Pelé y Maradona: la relación entre el Diez y el villano perfecto de los argentinos

Mauricio Codocea

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Diego Maradona y Pelé.

Pelé y Diego Maradona. Las dos caras del fútbol sudamericano y mundial en el siglo XX. Los mejores futbolistas de la historia, determinantes para agigantar la leyenda del clásico más importante del fútbol mundial, ese Brasil vs. Argentina que mueve pasiones de millones en todos los rincones del mundo. Con poco más de dos años de diferencia, ambos han muerto. Y el mundo ya no será igual.

Hubo choques, claro que sí. Las diferencias estuvieron claras. Ambos salieron de lugares similares, aunque una vez que llegaron a lo más alto, tomaron caminos disímiles. El diplomático y el impolítico.

Pelé siempre fue el políticamente correcto. Se alejó de las problemáticas; se casó, por así decirlo, con el status quo. En Brasil se le cuestionó que, por ejemplo, no criticara manejos de la política o ni siquiera aspectos de la dictadura que envolvió a su país en su época de mayor esplendor. En cierto, modo, fue un "shut up and dribble" ("cállate y gambetea") autoimpuesto. Todo lo contrario de un Diego que enarboló las banderas de las luchas de los pobres y no dudó ni un minuto en tomar posiciones políticas aunque le costaran críticas enardecidas.

Incluso cuando pudo haberse agarrado de cuestiones como esas en las que claramente había una línea entre ambos, Maradona, fiel a su estilo, atacó por otros flancos. Dejó frases históricas motivadas por razones menos específicas y más simbólicas, como "Pelé debutó con un pibe", "yo vivo en Dubai, Pelé vive en la FIFA".

Pelé entendió el negocio como pocos lo habían hecho antes de que el planeta y el fútbol se globalizaran.

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Pelé, hábil como en la cancha, nunca se enfrentó con los poderes de turno, como por ejemplo el ente regulador del deporte y, quizá por eso (aunque los motivos futbolísticos sostuvieran la elección, que quede bien claro) en 2000 la FIFA lo eligió como el mejor jugador de la historia, aunque en el mismo contexto se desarrolló una votación popular y el ganador inobjetable en ella fue Maradona. Cuenta la leyenda que Diego se molestó muchísimo con ello.

Por supuesto, aquello le costó a O Rei. Ronaldo George Helal, sociólogo y profesor de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro, le explicó en su momento a la cadena BBC que la falta de "compromiso" de Pelé le quitó sustento popular y que por eso nunca pudo gozar del nivel de amor desaforado que Maradona cosechó entre los argentinos. En esos términos, explicó a los británicos Celso Unzelte (periodista e historiador) que la idolatría de Maradona es más comparable a lo que sienten los brasileños por Ayrton Senna. 

No en vano, Maradona también alguna vez le "disparó" a Pelé y lo puso por debajo del campeón mundial de Fórmula 1. 

El brasileño no fue menos: le cuestionó su dóping, lo calificó de "mal ejemplo" para los jóvenes, le criticó a su Selección tras el mal paso en el Mundial de Sudáfrica 2010, y aseguró que en Brasil "sobran" los jugadores como Maradona.

Eventualmente, supieron reencontrarse. Como cuando Diego lo invitó a jugar en su programa "La noche del Diez" y entablaron un "cabeza" histórico que dio la vuelta al mundo. Ahí sí, Maradona fue todo lo "pillo" que la ocasión precisaba: "Maestro, mi sueño es jugar con usted", le dijo. Pelé, por su parte, entonó una canción con su guitarra.

También se mostraron cerca en algunos compromisos comerciales y el último gran encuentro sucedió en el Mundial Rusia 2018, cuando conmovieron después de tantas idas y vueltas con besos, abrazos y apretones de manos. Para entonces, habían pasado dos años de un encuentro en París (de ese día es la foto de portada de este artículo) en el que se propusieron, quizá entendiéndose entrados en años, "no más peleas".

Para los argentinos, Pelé fue el némesis perfecto. Ganó la friolera casi inigualable de tres Mundiales, se enorgulleció de hacer casi mil goles y su talento regó el mundo mucho antes de que existieran las redes sociales que lo hacen posible en 5 minutos.

"Hoy sé que el mundo sería mucho mejor si pudiéramos compararnos menos los unos a los otros y pasáramos a admirarnos más. Por eso, quiero decirte que eres incomparable", escribió el Rey cuando se cumplió un año de la muerte de Diego. El mayor rival de los argentinos, el que fue tan grande que motivó una búsqueda de grandeza aun mayor en este sueño que respira fútbol, se fue a jugar el cabeza con Maradona al cielo. Y quizá desde ahora empiece a ser más querido, como debiera ser siempre con los que hacen felices a los pueblos con una pelota bajo la suela.

Mauricio Codocea

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Editor Senior de The Sporting News en español; antes, casi 15 años en Clarín de Argentina. También guionista y productor audiovisual. Autor de "El abanderado", la primera biografía de Luis Scola, e insoportablemente obsesivo con la gramática y la ortografía, quizá porque no escribe lindo y solo puede aspirar a escribir bien. Dos líneas de 4, piso y larga, así en el fútbol como en la vida.