Comienza una nueva era en Houston Rockets. Bueno, ¿es tan así? Lo que está claro es que son tiempos de cambios. Las salidas de Daryl Morey en la gerencia y Mike D'Antoni en el banco ponen punto final a una de las etapas más particulares por su estilo en la última década. El micro-ball texano en la 2019-2020 fue una propuesta tan revolucionaria como comentada y, a fin de cuentas, poco efectiva para el objetivo final de la organización: un campeonato. Tras la eliminación en las Semifinales del Oeste ante Los Angeles Lakers, los Rockets inician un nuevo camino de la mano de un entrenador debutante pero no poco conocido en el ambiente como es Stephen Silas, quien fue presentado en sociedad y dejó indicios de sus intenciones.
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Si alguien piensa que Houston bajará sus pretensiones, está confundido. "Para mí es genial tener mi primera experiencia como entrenador y hacerlo en un contexto de ganar ahora. Soy un entrenador de ese estilo. El no tener que atravesar los procesos de crecimiento y dolor, y poder pensar en un campeonato desde el inicio, es entusiasmador. Estoy preparado y listo para ello", señaló en la atención a los medios de este jueves.
Coach Silas is excited to be the new coach of the Houston Rockets!
— Houston Rockets (@HoustonRockets) November 5, 2020
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Muchos de los ojos sobre Houston estarán en la manera de jugar, por supuesto. ¿Vuelve el micro-ball? ¿Se cambia de dirección? La conformación del plantel no debería tener grandes modificaciones a partir de una nómina con dos enormes contratos como los de James Harden y Russell Westbrook, un espacio salarial inexistente y la ausencia de picks de Draft. Pero desde la búsqueda y los ideales, Silas parece apostar a algunas modificaciones.
"Una de las cosas que hablamos con Rafael (Stone, el GM) es que en la NBA de hoy no puedes jugar sólo de una manera. Hay que tener múltiples maneras de jugar. El small-ball puede ser parte de eso, pero es posible también el tener un hombre grande, un pivote del tipo tradicional que pueda caer hacia el aro, volcarla o hacer diferentes cosas ante emparejamientos que puedan ser más tradicionales y mejores", señaló el entrenador. Aquí, por supuesto, parece estar uno de los focos de refuerzo, ya que Houston no tiene un interior en su plantel.
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Más allá de grandes o chicos, el centro del juego texano pasará por Harden y Westbrook, sus estrellas. "Les pude dar mi visión sobre cómo quiero que juguemos, y cómo quiero que sean capaces de usar su grandeza para ayudar al equipo a ganar. Y ellos sólo dijeron que harán lo mejor para el equipo", reconoció Silas sobre las conversaciones con ellos. A su vez, el entrenador dejó en claro que más allá de mantener el foco en el poder de ambos en situaciones de aclarados, también se buscarán retoques para potenciarlos.
"Terminaron como el sexto mejor ataque, y no tendría sentido que llegue y haga muchísimos cambios. Pero lo que voy a hacer es tratar de hacerles las cosas un poco más fáciles para ellos, agregar algunas acciones que harán que las defensas tengan que tomar decisiones y les sea más complicado para defenderlos. Trataremos de ser un poco más versátiles en ataque y menos predecibles, pero dejaremos que ellos jueguen con sus fortalezas, considerando esos pequeños cambios para tratar de pasar del sexto mejor ataque al primero de todos. No voy a sacar lo que se hizo bien como grupo, sino que voy a agregar a ello y mejorarlo", analizó.
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