La generación U-18 de mujeres y hombres llevan años de desarrollo con la mentalidad de trascender y cambiar el rumbo del baloncesto mexicano. Duermen, estudian y entrenan en el Centro de Alto Rendimiento en busca de cumplir sus sueños, dejando atrás a su familia y creciendo día a día como deportistas profesionales. Y tener a alguien que ha convivido con ellos en la NBA, como Juan Toscano-Anderson, es una inspiración.
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Cuando el mexicoamericano llegó a la mejor liga deportiva del planeta, una de sus metas era que las niñas y niños lo voltearan a ver para que se dieran cuenta que pueden lograr sus objetivos. Pasaron casi cuatro años desde que el útimo mexicano jugó en la Asociación (Jorge Gutiérrez) y ahora Juan inspira a una nueva generación que quiere trascender en un Mundial de la categoría.
“Me causa mucho orgullo. Gracias a él, yo trabajo todos los días fuerte, para llegar a la NBA, mi sueño”, respondió Bryan Ceballos, seleccionado que a los 13 años dejó a su familia, sobre ver al jugador de los Golden State Warriors como el quinto mexicano en jugar en la mejor liga deportiva del planeta.
“Es mucha motivación. Ver mexicanos en la NBA es impresionante, dices ‘yo quiero estar ahí’. También tenemos aquí a Horacio Llamas que es una leyenda y nos apoya en muchísimas cosas. Yo creo que muchos niños, muchas gente quisiera estar aquí y tener al apoyo de ellos. Tenemos aquí en persona es algo increíble”, contó el seleccionado Diego Martínez.
Toscano ya ha convivido con muchos de ellos. Cuando han habido compromisos de la selección nacional, se concentran en el CNAR donde muchos de los jóvenes han tenido de cerca a una de las figuras del baloncesto mexicano. Y eso les ayuda para trabajar a diario para cumplir ese sueño NBA que tienen, como los mejores prospectos que existan de su edad.
“Significa esfuerzo y mucho trabajo duro, mucho trabajo duro. Yo recuerdo cuando — yo soy de Ciudad Victoria Tamaulipas, y de allá son los Correcaminos —. Cuando yo iba a los juegos de ellos, veía a Juan y decía, ‘ese chico tiene buen potencial’. Cuando llego acá (al CNAR) y me empiezo a relacionar con las personas de selecciones mayores, cada vez lo veía progresando y progresando, es un orgullo. Es como cuando las generaciones chicas nos ven a nosotros y nosotros los vemos a ellos. No es algo imposible. Se puede lograr mientras seas ordenado y disciplinado”, dijo Gilberto Berrones, base de Tamaulipas que a los 14 años dejó a su familia y quien durante un tiempo estuvo con la NBA Latam Academy.
Y estos jóvenes se ponen la presión de lograr un cambio en el baloncesto local. Mientras tanto, nuevas puertas se abren para continuar con su carrera. Primero, ver el ejemplo de Juan Toscano en la NBA los ayuda en su trabajo a diario. También, la llegada de Capitanes de la Ciudad de México a la NBA G-League les da otra fuente de motivación.
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