Bienvenidos a una nueva edición de "La Posesión", una sección en la cual el Staff de NBA.com analiza una posesión en particular de determinado partido de la temporada, revelando detrás de ella un significado mucho más grande del que parece. En esta oportunidad, ponemos la lupa en Stephen Curry y su fantástico movimiento sin balón.
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Contexto:
Siempre que hablamos de Curry y el tiro las primeras imágenes que aparecen son las del base driblando y driblando hasta convertir un triple imposible. La magia irrepetible de este jugador cuando sortea rivales y ejecuta. Movimientos y crossovers para el recuerdo, como aquel sobre Chris Paul por línea de fondo en 2015 o cuando, ese mismo año, se pasó la pelota entre las pienas y la espalda para zafarse de cuatro jugadores de los Clippers (le gusta jugar ante ellos) y terminar volviendo locos a los presentes en el Oracle Arena, incluido Steve Kerr.
Sin embargo, cuando hablamos de Curry y su única capacidad para anotar triples recordamos menos de lo que debería su movimiento sin balón. Steph es único, de eso no hay dudas. Un crack que sonríe y da motivos de sobra para vestir ojeras por verlo disfrutar sobre una cancha de básquet. De lo que tampoco dudamos es que su capacidad para jugar off-ball es parte fundamental de su inagotable arsenal ofensivo.
Es más, es imposible comprender el éxito de los Warriors de Steve Kerr, uno de los mejores equipos de la historia, sin considerar el movimiento sin balón de su máximo estandarte. Curry es una amenaza constante. Recibe la atención no solo de los miles de ojos de la grada sino también de todos sus rivales. Su gravedad, esa alarma que jamás para de sonar, reforzada y desarrollada por los sistemas de Kerr, lo han convertido en uno de los mejores jugadores de la historia del básquet moviéndose sin la pelota. Por si fuese poco que ya estuviese entre los mejores con ella en las manos.
La posesión:
El análisis:
Podríamos haber seleccionado otra posesión en la que Curry diese más vueltas y movimientos sin la pelota, pero esta es la mejor por diferentes motivos que veremos durante el artículo. De momento, vamos allá con la jugada en sí.
Los Warriors ejecutan cinco pases partiendo de dos bloqueos directos que recibe Steph en cabecera. Apenas juegan pick&roll, por lo que las pantallas de Otto Porter Jr y Draymond Green tienen el objetivo de dar fluidez a la acción y permitir la vía de recibir, ya sea para tirar o pasar. Después, Curry juega un pase y corte con Green, soltando la bola de forma automática a la esquina, donde espera Andrew Wiggins.
Detalle interesante: Wiggins se ha establecido en GSW como un anotador seguro y silencioso. Está en la esquina del lazo izquierdo, donde empieza Curry, porque es el jugador que más espacio puede darle a la estrella cuando es él quien maneja. Norman Powell está muy pendiente de darle el espacio mínimo mientras no quita la vista de Steph.
Wiggins finta, pica y pasa a Draymond. La atención del espectador está en la pelota mientras Curry se va al lado contrario. Parece que su salida está bloqueada con Damion Lee y Porter Jr en el lado derecho. Nada más lejos de la realidad. Se trata de una trampa de Kerr. Las defensas rivales están acostumbradas a las salidas sorpresa del tirador, pero en este caso los toma a contrapie.
Curry está defendido por Covington cuando pasa a Wiggins. El de Portland cambia cuando ve que Lee le pone un bloqueo, pero no esperan la baja de Porter Jr. Los Blazers se quedan sorprendidos entre los dos bloqueos, aunque Curry no sube, sino que los utiliza para conseguir el espacio necesario.
Simple, sencillo y produciendo muchísimo con puro ADN Warriors: espaciado y ritmo perfectos, máxima sincronización entre los jugadores, juego sin balón de Curry, pantallas inesperadas y pase medido de Draymond.
Hay más casos del arduo trabajo que consiste defender a Curry sin la pelota. Puede que incluso tenga una mayor carga que su defensa sobre balón. Ahí sabes que él es el peligro y que si tira tiene altas probabilidades de anotar. Lo que no sabes es qué pasará cuando se mueve sin balón.
Aquí tenemos a Marcus Morris realizando un importante esfuerzo sobre la estrella para que no reciba en el mano a mano con Green. Pese al trabajo de piernas y de brazos, Curry realiza los movimientos perfectos para sacar su marca. Es rápido de pies, pero sobre todo, de cabeza. Esos pasos laterales hacia la izquierda mueven lo necesario a Morris para que pueda subir.
La cuestión de defender a Curry sin balón es esa gravedad ofensiva, término empleado en miles de ocasiones cuando hablamos de él. Atrae miradas, tiene su propio centro de gravedad, y eso desvía interés respecto a otros cometas con menor atracción.
Aquí, la defensa de los Nets está pendiente de la salida de Curry por el lado contrario al que está el balón, en manos de Wiggins, y los dos jugadores de lado débil están completamente pendientes de él. Mientras Curry sale, Wiggins supera la pobre defensa de Patty Mills en uno contra uno para destrozar el aro. Griffin debió saltar a la ayuda, pero estaba pendiente de Steph sin balón.
¿Y por qué la selección de dicha jugada, la inicial? Porque esconde un detalle pequeño, minúsculo, pero fundamental para entender el éxito de los Warriors y de Curry en sus sistemas y su funcionamiento sin balón. Antes de terminar en el triple de la estrella, Portland perdió el balón. Es en ese momento cuando Steph ya marcaba el siguiente sistema mediante un simple gesto de manos. Dray se comunica con sus compañeros y replica la señal.
Básquet caviar de los Warriors en su máxima, y a su vez, más simple, expresión.
Además del trabajo y del perfil único que tiene, prácticamente descartado por muchos analistas cuando llegó a la NBA, el #30 formó la mejor unión posible con los Warriors como organización, excelentes en su toma de decisiones desde hace casi una década. Y entre esas se encuentra decantarse por Steve Kerr como entrenador. El exjugador retocó los sistemas ofensivos de Mark Jackson para darles la brillantez que faltaba. Así, Curry pudo explotar y convertirse, casi de la noche a la mañana, de All-Star en fenómeno de masas.
La próxima vez que destaquen su habilidad tiradora y recuerden todos esos triples imposibles y movimientos de vértigo, hagan énfasis en su trabajo sin balón. Este recurso suele quedar olvidado, apartado y casi maltratado por muchos en el básquet, pero es uno de los más útiles y diferenciales. Sino, ¿por qué creen que el mejor tirador de la historia ha hecho tantos esfuerzos en ser una pesadilla sin la pelota?
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.