. Fueron tres campañas seguidas siendo All-Star, con promedios de al menos 20 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias y 1,5 robos.
Pero los Bulls empezaron a tomar otro rumbo desde la llegada de Fred Hoiberg, que marcó el cierre de una etapa significativa como lo fue la de Tom Thibodeau. Y después de la eliminación en la primera ronda de los Playoffs 2017 (contra Boston Celtics), hubo reinicio y reconstrucción, que tuvo su punto de partida en el traspaso de Butler a Minnesota.
"Siempre es especial jugar acá, porque es el lugar en donde empecé siendo un chico de 21 años. Fui un afortunado por poder jugar frente a estos maravillosos aficionados, en esta gran ciudad y en un lugar con enorme historia a partir de grandes jugadores. Este lugar siempre será una casa, y de hecho paso parte del verano acá. Siempre tendré amor por esta ciudad, nunca cambiará eso", señaló Jimmy para NBC Sports Chicago.
Fueron 6 sus temporadas en la organización, con promedios de 15,6 puntos, 4,8 rebotes, 3,1 asistencias y 1,5 robos en 399 partidos de fase regular. Será su tercera vez visitando el United Center con otra camiseta. ¿Las otras?
- Derrota por 114-113 jugando para los Wolves, sumando 38 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias y 4 robos el 9/2/018
- Derrota por 108-107 jugando para los 76ers, sumando 22 puntos, 3 rebotes, 4 asistencias y 3 robos el 6/3/2019
Philadelphia, el lugar "ideal" que no funcionó
La unión de Butler con Minnesota no tuvo éxito. Sí, en su primera temporada allí fue clave para el regreso de la organización a los Playoffs después de 14 años. Pero la química con un plantel joven y talentoso no fue la ideal. Es más, el verano previo a la 2018-2019 tuvo un episodio ya famoso, con el reporte de un entrenamiento en donde Jimmy -quien había pedido un traspaso- fue duro con sus compañeros.
Lo concreto es que, después de 10 encuentros con los Wolves en ese curso, llegó el canje rumbo a Philadelphia. Y las expectativas eran altísimas para aquel núcleo que ya tenía a Joel Embiid y Ben Simmons, y que unos meses después sumaría a Tobias Harris. Los Sixers tenían piezas de altísima calidad, contaban con personalidad y experiencia... Pero el lanzamiento de Kawhi Leonard en aquel Juego 7 de las semifinales de los Playoffs contra Toronto terminó adentro. Y la derrota pegó muy fuerte.
Lo concreto es que Butler entró a la Agencia Libre, y muchos pensaban que llegaría la renovación con los 76ers. Pero terminó eligiendo a Miami. ¿Pasó algo en el medio? "Nadie sabe lo que pasó en Philly. Y lo dejaremos ahí por ahora. Todo se sabrá cuando sea el momento, que no es ahora", dijo en su momento el escolta para Yahoo Sports, en un mensaje con misterio pero dejando ver que algo se quebró.
Fueron 55 partidos de fase regular con los 76ers, con medias de 18,2 puntos, 5,3 rebotes, 4,0 asistencias y 1,8 robos en 33,2 minutos.
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Miami Heat, el lugar ideal
Después de dos estadías cortas y con idas y vueltas, Florida parece haberle caído como anillo al dedo a Butler. En reiteradas oportunidades marcó lo cómodo y feliz que se siente en la franquicia, y por ahora todo funciona: química con el plantel, rendimiento colectivo y valoración del entorno.
"Nos ha ayudado a ganar. Estuvimos buscando un jugador así por mucho tiempo. Es un jugador competitivo y que sabe cómo impactar para ganar. Es un jugador del pasado en cuanto a no importarle sus estadísticas individuales. Si necesitamos un partido de 35 puntos, lo hará. Pero también está pasando la pelota. Está siendo un base efectivo, en un rol como lo tuvimos a LeBron James y Dwyane Wade antes. Nos ayudó en todo, incluso para darle confianza a nuestro núcleo joven", lo elogió su entrenador Spoelstra.
Jimmy está promediando 18,7 puntos, 5,7 rebotes, 7,0 asistencias y 2,7 robos en este inicio de temporada. Salvo los tantos, todas serían sus mejores marcas en la liga. Madurez, comodidad, confianza. A los 30 años, Butler parece haberse encontrado a sí mismo nuevamente. Y ahora le toca volver a dos lugares especiales.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
