"Es un caso bastante extraño que el jugador que ha estado con nosotros durante el mayor tiempo sea, de repente, el más nuevo en cuanto a lo que estamos haciendo" . La frase de Steve Kerr sirve a la perfección para graficar un poco estos tiempos complicados que está viviendo Golden State Warriors. Y la situación va mucho más allá de tener, ahora mismo, el peor récord de la NBA, un pobre 2-9 que se profundizó tras la derrota del lunes ante Utah Jazz (122-108). Para el gran dominador del último lustro, todo luce diferente. Incluso aquello que parece conocido.
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El entrenador de los Warriors hace referencia en esa frase a Draymond Green, quien vivió un particular regreso a la acción. El ala pivote se había perdido los últimos cinco partidos por una lesión en un ligamento del dedo índice de su mano izquierda. Volvió ante el Jazz, pero duró menos de lo pensado tras su expulsado por recibir dos faltas técnicas en el comienzo del último cuarto tras discutir un fallo arbitral. Un clásico Draymond, pero que quizás esconde detrás algo de frustración por el presente general.
Porque estos Warriors ya iban a ser diferentes a lo que fueron en los últimos años por sus cambios en el verano. Pero el inicio de la temporada los hizo aún más distintos, y las lesiones (sobre todo la de Stephen Curry) jugaron su papel a la hora de cambiar muchas cuestiones, como el papel de Green en el equipo y, sobre todo, en el ataque. "Las circunstancias son realmente bizarras para él si miramos en el lugar en donde estuvo en los últimos 5 años, en cómo y con quién ha jugado. Ahora es completamente diferente, estamos realizando una ofensiva diferente. Así que está tratando de encontrar su lugar", analizó un comprensivo Kerr en declaraciones que levanta ESPN.
dray down the lane 💨
— Golden State Warriors (@warriors) November 12, 2019
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En su vuelta, Draymond sumó 4 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias en 22 minutos. Y de a poco intentará adaptarse a un sistema que contrasta con el pasado, donde él era el principal motor de creación de juego del equipo, y estaba acostumbrado a tener mucho el balón en sus manos (ahora, en poder de D'Angelo Russell en gran medida). "Es una ofensiva completamente distinta. No es nuestro ataque normal, y tengo que ajustarme a eso, tengo que encontrar mis lugares y la manera de encajar. Sucederá rápido", señaló el ala pivote.
Green confía en la adaptación a la nueva manera de los Warriors. "Realmente no tengo la pelota en mis manos. Siempre fui un armador de juego. Ahora no tengo tanto la pelota y eso afecta, pero no es nada, es lo que hay. Tengo que encontrarle la vuelta, y no es la primera vez en mi carrera que debo hacerlo. Toma un poco de tiempo, pero no es grave", remarcó el jugador. Kerr lo apoyó: "En la última semana hemoso cambiado la forma en que ejecutamos nuestra ofensiva. Así que además de todo lo que ha pasado en la temporada, este es otro giro bizarro para él. Pero lo hemos hablado y está todo bien. Hará todo lo posible para ayudar a estos jóvenes a salir adelante, y encajará en lo que estamos tratando de hacer, mejorando día a día".
Mientras Green estuvo afuera, Golden State apenas ganó uno de cinco encuentros (frente a Portland). Y, como si fuera poco, este miércoles se viene la hora de enfrentar a Los Angeles Lakers de LeBron James y Anthony Davis.
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