Si bien esta temporada ya había tenido a los Clippers con otros momentos de irregularidad y dudas, ninguno más extenso y marcado que el reciente. Los de Doc Rivers no solo acumulan tres caídas de manera consecutiva, sino que además tienen marca de 4-5 en sus últimas nueve presentaciones. Y más curioso aún, tres de esos cinco resultados adversos llegaron frente a rivales que por ahora no están ingresando a Playoffs (dos contra Sacramento y una contra Minnesota). El calendario no es excusa.
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A la hora de empezar a analizar los inconvenientes que afectan a los angelinos, hay un factor imposible de dejar de lado: la inestabilidad de su plantel en cuanto a presencias y bajas.
En esa racha de nueve juegos, Kawhi Leonard se perdió dos, Paul George uno y Patrick Beverley cinco. Mientras que en el interín incorporaron a Marcus Morris y Reggie Jackson, pasando directamente al cuadro titular: cuatro juegos iniciados para el ex Knicks y uno para el ex Pistons.
Los cambios en la alineación titular ya son una constante para los Clippers, quienes han utilizado 28 formaciones diferentes para arrancar un encuentro. Esto incluye cinco partidos consecutivos sin poder repetir quinteto y con récord de 1-4 en esos duelos.
¿La última vez que salieron en juegos consecutivos con la misma formación? Entre el 1 y el 5 de febrero lo consiguieron en tres compromisos al hilo, con Beverley-George-Harkless-Leonard-Zubac. Los californianos ganaron esos tres partidos. ¿Casualidad o causalidad? Nos inclinamos a creer en la segunda opción.
La sensación es que los últimos movimientos de la franquicia tampoco fueron de gran ayuda. Tanto Marcus Morris como Reggie Jackson son jugadores que toman más responsabilidades de las que muchas veces los contextos indican y no siempre con buenos resultados. El 40% de campo (20 de 50) que lanzaron entre ambos en sus primeras cinco presentaciones, marca a las claras esta realidad. Y para un conjunto al que ya de por si le estaba costando encontrar una identidad sostenida en el tiempo, haber incorporado a dos jugadores rupturistas no colabora.
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Para un equipo que ha demostrado innegables problemas de química y rodaje en la 2019-2020, conseguir una estabilidad nominal será el primer desafío en pos de alcanzar su mejor versión. Sin ella, será difícil ver a los mejores Clippers posibles. Al menos durante la Fase Regular.
Pero más allá de cambios y ausencias, hay otra variable importante que influye en este flojo presente del equipo: una ofensiva que ha dado un claro paso atrás y que en los últimos nueve encuentros, aparece rankeada 19 entre los 30 equipos de la liga, con un rating de 110,1.
Durante ese período, los Clippers aparecen 23° en porcentaje de cancha, lanzando un 45,6%. Su eficacia en triples es excelente (38,2%) y superior al resto de la 2019-2020, pero la historia es muy diferente cuando analizamos los lanzamientos de dos.
Desde el 29 de enero a la fecha, los dirigidos por Rivers registran el tercer peor porcentaje en dobles de la liga, con un 49,9%. Solo los Pistons (49,7%) y los Sixers (48,5%) tiran peor desde adentro del perímetro.
Y lejos de poder cargar las tintas en jugadores complementarios, los problemas están vinculados principalmente a los tres máximos anotadores del plantel: Kawhi Leonard, Lou Williams y Paul George, todos lanzando apenas por debajo del 44% en dobles.
Por sus características físicas, lo de Lou no es tan extraño. Pero el bajón de George (47% en dobles en su carrera) y de Kawhi (53% de carrera) es ciertamente notorio. Y la muestra, ya de nueve juegos, no es precisamente pequeña.
¿Pueden los bajos porcentajes de definición de Leonard y George tener que ver con cierto desgaste físico? Después de todo, estamos hablando de dos jugadores constanemente afectados por diferentes lesiones o dolencias. ¿O se trata simplemente de una mala racha, sin muchas más conclusiones para sacar? De nuevo: la muestra ya parece ser lo suficientemente grande, como para prender algunas señales de alarma.
Desde comienzos de campaña, que la sensación alrededor de los Clippers es que serán capaces de apretar el acelerador cuando llegue la hora de la verdad. Y por momentos, su falta de intensidad frente a rivales de menor categoría, parece indicar exactamente eso. Sin embargo, el riesgo de tomar ese camino es grande: si bien por ahora mantienen el tercer puesto, hoy están más cerca de quedar quintos (Utah está a un juego), que segundos (Denver a uno y medio). Y cuidado con el Thunder, que se ha puesto a solo dos encuentros y medio de distancia.
Aunque todavía falten varias semanas para la postemporada, es momento de un click en la temporada angelina. Si no llega, aquella garantía de ser el máximo favorito para dominar los Playoffs, empezará a correr serio riesgo.
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