La posesión: la gravedad ofensiva de Stephen Curry y su importancia para Golden State Warriors

Sergio Rabinal

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La modificación de la conocida como defensa ilegal para la temporada 2001-2002 de la NBA facilitó una apertura sin precedentes de la zona restringida al impedir que un jugador pudiese permanecer más de 3 segundos en la pintura. Con el tiempo, amplió el abanico de posibilidades, ya que a partir de ese cambio los equipos podían construir un sistema de ayudas y fintas defensivas con el que mitigar a una gran amenaza.

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Todas estas modificaciones que surgieron del comité de expertos dirigidos por Jerry Colangelo a comienzos de siglo fueron el germen de lo que años después derivó en la era de explosión ofensiva en la que todavía nos encontramos, con una gran presencia del triple, del movimiento de balón y rapidez en la ejecución.

curry, green

Uno de los alumnos aventajados de estas normas ha sido siempre Stephen Curry, una figura de una inteligencia en cancha altísima, capaz de encontrar los espacios adecuados para conseguir sus propios tiros, ya sea con o sin balón, un aspecto que le ha llevado a ser el objetivo principal de todas las defensas rivales noche tras noche.

Si en las anteriores temporadas los Golden State Warriors habían contado con dos figuras ofensivas de un talento mayúsculo para acompañar a Steph como podían haber sido Kevin Durant y Klay Thompson, en esta 2020-2021 sus acompañantes no generan el mismo temor en sus oponentes, lo que ha hecho que le sea incluso más difícil poder encontrar los lugares adecuados para producir desde la larga distancia.

En consecuencia, los rivales centran sus esfuerzos en tratar de limitar las diferentes secuencias sin balón e interminables cadenas de bloqueos indirectos que Golden State lleva a cabo para liberar a Curry y que disponga de un tiro cómodo o asequible para el dos veces MVP. Para ello, el base siempre tiene un oponente persiguiéndole, entrando en contacto con el atacante, y siendo ayudado por el resto del equipo a través de flashes, fintas o bodychecks que puedan evitar o más bien dificultar la continuidad de la jugada de Warriors. 

De este modo hemos visto en varios momentos a lo largo de esta campaña que Stephen ha experimentado problemas para mantener sus promedios desde la larga distancia como resultado de la gran cohesión del adversario en la defensa colectiva:

Rival T3 %T3
Indiana Pacers 1 de 11 9%
Toronto Raptors 1 de 10 10%
LA Clippers 1 de 8 12%

La razón de esto reside en un concepto tan antiguo casi como el baloncesto, pero que con el avance del juego y su complicación táctica ha adquirido una nueva dimensión gracias al triple: la gravedad ofensiva. Podríamos definir esto como la cantidad de atención que acapara un solo jugador a lo largo de una posesión de ataque. Esto tiene como consecuencia que los rivales centran sus esfuerzos en evitar que pueda recibir, que si lo hace no consiga atacar al espacio que aspira o bien que no tenga ni un momento para respirar o pensar. En definitiva, poner todos los esfuerzos en obstacularizar que la estrella consiga producir.

Lo que diferencia a un buen jugador de uno grande es cómo responde ante situaciones de este tipo. Si se deja llevar por la dinámica y el plan defensivo, si trata de forzar las situaciones para mantener su estilo e idea de juego o bien si se aprovecha de su gravedad ofensiva para que sean otros quienes anoten en posiciones ventajosas.

Curry pertenece a este último grupo.

Durante el último partido ante Utah Jazz, que se cerró con victoria de los californianos por 131 a 119, los de Salt Lake City no cedieron un solo metro de terreno a Steph después de que este iniciase anotando 14 puntos en el primer cuarto. Los Jazz ajustaron y pusieron toda su maquinaria defensiva a funcionar para que la estrella no volviese a entrar en trance, lo cual les permitió entrar en partido y reducir la distancia. En el momento en el que Curry y Draymond Green descifraron el funcionamiento de la estrategia rival los Warriors encontraron el camino directo al triunfo.

Lo que puede parecer simplemente una acción aislada, fruto de un posible despiste o falta de comunicación, en realidad responde al concepto de gravedad ofensiva que antes se mencionaba. Mike Conley, en su intento por evitar que Curry pueda quedarse desmarcado en la última posesión, da la espalda al balón, en poder de Green. Mientras, Gobert, el cual esperaba una posible entrega al #30 de Golden State se encuentra fuera de posición y con pocas posibilidades de reacción.

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Todo esto es aprovechado por Curry para realizar un simple desplazamiento que hace colapsar a la defensa de Utah, con Conley y Gobert prácticamente bloqueándose el uno al otro y dejando vía libre al aro a Green. De hecho, el base de los Jazz acomete una finta sobre balón, probablemente siguiendo los códigos defensivos del equipo, sin darse cuenta que ya es demasiado tarde y que el manejador va directo a canasta sin rival aparente.

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Este tipo de situaciones se dieron en más ocasiones a lo largo del duelo, la mayoría de ellas con Stephen saliendo de bloqueos. A continuación un ejemplo muy visual:

Los Warriors plantean una secuencia de tres bloqueos indirectos (stagger) para liberar a Curry en cabecera y que pueda desde ahí atacar. La defensa de Utah lo anticipa y, con el objetivo de evitar lo que es una acción de alta efectividad (42,5% en triples en catch&shoot) los defensores se despreocupan del resto de jugadores de Golden State.

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Sin ir más lejos, Mike Conley, emparejamiento original de Kent Bazemore se queda con Steph mientras Ingles sigue persiguiendo a la estrella de Warriors. En el momento que recibe, Curry ya tiene a dos figuras del Jazz encima de él, lo cual hace imposible el lanzamiento, pero gracias a su gravedad ofensiva, Bazemore se ha quedado completamente liberado en la esquina con Rudy Gobert únicamente como rival, pudiendo conseguir un triple, el mismo resultado que habría tenido en manos del base.

Esto, que puede parecer una mala decisión defensiva por parte de Utah tiene todo el sentido del mundo. En una liga que se define por el error y el acierto y donde el ataque siempre tiene la ventaja la clave reside en poder conducir al rival a los espacios que la defensa pretende, lo que se suele definir como pick your poison (elige tu veneno) y que no es otra cosa que una cadena de toma de decisiones.

Sin ir más lejos, en la posesión que sella el triunfo de Golden State, el Jazz centra a los cinco jugadores en Curry con la intención de que no pueda anotar, acabando esto en un triple liberado de Wiggins.

Aunque arriesgada, la estrategia de Utah Jazz es la correcta para detener a Stephen Curry, el cual está lanzando con un 40% de acierto en triples tras bote, el mencionado 42% en triples en C&S y con un 39% con el defensor pegado a él. Mientras, el resto del equipo lanza al 34.9% cuando Steph no está en cancha.

La gravedad ofensiva es uno de los puntos más importantes del perfil ofensivo de la estrella de los Warriors, algo que ha aprendido a gestionar con el paso de los años y que le ha convertido en un jugador más completo y determinante, no únicamente en un excelente tirador. Una cuestión que dado el contexto actual de Golden State se vuelve incluso más importante ya que todos los esfuerzos rivales se centran una y otra vez en frenar al #30, pero, como siempre, ahí está Draymond Green para resolver la situación.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Sergio Rabinal

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Sergio es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News. Desde 2018 desempeña las funciones de productor senior de contenido NBA. A lo largo de ese tiempo ha cubierto dos All-Stars, Basketball Without Borders y el NBA Paris Game, así como otros eventos. Pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad.