Cleveland Cavaliers ha tenido la suerte de vivir dos procesos únicos en la historia de la NBA en los cuales pudo contar con LeBron James, uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. En el primero, referencia constante del Este y varias idas y vueltas en los Playoffs, aunque apenas llegando a unas Finales. En el segundo, el disfrute de contar con el Rey ya maduro y ganador que terminó llevando al equipo de su Ohio natal hasta el tan deseado anillo, además de llegar a otras tres Finales. Pero claro, los Cavs tienen, al mismo tiempo, la 'desgracia' de pasar por segunda vez por el vacío post-LeBron. La primera vez, tres campañas con menos de 24 triunfos y una constancia por el fondo, apenas disfrutando de adquirir otro talentazo vía Draft como Kyrie Irving. La segunda, sin embargo, está siendo muy diferente.
Y es que hay vida después de LeBron en Cleveland, y lo estamos viendo por completo en esta temporada 2021-2022. Los Cavs llevaban unos años sentando las bases de manera casi silenciosa, sobre todo en una 2020-2021 que les permitió dar unos pasos importantes y seguros. Y fue llegar a este curso y, con unos ajustes, desbloquear los primeros destellos de un potencial cuyo techo luce bastante alto. Y es que los de JB Bickerstaff son más que la revelación de esta campaña. Han pasado de ser un equipo casi sin atractivos a, en cuestión de meses, ser uno de los más divertidos de ver. En realidad es mucho más que eso. Se han posicionado como un equipo que juega bien y gana. En definitiva, ¿en una amenaza real de Playoffs?
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Se verá en unos meses, pero todos los caminos apuntan hacía allí para estos Cavs en estado de gracia en el presente: cinco victorias consecutivas y nueve en sus últimas 11 presentaciones, racha que les permitió meterse en el Top 4 del Este con una marca de 18-12. Por delante, sólamente los poderosos Brooklyn Nets de Kevin Durant y James Harden (21-8), los campeones reinantes Milwaukee Bucks (19-11) y los renovados Chicago Bulls de Zach LaVine y DeMar DeRozan (17-10). Rotundo cambio, ¿no?
Todo parece indicar que es hora de mirar con mucha atención a los de Ohio. Y la jornada de este sábado es una oportunidad más que adecuada, ya que tendrán que visitar nada más y nada menos que a los Bucks. Sí, no estará Giannis Antetokounmpo, uno de cuatro jugadores actualmente bajo los protocolos de salud y seguridad de la liga. Pero así y todo los de Wisconsin serán una buena medida para ver en qué lugar están parados estos ilusionantes Cavs.
Ahora bien, ¿es sostenible este momento? ¿Son una amenaza real? Vamos con cinco detalles que argumentan a su favor.
Darius Garland, la construcción de una estrella
Las lesiones nunca son bienvenidas, está claro. Pero hay veces en las que, sin quererlo, terminan dejando una cuestión positiva casi de rebote. Collin Sexton apenas ha jugado 11 partidos en este curso, ya que sufrió la rotura de meniscos en su rodilla izquierda y le dijo adiós a la 2021-2022. Hablamos de un jugador cuyo encaje en el futuro en el equipo estaba en cuestión. De hecho, por algo no acordó una renovación y se encamina a la Agencia Libre en la próxima offseason. Y fue esa baja lo que terminó liberando a Darius Garland. ¿Así que había dudas sobre cómo producía la pareja de guardias de los Cavs? Sin Sexton, de lo que no hay dudas es que Garland ha recibido las llaves para comandar al equipo.
Un base con una capacidad de lectura notable para involucrar a sus compañeros, pero con la creatividad y disparo para ser una amenaza anotadora en los tres niveles. Mientras Sexton estuvo sano, lideró al equipo en uso (26,4%), dejando a Garland en 21,9%. Desde entonces, el uso de Darius uso subió a 26,6%, la marca más alta del equipo. Y los resultados están a la vista en cuanto al rendimiento de Garland.
- Pre lesión de Sexton: 15,4 puntos (47,6% TC, 44,0% T3), 2,3 rebotes, 7,6 asistencias y 1,2 robos (33,1 minutos)
- Post lesión de Sexton: 20,7 puntos (46,4% TC, 37,1% T3), 3,3 rebotes, 7,3 asistencias y 1,3 robos (34,8 minutos)
Más allá de lo numérico, que es superior, el ojo muestra a un Garland mucho más suelto, líder y con un clarísimo impacto (positivo) en el funcionamiento colectivo. Después de varios años, los Cavs encontraron en el joven de 21 años al dueño de las llaves para manejar la estructura. Y el ex Vanderbilt parece armado para brillar. Tanto como que, a día de hoy, pocos podrán argumentar en su contra pensando en una selección como All-Star.
Jarrett Allen, por el mismo camino
Hablando de estrellas nacientes... Meterse en la operación de James Harden rumbo a Brooklyn para pescar a Jarrett Allen ha sido un acierto notable de la gerencia de los Cavaliers. 100 millones por 5 años fue la extensión firmada en la offseason, una que el pivote está pagando por completo. Y es que ha dado un paso al frente espectacular, no sólo siguiendo el camino que ya había mostrado en Brooklyn de ser un defensor completo, versátil y con enorme capacidad de protección de canasto, sino que ha pulido sus recursos ofensivos que, sin mostrarlo como alguien súper talentoso, sí lo tienen como un interior resolutivo.
