El tiempo pasa para todos, incluído para LeBron James. Una de las principales estrellas de la liga desde hace 18 temporadas iniciará un nuevo curso con el mismo objetivo de siempre: luchar por el campeonato.
No obstante, el estado físico del nativo de Akron ha estado en cuestión durante el último año, y es que el jugador de Los Angeles Lakers experimentó una complicada lesión en el tobillo derecho que lo obligó a perderse 26 partidos consecutivos y lo mermó notablemente. Antes, en la campaña 2018-2019, el alero ya se vio afectado por una dolencia en la ingle por la cual estuvo ausente 17 duelos seguidos.
En un momento en el que se ha extendido cada vez más la gestión de cargas, el descanso de las estrellas o load management, como es conocido más popularmente, LeBron James quiere escapar de esas prácticas, apostando por un acondicionamiento correcto que le permita disputar el máximo de encuentros posibles y así evitar correr riesgos.
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"No juego pensando en las lesiones. Y también me siento peor cuando juego menos minutos", declaró la estrella en la previa del duelo de apertura ante los Warriors (21.00 CMDX y 23.00 Argentina, NBA League Pass).
La reducción de minutos podría ser algo esperable para el #6 de los Lakers, más teniendo en cuenta que pronto cumplirá 37 años y que lo importante ha de suceder en Playoffs y no tanto en temporada regular. Pese a ello, Frank Vogel remarcó la importancia de saber encontrar el equilibrio entre el descanso y la optimización de sus fuerzas.
"En realidad, de alguna manera, si se queda en el banco demasiado tiempo y se enfría, es peor para él regresar a cancha. Especialmente porque ha estado jugando con este tipo de rotación durante tanto tiempo", comentó el técnico. "Probablemente no quiero que juegue 82 partidos. Pero no vamos a prescribir X cantidad de noches libres. Lo afrontaremos como venga a lo largo del año".
Por otro lado, LeBron reconoció que pese a haber regresado de su lesión en el tobillo derecho justo antes del inicio de los Playoffs, su estado físico no era el ideal, algo que le costó poder volver a la actividad durante la offseason.
"Me llevó un tiempo. No hice muchas cosas relacionadas con el básquet durante probablemente los primeros dos meses del verano, lo cual es muy raro para mí, porque mi tobillo no respondía como me hubiera gustado que respondiera", reconoció el 4 veces MVP. "Y lo mejor del verano fue que tuve tiempo. Tuve tiempo para estar realmente listo cuando mi tobillo estuviese listo para funcionar".
"Siempre estaba entrenando, pero no estaba mucho en la cancha. Viendo si podía hacer otras cosas con mi tobillo hasta que llegué a un punto en el que ya no sentía ningún dolor agudo y mi flexibilidad volvió a donde estaba antes. Fue entonces cuando supe que podía conseguir estar vuelta en la cancha", añadió.
Entrando en su 19ª campaña como profesional, el Rey tiene el mismo deseo de conseguir logros y triunfos que al comienzo de su trayectoria, más teniendo en cuenta la inversión que han realizado los Lakers para tratar de alcanzar una vez más el título, especialmente tras el fracaso del pasado año.
"Definitivamente es una situación completamente nueva. Honestamente, el año pasado fue una temporada tan rápida para nosotros saliendo de la burbuja. Las lesiones descarrilaron todo lo que queríamos hacer. Así que esta es una gran oportunidad para nosotros y nos preparamos para empezar a construir", destacó la figura del conjunto angelino. "Estoy motivado por tener la oportunidad de ganar un campeonato. Por eso juego. Es una de las sensaciones más grandes y cortas que tienes. Ganas un campeonato y todo lo que pones en ese año, te golpea de una vez. Y literalmente, un par de horas después, es como: se acabó".
Con una campaña de 82 partidos por delante, Los Angeles Lakers y LeBron James deberán dar pronto con la tecla para conseguir alcanzar todos sus objetivos.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.