La relación de LeBron James y Kyrie Irving es una de varias en la NBA marcadas por las idas y vueltas, una pareja que estaba llamada a cosas grandes, que las consiguió a su debido tiempo pero que tuvo un final inesperado para, luego de un tiempo, encontrar un punto de calma que permitió seguir adelante. El fin y al cabo, lo ideal a la hora de pensar que son dos de los mejores talentos de la competencia, tan iguales como diferentes...
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Este jueves (19 CDMX, 22 Argentina), el Rey y Kyrie volverán a verse las caras por sexta vez desde aquella separación después de ser campeones con Cleveland Cavaliers en 2016. El contexto, completamente diferente. En Brooklyn, los Nets necesitados de victorias y buenas sensaciones recuperarán a su base tras un encuentro afuera por una molestia muscular, para recibir a los Lakers de LBJ, quienes vienen de ganarle a los vecinos New York Knicks apenas 24 horas atrás para sostenerse en la cima del Oeste.
De idas y vueltas se trata la historia entre estos cracks...
La unión en Cleveland para llegar a lo más alto
Después de 4 temporadas en Miami Heat (todas en las Finales) y de la dura derrota en la definición del 2014 ante San Antonio Spurs, LeBron sintió que necesitaba volver a casa para saldar su deuda. Aunque esta vez, la situación iba a ser muy diferente. Allí lo esperaba un Irving de 22 años que, en sus primeras tres temporadas en la NBA, había logrado dos selecciones al All-Star y había dejado en claro que su talento era top.
Los Cavs completaron el combo con la llegada de Kevin Love, y en un abrir y cerrar de ojos, un equipo que durante cuatro campañas sin el Rey no había superado los 33 triunfos en un curso pasó a tener un Big 3 para pelear por el campeonato.
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Y así fue nomás... Unas Finales 2015 de aprendizaje (y con Kyrie lesionado en el primer partido) cayendo ante la indetenible irrupción de los Golden State Warriors de Steve Kerr hasta llegar a aquella definición de 2016, donde un Irving de 24 años acompañó de la mejor forma posible el trabajo titánico de LeBron para dar vuelta aquel 1-3 que se transformó en campeonato para los Cavaliers. Con algunos problemas físicos, la fase regular del base no había sido la mejor (19,6 puntos y 4,7 asistencias), pero su crecimiento en los Playoffs fue sensacional (25,2 y 4,7), con un pico justo en las Finales: 27,1 tantos de media, con 41 en el Juego 5 para salvar el primer match point en contra, y el recordado triple ante la marca de Stephen Curry en el Juego 7 para sentenciar y escribir la historia.
Todo parecía indicar que el matrimonio iba sobre ruedas... Pero llegaron las piedras en el camino...
El quiebre, el traspaso y el arrepentimiento
Tras conseguir el título en 2016, los Cavaliers llegaron una vez más hasta las Finales, pero los Warriors (ya con Kevin Durant) fueron implacables. No fue ahí, sino por una acumulación. Pero la realidad es que algo se rompió en Cleveland. Kyrie sintió que era el momento para liderar su propio equipo, algo que -estando LeBron- no iba a pasar allí. ¿La salida? Pedir un traspaso.
La franquicia de Ohio lo envió a Boston Celtics, y el camino, lejos de ser lo que pensó Kyrie, fue repleto de espinas. Una primera temporada cortada sobre la parte final por lesión, y una segunda en donde el equipo dio un paso atrás muy claro, todo lo contrario a lo esperado. Los jóvenes Celtics, con Jayson Tatum y Jaylen Brown a la cabeza y sin Kyrie, estuvieron a una victoria de las Finales, cayendo en el Juego 7 de la definición del Este justo ante los Cavs de James. Recuperar a Irving (y a Hayward) era la ilusión rumbo al próximo paso en el siguiente curso, pero el equipo retrocedió, principalmente por una falta clara de química...
Malestar, falta de madurez, reproches... Las situaciones alrededor de Boston tenían un denominador común. Y muchas de esas piedras del camino de aprender a liderar hicieron que Irving mirara las cosas de otra manera. Tanto que entendió que el final con LeBron no había sido ideal.
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Kyrie confesó a comienzos de 2019 que llamó a LeBron para disculparse por cómo se tomaba sus críticas cuando estuvieron juntos en Cleveland. "Fue algo importante para mí, porque llamé a LeBron para disculparme por ser un joven jugador que quería todo a su disposición y su alcance. Quería ser el que nos llevara a un campeonato, quería ser el líder. Quería ser todo eso, y la responsabilidad de ser el mejor del mundo y de liderar a tu equipo no es algo hecho para todos", explicó el base.
Allí se cerró aquella herida. Si hasta hubo rumores de una nueva unión en California, cuando Irving salió a la Agencia Libre en el último verano. Los años no llegan solos, y Kyrie es un buen ejemplo...
La actualidad, muy diferente
El presente, individual y colectivo, los pone en lugares opuestos hoy en día. Los Nets están en el 8° lugar de la Conferencia Este con marca de 18-24. Sí, zona de Playoffs, pero en medio de una racha de cuatro derrotas consecutivas, la última de ellas frente a Philadelphia y sin Irving en cancha, cuidado por una molestia muscular. Lo curioso es que tener a Kyrie en acción no parece ser el remedio de estos Nets. El ex Cleveland apenas jugó 15 partidos en el curso por sus problemas físicos (sobre todo en un hombro), de los cuales su equipo apenas ganó 5.
Por el lado de los Lakers, todo lo contrario. Son los líderes del Oeste (35-9) y el Rey está cerca de escribir otra página de historia grande: necesita 45 puntos para superar a Kobe Bryant y saltar al tercer lugar de la lista de máximos anotadores de todos los tiempos. James acumula 33.599, mientras que La Mamba cerró su legendaria carrera con 33.643. ¿Se le dará este viernes? Parece complicado: LeBron anotó 45 o más puntos en su carrera en 21 oportunidades, pero la última fue el 18/11/2018, vs. Miami Heat.
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¿Cómo está el historial LeBron James vs. Kyrie Irving?
| Jugador | Triunfos | Puntos | %TC | Rebotes | Asistencias | Minutos |
|---|---|---|---|---|---|---|
| LeBron James | 9 | 25,5 | 53,4% | 8,0 | 8,2 | 35,5 |
| Kyrie Irving | 2 | 18,8 | 41,5% | 4,5 | 5,2 | 32,4 |
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
