Inmerso en la mayor crisis de los últimos años, Lewis Hamilton no encuentra el ritmo esperando en este 2022. Su Mercedes está lejos del rendimiento de las pasadas temporadas y las posibilidades de ganar el octavo título de su carrera en la Fórmula 1, con el que superaría a Michael Schumacher, son limitadas.
Sin embargo, más allá del mal momento que el inglés vive previo al Gran Premio de Emilia-Romaña, hay antecedentes que le permiten soñar con aún quedarse con la corona. La buena es que pasadas tres fechas ya acumuló un podio y tiene 28 puntos, a 43 de Charles Leclerc de Ferrari. También es positivo que el calendario tendrá 23 jornadas (aún resta por confirmarse una). Y el último guiño para el británico es que hubo pilotos en su misma situación que sí han sabido reponerse y consagrarse.
En 1958, con un programa de solamente 11 Grandes Premios, el inglés Mike Hawthorn inició con un tercer puesto en Argentina, se retiró en Mónaco y quedó quinto en los Países Bajos, mientras que su compatriota Stirling Moss había ganado dos. Estaba en la leca, pero una remontada milagrosa le dio el triunfo por un punto contra el mismo Moss.
Hawthorn ganó una sola vez (Francia), pero le alcanzaron los cinco segundos lugares en Bélgica, Gran Bretaña, Portugal, Italia y Marruecos, escenario donde se definieron las acciones. Con únicamente tres éxitos, Mike es el campeón con menos festejos en la historia de la Máxima.
En 1960, Jack Brabham también comenzó con el freno puesto. El australiano se retiró en el GP de Argentina, fue descalificado en Mónaco por recibir ayuda exterior y no viajó a Estados Unidos para las 500 Millas de Indianapolis (fue la última vez que la carrera fue parte del Mundial). Luego ganaría cinco domingos al hilo para gritar campeón.
Más | A 40 años del caótico y polémico Gran Premio de San Marino 1982: Gilles Villeneuve, Didier Pironi y un pacto roto
El mítico Niki Lauda fue campeón en tres oportunidades, pero en ningún título tuvo peor arranque que en 1975. Aquel año, el austríaco terminó sexto en Argentina, quinto en Brasil y quinto en Sudáfrica. Para colmo se retiró en la carrera siguiente en España...
¿Còmo hizo para ganar? Festejó en Mónaco, Bélgica, Suecia, Francia y Estados Unidos. A su vez aprovechó la irregularidad de Emerson Fittipaldi y Carlos Reutemann, quienes fueron sus grandes rivales en aquella campaña.
El último antecedente que puede darle una luz de esperanza a Lewis fue el propio Schumacher en 2003. El alemán tuvo un inicio lento con Ferrari al llegar cuarto en Australia, sexto en Malasia y retirarse en Brasil. Sin embargo, luego aceleró a fondo para ganar de manera consecutiva en San Marino, España y Austria. El Mundial lo conquistaría con una ventaja de dos puntos por sobre Kimi Raikkonen.
Hamilton hasta el momento fue tercero en Bahrein gracias a los abandonos de ambos monoplazas de Red Bull, en tanto que en Arabia Saudita llegó 10º y en Australia cruzó la línea en la cuarta posición. ¿Se verá su primera victoria este domingo? Parece difícil, pero... la esperanza es lo último que se pierde.