Una de las grandes historias que nos está dejando esta 2019-2020 pasa por la decisión de los Houston Rockets de descartar a todos los internos de su plantel y apostar por un small-ball llevado al extremo, como PJ Tucker como principal referencia en la pintura.
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Los de D´Antoni ya han disputado ocho encuentros con este tipo de alineación y creemos que si bien aún es temprano, ya podemos sacar algunas conclusiones interesantes sobre los derivados de esa decisión. Tanto positivas y negativas. Veamos.
Buen balance
Lo primero y más importante que hay que marcar desde la implementación del small-ball, es que está dando resultados. Los Rockets han ganado seis de los ocho partidos que disputaron con esa táctica, cayendo apenas ante Phoenix Suns y contra el Utah Jazz, gracias a un triple sobre la chicharra de parte de Bojan Bogdanovic.
En el interín vencieron a equipos de Playoffs como Los Angeles Lakers (en el Staples Center), Dallas Mavericks y Boston Celtics. Nada mal para un conjunto que antes de esa racha, había perdido seis de sus últimos nueve encuentros.
¿Se puede atribuir la mejoría directamente a la nueva formación? Solo el tiempo lo dirá, pero mientras tanto, al menos las primeras señales son positivas.
Todo al perímetro
Si los Rockets ya eran un equipo extremadamente perimetral antes de empezar a jugar sin internos, su presente ha roto cualquier medidor. En los ocho juegos de small-ball, Houston promedia casi 48 triples intentados por partido, en comparación con los 43,3 que intentaban en los 47 partidos previos.
Claro que en contraste, el equipo ha perdido presencia en la pintura: están anotando apenas 43,3 puntos por encuentro en esa zona, la 28° marca en ese tramo de la campaña. ¿Cuánto sumaban antes? 47,6 unidades, rankeando 17°.
"Means a lot, just being able to come in and make a major impact. It just shows that my coaches and my teammates believe in me."
— Ballislife.com (@Ballislife) February 7, 2020
Robert Covington knocked down 2 clutch threes in his debut with the Rockets!
14 PTS (4-7 3PT) 8 REB, 4 AST, 2 STL, 2 BLKpic.twitter.com/kLog5RJwn0
Fiel a su estilo, D´Antoni, Morey y compañía han decidido redoblar la apuesta. ¿Para qué quedarse a mitad de camino, en lugar de poner todas sus fichas en lo que realmente están convencidos? Hoy, más que nunca, Houston llegará tan lejos como lo lleve su tiro externo.
¿Defensa sostenida?
Uno de los datos particulares con respecto a los ocho últimos partidos, pasa por el rendimiento defensivo de los Rockets: permitieron 110,8 puntos por cada 100 posesiones, 10° mejor marca de la competencia en ese período y apenas por encima de lo que venían haciendo en el resto de la Fase Regular (109,5 puntos).
La muestra es pequeña, pero por el momento, Houston apenas ha sentido el bajón en el costado defensivo, a pesar de prácticamente no utilizar a jugadores por encima de los dos metros.
This is just a freakish sequence by Robert Covington. To be able to get that block, fall, and have the second jump for the rebound is just crazy. pic.twitter.com/EtkaLNubAE
— Salman Ali (@SalmanAliNBA) February 13, 2020
Donde sí han tenido un pequeño retroceso, es en la marca interior. Aparecen como el 22° conjunto que más puntos recibe en la pintura (53) por compromiso, superando los 51,1 que promediaban hasta entonces. En su favor: mantienen el mismo número de tapones (5).
Problemas en el rebote
El único punto donde los Rockets realmente han tenido un bajón muy claro es en el tema rebotero. Antes del small-ball, aparecían como el quinto mejor equipo en los tableros, promediando 46,7 por partido. ¿Qué ha pasado en los ocho partidos posteriores? Han caído al último lugar de la tabla, con apenas 38 de media. La diferencia es notable y los ha llevado de un extremo al otro, en cuestión de días.
A tal punto tienen problemas en este aspecto, que sus dos mejores reboteros desde que juegan sin internos, son James Harden (8,1) y Russell Westbrook (6,8).
Esto es lo que suele pasar cuando perdés a un pivote que bajaba 13,8 rebotes por partido, como Clint Capela, y lo reemplazás en la alineación titular por Danuel House.
Zona libre para Russ
Si bien Westbrook ya venía con un nivel muy interesante en las últimas semanas, el jugar sin un pivote clásico parece haberle abierto todo tipo de posibilidades. Al enfrentar a defensas mucho más abiertas y pendientes del perímetro, el ex Thunder puede aprovechar su explosión para llegar hasta el aro con facilidad, casi sin encontrar obstáculos en el camino. Y vaya que lo está haciendo.
En estos ocho partidos, Westbrook promedia 31,8 puntos, haciéndolo además con muy buena eficacia de campo (52%) y limitando sus intentos externos (solo 2,2 triples por juego).
RUSSELL WESTBROOK RISE UP🔥
— Hoop Central (@TheHoopCentral) February 10, 2020
Nothing like a dunk from Russpic.twitter.com/INvZoUfmKD
Pero quizá el dato más interesante pase por el nivel de protagonismo que está teniendo el base: está tomando 25,8 lanzamientos por juego, contra 20,3 de James Harden, además de registrar un % de Uso bastante superior (36,5% vs 33,3%).
¿Se mantendrá Westbrook como la primera opción ofensiva por el resto de la campaña? Hoy los números sostienen esa posible decisión.
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