Todas las alarmas saltaron en el momento en el que Desmond Bane y LeBron James chocaron durante el último partido entre Los Angeles Lakers y Memphis Grizzlies. La estrella angelina quedó tendida unos instantes en el suelo aquejándose de su pierna derecha, la misma que tantos problemas le dio el pasado curso y le hizo perderse 26 partidos consecutivos.
El estado de salud del jugador que pronto cumplirá 37 años es uno de los puntos clave para los de Frank Vogel, pues la lesión sufrida en la campaña anterior parece haberlo limitado considerablemente, llegando a declarar que tuvo que reducir la carga de entrenamientos durante la offseason por las secuelas que le dejó.
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En el momento en el que se produjo el choque el miedo se apoderó de LeBron, pues las similitudes entre esa acción y la que lo lesionó contra Atlanta Hawks el pasado mes de marzo. Los servicios médicos de la franquicia actuaron rápido, sacándolo del partido y calmando al jugador para que pudiese volver a cancha, finalizando con 19 puntos y 6 asistencias, siendo 13 de esos puntos logrados en la segunda mitad. Una actuación clave para que los Lakers consiguiesen la primera victoria de la temporada por 121-118, un hito no menor pues el arranque de los californianos está siendo una de las sorpresas en negativo de lo poco que llevamos de competición.
Al terminar el duelo, James compartió sus impresiones sobre lo ocurrido y qué pasó por su cabeza en el instante en el que se vio tendido en el suelo. "Lo primero que pensé fue: otra vez no", reconoció el jugador. "Porque, obviamente, lo ocurrido fue muy similar, aunque no el mismo tipo de jugada. Cuando un jugador se te cae encima no hay nada que puedas hacer para evitarlo y no puedes quitar la pierna a tiempo. Quise tomarme un momento en el suelo, esperando que no fuese a peor. Tuve la oportunidad de atarme yo mismo la zapatilla y ver si era capaz de andar y así fue".
Lo ocurrido frente a Memphis no debería revestir gravedad ni hacer que James se pierda ningún partido. De hecho, el jugador expresó que pese a sentir todavía dolor esperaba estar listo para el siguiente duelo, y en el último informe de lesionados fue incluído como "cuestionable", lo que significa que tiene un 50% de probabilidades de estar presente.
Sin duda, un LeBron James sano y en plenas condiciones es clave para que en el corto plazo los Lakers puedan darle la vuelta al balance de 1-2 que atesoran, así como los ajustes y encajes que todavía necesitan hacer en su sistema.
San Antonio y la oportunidad de remontar el vuelo
Históricamente, jugar en San Antonio no ha sido un plato de buen gusto para LeBron James. En las 19 ocasiones previas en las que se ha enfrentado a los Spurs en el AT&T Center tan solo ha vencido en 8 de ellas. Un balance negativo contra los de Gregg Popovich que parece estar cambiando en los últimos años, pues en las últimas 4 visitas a la ciudad de Texas con Los Angeles Lakers, la estrella ha salido triunfante en todas ellas.
No solo eso, sino que además James ha sido la figura principal de su equipo en estas últimas campañas cuando ha jugado en San Antonio, con una media de 26,5 puntos, 11,2 asistencias y 7,5 rebotes.
Ahora, de vuelta en la ciudad texana por primera vez desde enero, los Lakers se presentan con la necesidad de ganar, pudiendo no solo extender la racha individual del jugador sino encauzar el balance hasta un 2-2. Ganar es el mejor bálsamo para todo mal, sobre todo si la presión empieza a crecer como puede ser el caso de los angelinos.
Y es que los de Frank Vogel están todavía en construcción, habiendo cambiado completamente el plantel respecto al curso anterior y añadiendo jugadores nuevos en posiciones clave como pueda ser la de base, encarnada por Russell Westbrook. Todavía es pronto para valorar en su justa medida a los californianos, los cuales ocupan el 10º lugar en eficiencia ofensiva pero el 25º en defensiva.
"Tenemos que seguir desarrollando nuestro acondicionamiento para que las jugadas que requieran un esfuerzo extra sean más frecuentes", dijo Vogel recientemente. "Pero creo que todavía es temprano en la temporada y tenemos un grupo de veteranos que todavía se está poniendo a punto". "No hemos puesto todo nuestro libro de jugadas al completo todavía", comentó LeBron tras vencer a los Grizzlies.
Por su parte, los Spurs llegan en las mismas condiciones que sus rivales, con un balance de 1-2, aunque habiendo perdido sus últimos dos compromisos contra Bucks y Nuggets. Los de Popovich han demostrado tener un buen potencial defensivo, lo cual debería poner en aprietos a los angelinos, más con LeBron en duda. Un duelo que tendrá lugar en la noche del martes (19.30 CDMX, 21.30 Argentina) y que podrá seguirse a través de NBA League Pass.
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