Dallas Mavericks e Indiana Pacers, rivales este domingo (17:00 hs CDMX, 20:00 hs Argentina) tienen récords prácticamente iguales en la temporada 2019-2020 (39-25 para los de Texas, 38-25 para los de Indiana) pero utilizan distintos caminos para obtener el éxito.
Mientras que los Pacers, sin ningún gran anotador en su plantel, se basan en una gran defensa (la séptima mejor de la NBA), los Mavericks se recuestan en un ataque letal que se presenta como el mejor de la liga: convierten 117 puntos cada 100 posesiones, 3,1 tantos más que su escolta en ese rubro, Houston Rockets, y hasta 6,8 más que equipos que serán de Playoffs como Indiana o Philadelphia 76ers.
Con Luka Doncic como director de orquesta, los Mavs no son un equipo especialmente rápido o que reparta demasiado el balón entre sus jugadores, pero hacen de los triples su religión y el crack esloveno tiene en ese apartado a dos compañeros que son vitales: Kristaps Porzingis y Seth Curry.
MÁS | NBA Playoffs 2020: ¿Quiénes son los equipos clasificados y cuáles son los focos de pelea en el cierre de la fase regular?
Los de Rick Carlisle lanzan unos 41,5 triples por partido y son el segundo equipo de la NBA que más lanzamientos externos intenta después de los reyes absolutos de los tiros de tres puntos, sus vecinos de Houston Rockets (44,5 intentos por juego), aunque el ritmo de Dallas, menor a las 100 posesiones por juego, está bastante lejos del que tiene el equipo de Mike D'Antoni.
En siete ocasiones durante la 2019-2020 los Mavs lanzaron al menos unos 50 triples, algo que apenas Houston también realizó en más de dos oportunidades. Ya en las últimas cinco campañas Dallas estuvo entre los equipos que más buscó sumar desde el perímetro, un punto que es casi característico de la franquicia en el Siglo XXI. Desde los triples de Dirk Nowitzki, Jason Terry y Michael Finley hasta los de Doncic, Porzingis y Curry, Dallas nunca despreció la chance de convertir un punto extra desde lejos.
Una de las diferencias de los Mavericks de la campaña anterior a esta pasa por la precisión en el tiro exterior. En la 2018-2019 fueron el cuarto peor equipo en cuanto a efectividad, con un 34% de acierto, y tenían unas doce victorias menos a esta altura de la temporada.
Se retiró Dirk Nowitzki y se fueron Harrison Barnes y Wesley Matthews, los dos con más triples anotados junto a Doncic, pero más allá de que jugadores como JJ Barea (de 29% a 38%), Dorian Finney-Smith (de 31% a 37%) y Tim Hardaway Jr. (de 32% a 40%) mejoraron su puntería, el gran crecimiento para ahora tener un 37% en triples como equipo se debe a Kristaps Porzingis y Seth Curry, dos tiradores implacables que no jugaron en Dallas la campaña pasada (Curry estaba en Portland, Porzingis se encontraba lesionado) y hoy, por efectividad y por volumen, se destacan en el quinteto titular.
Seth, con la marca registrada del apellido
El tiro de tres puntos parece estar en los genes de la familia Curry. Primero fue Dell, después Steph y por último apareció el hermano menor del hombre de los Warriors, Seth Curry. El jugador de Dallas lleva una carrera entera en la NBA siendo implacable desde el perímetro: tiene un porcentaje de acierto del 44,3% en su trayectoria profesional, incluso mejor que el 43,5% de su hermano, ya considerado por muchos el mejor tirador de todos los tiempos.
Desde que en la temporada 2015-2016 se asentó en la NBA, Seth Curry nunca tuvo un acierto menor al 42,5% en triples y este campeonato no es excepción. El escolta encesta el 45,3% de sus intentos lanzando cinco por partido, lo que lo ubica al día de la fecha como el segundo tirador más prolífico de la liga, apenas detrás de George Hill (48,7% aunque en la mitad de intentos).
Curry alterna entre la titularidad y el banco de suplentes, pero en los últimos partidos se fue afirmando como compañero de Doncic y Hardaway Jr. en el juego exterior, algo ganado debido a un momento bestial: Seth metió el 57,6% de los tiros de tres puntos que lanzó desde el comienzo de febrero, algo impresionante que le permitió tener partidos como el de Miami, en el que brilló con 37 tantos.
Curry, un jugador de rol de estos Mavs, promedia 18,7 puntos y 2,8 asistencias en los últimos 10 partidos que jugó, de los que Dallas se llevó siete victorias.
Porzingis y un febrero fabuloso
A pesar de que Luka Doncic faltó a la mitad de los partidos de Dallas desde que comenzó el mes de febrero, los Mavericks tuvieron mayoría de victorias (10 triunfos y 6 derrotas) empujados por un Kristaps Porzingis que empezó a mostrar la calidad que lo llevó a ser All-Star en la temporada 2017-2018 pero no sólo en destellos, sino que de forma consistente.
El letón promedia 27,1 puntos, 10,9 rebotes, 2,7 asistencias, 2,5 tapones y un robo por partido desde entonces, estadísticas dignas de una súperestrella que empiezan a ilusionar a los fanáticos de Dallas con los Playoffs cada vez más cerca. ¿Finalmente agarró ritmo KP y llega de forma óptima a la postemporada?
Un gran cambio en el juego del de Europa del Este en estos últimos partidos fue que cada vez busca más desde la tercera dimensión: más de la mitad de sus lanzamientos al aro son de tres puntos, 9,6 de 18,3 desde el comienzo de febrero. Y además, tras un inicio de temporada no demasiado destacable, ahora KP está volviendo a ser ese tirador implacable que jugaba en el Madison Square Garden: tiene un acierto en triples del 40% en sus últimos 12 partidos.
38 puntos y 12 rebotes ante Indiana, 38 y 13 contra Minnesota, 34 y 12 frente a New Orleans, 28 y 12 ante San Antonio. Ver a Porzingis ser tan trascendental para el juego de los Mavs, además de por la protección interior que brinda (se metió en el top 5 de la temporada de jugadores con más tapones por partido, con 2,1), ya pasó a ser algo de todas las noches y es lo que el conjunto de Rick Carlisle va a precisar para poder acompañar a Luka Doncic de cara a la búsqueda de dar la sorpresa en los Playoffs.
Sigue toda la NBA en VIVO con el NBA League Pass
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