El ex Nets está realizando la mejor temporada de su vida, con promedios de 16,9 puntos (70,3% de campo), 11,0 rebotes, 2,0 asistencias y 1,4 tapones en 32,7 minutos de acción. Números notables que se suman a una gran cantidad de intangibles. Números que, a su vez, son realmente inéditos: ningún jugador ha completado una temporada con promedios de al menos 16 tantos, 11 rebotes y 70% de campo. En definitiva, una producción notable para un jugador silencioso pero terriblemente rendidor. Es más, en los últimos 13 partidos ha subido sus registros a 19,8 unidades, 11,1 tableros y 71,1% de campo. ¿All-Star?
Evan Mobley, el unicornio que se viene
El concepto parece unánime: los Cavs han pegado un pleno con la selección de Mobley como #3 del reciente Draft. Un jugador que llegó como uno de los hombres con mayor techo de su camada, con un potencial notable que se lo dan sus fantásticas cualidades propias de los típicos interiores modernos. Mobley sabe manejar su cuerpo como un perimetral con enorme técnica y recursos, pasa el balón con inteligencia, lectura y visión, puede jugar por encima del aro, tiene gran toque, es genial en defensa y -si bien le falta- tiene la capacidad para anotar el triple. Sí, tiene todo.
Por algo estamos hablando de uno de los principales (o el principal) candidatos al premio al Mejor Rookie del Año, con promedios de 13,8 puntos (47,4% campo), 8,3 rebotes, 2,5 asistencias y 1,8 tapones en 33,6 minutos que no terminan de ilustrar la pintura completa. Hay destellos de Mobley que son realmente de un jugador con potencial de ser generacional. Y la unión con Allen luce totalmente ilusionante. 2,13 metros de alguien absolutamente prometedor que ya es una realidad.
Potencial defensivo de élite
Claro, tener a Allen y Mobley como pareja interior es no sólo tener un ancla defensiva, sino probablemente contar con dos. Ambos con excelente movilidad y versatilidad, pero sobre todo con una capacidad de protección de aro notable. Ellos son los que impulsan que los de Ohio tengan el segundo mejor rating defensivo de la liga, permitiendo apenas 103,6 puntos cada 100 posesiones, sólo por detrás de los Warriors.
Tanto Allen como Mobley están entre los 15 jugadores que más lanzamientos desafían por partido, y el impacto es bien claro: el ex Brooklyn baja el acierto de sus rivales en un 3,4%, mientras que el ex USC reduce el acierto de sus adversarios en 3,0%. Si sumamos que Isaac Okoro entró en su segundo año como alguien que ha mostrado destellos notables en defensa como rookie, más una estructura comprometida y seria, el combo es genial para Cleveland, que parece tener lo que todo equipo con aspiraciones necesita.
Química, funcionamiento y margen de mejora
Cuestiones básicas que todo equipo quiere y necesita. En Cleveland no sobrará el talento, pero todos tiran para el mismo lado y parece haber una genuina camaradería que se traslada al rendimiento en el campo. Así, el funcionamiento fluye de manera natural, tanto que pareciera que los Cavs son uno de los equipos más divertidos de ver de la temporada.
En mucho de esto ayuda cómo están encajando todas las piezas, no sólo el núcleo joven que ya se muestra como una realidad, sino los veteranos que vienen detrás para complementar todo. Por caso, Kevin Love llevaba un par de años de flojos hacia abajo, y entró a este curso casi afuera de los planes (a Allen y Mobley se le sumó Lauri Markkanen para compartir minutos en la pintura). Lejos de estancarse, el ala pivote ha aceptado su nueva función de manera excelente, y por fin está siendo realmente útil: está promediando 12,0 puntos, 7,1 rebotes y 1,9 tapones en 19,8 minutos. Veterano de 33 años que se está reinventando desde el banco.
Hablando de banco, el trabajo de Ricky Rubio vuelve a ser notable. Un trabajo "a la Phoenix" previo a la llegada de Chris Paul, cuando fue mentor y potenció a los Suns, principalmente a un Booker que terminaría en el All-Star. ¿Hará lo mismo con Garland? Por lo pronto, todos disfrutan jugando al lado del español, quien promedia 12,6 puntos, 3,9 rebotes y 6,5 asistencias en 28,3 minutos. Madurez y rendimiento como pocas veces le hemos visto en la liga. En la misma línea podríamos sumar a un Cedi Osman que ingresa y rinde (11,0 puntos en 21,9 minutos).
Lo mejor para el fan de los Cavs es que este show recién comienza. De hecho, los cinco jugadores con más minutos en cancha de promedio tienen todos por debajo de los 25 años. Sí, la sensación es que este es solo el inicio, pero también se siente que Cleveland va en serio. Que los años de intrascendencia han quedado en el pasado. Es la hora de los jóvenes, hambrientos y atrevidos Cavs. ¿Están hechos para dar pelea en los Playoffs? El tiempo nos dará la respuesta, pero los argumentos juegan a su favor.
Horario y cómo ver Milwaukee Bucks vs. Cleveland Cavaliers
- Día y horario: sábado 18 de diciembre a las 20 de México, 23 de Argentina
- Streaming: NBA League Pass
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