La ausencia de LeBron James está generando más problemas de los que cabría esperar ante la baja de una figura tan importante. Los Angeles Lakers volvieron a perder y lo hicieron dando una imagen que está pasando de ser una excepción a convertirse en la norma.
Los Minnesota Timberwolves no solo demostraron querer ganar con más ganas, sino que supieron aplicar al encuentro lo necesario para doblegar a sus rivales. Y vaya si lo hicieron, anulando completamente a sus oponentes para vencer por 107 a 83, la anotación más baja de la franquicia californiana desde antes de que llegase James.
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No es que los Lakers perdiesen, pues en los dos últimos partidos parecían haber encontrado cierta velocidad de crucero, venciendo a Charlotte Hornets y Miami Heat, sino el modo en el que cayeron, pasando de tener controlado el duelo a desfallecer inexplicablemente en la segunda mitad. De dejar a Minny en un 38% en tiros de campo y un 14% al triple pasaron a conceder un 53% y 45% mientras ellos se quedaban en un paupérrimo 11 de 44 de campo (25%), 4 de 26 al triple (14,4%) y un total de 5 asistencias en 24 minutos.
"Apestamos. No defendimos. No anotamos. Eso no es solo en este tercer cuarto, es cada tercer cuarto que hemos jugado esta temporada. Salimos lentos, despreocupados ofensiva y defensivamente. Tenemos que hacerlo juntos. ¿Por qué? No tengo la respuesta. Pero tenemos que hacer un mejor trabajo", analizó un desencantado Anthony Davis sobre el rendimiento de Lakers en el tercer cuarto.
"Tenemos que decidir quiénes queremos ser. ¿Un equipo de campeonato? No somos nosotros en este momento. No vamos a ganar un campeonato de la forma en que estamos jugando. Tenemos que ser mejores y debemos preocuparnos más por nuestras victorias en casa. Victorias en general. Esto fue avergonzante", añadió el ala pivote, líder hoy con 22 puntos.
No le falta razón a Davis cuando asegura que noche tras noche el rendimiento del equipo en los inicios de la segunda mitad están lejos de ser ideales. Y es que los Lakers son el segundo equipo en net rating de toda la NBA en el tercer cuarto con -24,6, solo superados por los Detroit Pistons que solo han ganado 2 encuentros en este curso.
"La inconsistencia es un problema", añadió Russell Westbrook. "A veces sabes que es hora de dejarlo ir y seguir adelante. A veces maldices a la gente y te ciegas y, a veces, simplemente dejas que se desarrolle el encuentro. Veremos el análisis mañana. Veremos cuál es la sensación interna, y creo que no hay un alma en ese vestuario que no sepa lo que se suponía que teníamos que hacer esta noche, y simplemente no lo hicimos".
Esta derrota supone la cuarta que han sumado en el Staples Center y acumulando un balance de 6-4 como locales, un registro preocupante teniendo en cuenta que han jugado 10 de sus 13 partidos en casa. Los angelinos deberán aprovechar los dos siguientes compromisos que tendrán ante Bulls y Spurs antes de iniciar una gira de 7 días por el Medio Oeste y la Costa Este.
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Para entonces LeBron James debería estar disponible para jugar de nuevo, una incorporación que daría consistencia a las rotaciones y reduciría la dependencia de figuras secundarias como Malik Monk, Carmelo Anthony o Avery Bradley.
"Definitivamente deberíamos estar ganando partidos", dijo Wayne Ellington, que debutó en esta temporada con 6 puntos. "Sin LeBron deberíamos estar ganando partidos. Obviamente, LeBron es LeBron. Pero al mismo tiempo, no hay excusa para que entremos y tengamos una actuación como la de esta noche. Ese equipo no fue mejor que nosotros".
Un día de descanso tendrán los californianos para prepararse y recomponerse antes de tratar de ganar a unos Bulls que vendrán de perder en San Francisco.
"No hay mejor motivación que una mala derrota", aseguró Frank Vogel. "Creo que nuestros muchachos están enfadados, nuestro cuerpo técnico lo está, y volveremos al trabajo y haremos lo que sea necesario para solucionarlo y mejorar nuestra ejecución. Y todas esas cosas: esfuerzo, concentración, ejecución".
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