Carmelo Anthony, LeBron James y Kobe Bryant han sido los jugadores con más acciones decisivas en los segundos finales si tenemos en cuenta los últimos 20 años. Sin embargo, ninguno ha acumulado más tiros para ganar como la leyenda de Los Angeles Lakers. Hasta en 26 ocasiones Bryant anotó un lanzamiento para empatar o ganar el partido con menos de 10 segundos para el final a lo largo de sus veinte temporadas en la liga.
La épica y la mística acompañan a la figura de Kobe como elementos inseparables de su qué y quién, y un 4 de abril de 2003 en la visita del conjunto californiano al Pyramid Arena, el escolta escribió un nuevo capítulo de su particular historia de amor y odio con el clutch.
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Los Memphis Grizzlies no parecían ser el hueso más duro de roer para los campeones del pasado curso, que llegaban a esta cita en back to back tras vencer a los siempre duros Dallas Mavericks. Frente a ellos, un grupo de jugadores jóvenes liderado por Pau Gasol y donde todavía estaban grandes nombres como Jason Williams, Shane Battier o Mike Miller, que durante más de 37 minutos fueron por delante en el marcador.
Gasol y Williams tomaron las riendas del partido a favor de los locales desde el comienzo con su estilo rápido y resolutivo que tomó desprevenida a la defensa de unos Lakers que subestimaron enormemente a sus rivales en la primera mitad. Así, llegados al descanso, la diferencia era ya de 8 puntos y los 22 tantos de Shaquille O'Neal parecían no ser suficientes para contrarrestar la diversidad de armas de las que los Grizzlies parecían disponer. Un parcial tras el descanso con 11 puntos seguidos de Memphis, culminado con un triple desde medio campo para cerrar el tercer cuarto, dejaban el encuentro prácticamente visto para sentencia y con 23 puntos de diferencia.
Fue entonces donde Phil Jackson hizo valer su experiencia. Sacó del partido a Fox, Fisher y Medvedenko, que habían tenido una noche terrible, y entregó las llaves del juego a un Kobe Bryant que hasta el momento apenas había tomado parte con 4 de 9 tiros de campo, a pesar de haber estado 32 minutos sobre la pista.
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La defensa de Janero Pargo y Kareem Rush que forzaron a los Grizzlies a cometer 8 pérdidas en el último asalto, junto al acierto exterior de Bryant (2 de 3), dinamitarían la desventaja en una racha de casi 5 minutos seguidos anotando. Acción tras acción, conversión tras conversión y sin parar de forzar errores a Memphis. La defensa fue el motor de una remontada que dejó a los locales en tan solo 12 puntos en todo el cuarto.
Con 100-98 para los Grizzlies y menos de 40 segundos para el final, Gasol tomó el balón y fue directo al aro cuando por el camino Rush se plantó con los dos pies en el suelo para forzarle a cometer falta en ataque y tirar por la borda cualquier opción de rematar la victoria. Tras eso, un tiro libre fallado por O'Neal en la otra cancha y otro posterior de Pau ponían el marcador 101 a 100 para los locales con tiempo muerto y posesión para Lakers.
3 segundos restaban en el electrónico cuando una sucesión de cortes desvelaron la posición de un Bryant que se encontraba solo en el poste alto, marcado por Battier, y que tras apenas un drible fue capaz de elevarse desde la media distancia para anotar el lanzamiento que les pondría por delante por primera vez desde el primer cuarto.
"Nadie debe olvidarse que ya llegó el mes de abril, que es cuando realmente comienza la competición para los campeones, que somos nosotros", señaló O'Neal tras el partido en declaraciones tomadas en Associated Press. "Cada partido es un reto para nosotros y si quieren ganarnos tendrán que luchar hasta el último segundo", añadió.
"No puedo explicar la frustración que siento, primero por haber fallado el tiro libre decisivo y luego por la forma como hemos perdido un partido que teníamos ganado", dijo un apenado Pau Gasol. "Es ridículo que en el último cuarto, después de cómo jugamos los tres cuartos anteriores, hayamos anotado sólo 12 puntos", se lamentaba.
Otras cosas que sucedieron hoy
- 1996: Los Bulls consiguieron su 44ª victoria consecutiva en casa tras vencer a Miami Heat, un récord arrastrado de la temporada anterior y que supuso la 37ª de la temporada 1995-1996. Chicago perdería el siguiente encuentro ante los Hornets el 8 de abril, terminando ambas rachas.
- 1997: Karl Malone se convirtió en el primer jugador de la NBA en alcanzar los 2.000 puntos en 10 temporadas consecutivas.
- 2015: Marcus Smart anotó este tiro sobre la chicharra para dar la victoria a los Celtics en casa de los Raptors.
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