Si había una duda que persistía desde hace tiempo en los Cleveland Cavaliers era la posición de base. ¿Era Collin Sexton el indicado para llevar las riendas del equipo?, ¿era mejor confiar en Darius Garland?, ¿podían coexisitir ambos en la alineación?, ¿cómo encajaba en todo esto otro base como Ricky Rubio, incorporado para la actual 2021-2022? Sin embargo, lo que en un momento pareció ser un golpe trágico para las chances del equipo, como fue la lesión de Sexton por el resto de la campaña (rotura de meniscos en la rodilla izquierda), ha terminado aclarando el panorama de un conjuto que se ubica séptimo en el Este (este viernes enfrentan a los Minnesota Timberwolves).
Desde que Sexton jugó su último partido en esta 2021-2022 (7 de noviembre), la ofensiva de los Cavs ha pasado a estar en manos de Garland casi de manera exclusiva mientras está en cancha. En los encuentros compartidos con Sexton, el oriundo de Tennessee promediaba 28,7 toques en campo rival por partido y un tiempo de posesión del balón de 6 minutos por encuentro. Sin embargo, desde entonces (15 encuentros) esas marcas han subido a 39,3 toques y casi 7 minutos por juego.
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La bola está en poder de Garland, sin tener que compartirla con otro guardia creador en la alineación titular. Isaac Okoro (1,3 minutos de posesión) y Lauri Markkanen (1,5 minutos), escolta y alero de esa formación habitual de Bickerstaff, no están ni cerca de acercarse a la carga que tenía Sexton en ese doble comando (3,4 minutos). De hecho, ni siquiera se acercan sumando el promedio de ambos.
Lo más importante en todo esto es que lejos de que esa confianza plena le juegue en contra a Garland, el base la ha sabido aprovechar para llevar su juego al siguiente nivel y transformarse en uno de los armadores más productivos de la liga.
En los primeros nueve partidos compartidos con Sexton, Garland promedió 15,4 puntos, 7,6 asistencias y 2,3 rebotes en 33,1 minutos, perdiendo 4 balones por noche. ¿En los 15 duelos desde entonces? 21,9 puntos, 7 asistencias y 3,3 rebotes en 35,4 minutos, bajando sus pérdidas a 3,8. Además, el cambio en el rendimiento del equipo fue notorio: Garland promedió un diferencial de +2,7 en los primeros nueve partidos, pero lo subió a un espectacular +7,2 en los últimos 15.
De hecho, de los 125 jugadores que han disputado al menos 15 partidos desde la fecha de lesión de Sexton, ese +7,2 de Garland es el noveno mejor de toda la NBA. Además de ser junto al +8,6 de Jarred Vanderbilt en Minnesota, el único de ese Top 10 que no pertenece a un equipo de punta (Warriors, Nets, Bucks o Suns).
La evidencia de cuánto mejor funciona Cleveland con Garland como único base continúa. En 347 posesiones compartidas con Sexton en esta campaña, esa dupla registra un Net Rating de -4,3, incluyendo un rating ofensivo de 104,3 (percentil 21). Sin embargo, en las 1.272 que ha disputado Garland sin su compañero de media-cancha, el Net Rating sube a un sensacional +9,3 y el rating ofensivo a un también excelenete 113,4 (percentil 81). No hay que ser un experto en números para notar la diferencia.
El talento de Garland para jugar con la bola es notable. Poco a poco se va transformando en uno de los mejores jugadores de pick and roll de la liga, pero no solo eso, sino que también deslumbra con su rendimiento en acciones de uno contra uno. Al punto que registra el 6° mejor porcentaje de campo entre los 50 jugadores que han tomado al menos 30 disparos en posesiones de aclarados. Su 18-34 (52,9%) en esas jugadas apenas está por detrás de DeMar DeRozan (62,9%), Ja Morant (60,9%), Stephen Curry (57,9%), Karl-Anthony Towns (55,8%) y Pascal Siakam (55,6%). Mientras que los 1,16 puntos por posesión que obtiene allí son la cuarta mejor marca, detrás de Morant (1,35), Curry (1,34) y DeRozan (1,29). Élite total.
La habilidad de Garland para bailar a su defensor y anotar en ese tipo de jugadas, pero a la vez involucrar a sus compañeros desde el pick and roll y ser una amenaza con el tiro exterior, es una combinación que muy pocos bases tienen alrededor de la liga. Y si bien es innegable que siempre se tratará de un jugador con sus limitaciones físicas en defensa, eso no le ha impedido a nombres como Damian Lillard o Trae Young transformarse en algunas de las estrellas más brillantes del certamen.
¿Puede Garland llegar a ese nivel eventualmente? Si los Cavs siguen confiando en él (lo harán) y su crecimiento continúa potenciándose como en la actual 2021-2022, ¿por qué no? Los años de interrogantes sobre la conducción de Cleveland se han terminado y habrá que esperar algunos meses para saber qué significa eso para un Sexton que termina contrato luego de esta temporada.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
