A simple vista, el enfrentamiento entre Anthony Edwards y LaMelo Ball, elegidos con los picks 1 y 3 del pasado Draft respectivamente, puede resultar relativamente parejo para quien no haya visto el partido o no le preste demasiada atención a otros factores fuera de los números básicos. Edwards sumó 19 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias y 2 robos en 33 minutos, mientras que Ball también totalizó 19 unidades, 7 rebotes, 5 asistencias y 2 robos, en su caso en 26 minutos. Sin embargo, la actuación de uno y otro no pudo ser más dispar y sirve como ejemplo de lo que está siendo la campaña de ambos.
Para empezar, lo más importante es que la tarea de Ball llegó en una clarísima victoria de Charlotte, que se impuso a un Minnesota que no se levanta de la lona por 135-102. 31 puntos de Terry Rozier, 23 y 9 asistencias de Gordon Hayward, lo ya mencionado de Ball, doble-doble (13-10) de Miles Bridges, 18 puntos de un encendido Malik Monk... una noche redonda para los de Borrego, frente a un Minnesota liderado por Ricky Rubio (20 puntos y 9 asistencias) y de floja actuación de Karl-Anthony Towns, al menos para su nivel habitual (16 puntos, 15 rebotes y 6-14 de cancha).
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Ridiculous bounce pass from @MELOD1P
And....@T_Rozzay3 is officially on fire! #AllFly | @hornets pic.twitter.com/t7IC4Rh0v6
De todas maneras, no solo en lo colectivo encotramos la diferencia entre los novatos, sino sobre todo en una palabra clave: eficacia. Cuando muchos esperaban que Ball fuera un jugador errático en su primer año en la liga, con bajos porcentajes de cancha, lo del nacido en Anaheim viene siendo todo lo contrario. Especialmente desde que sale como titular en el cuadro de Borrego. Lo de esta noche fue un paso más en ese camino: un espectacular 4-5 en triples y un más que sólido 7-13 de cancha. Su equipo tuvo un +25 con él en cancha.
👌👌👌
— FOX Sports: Hornets (@HornetsOnFSSE) March 4, 2021
Three straight triples for @MELOD1P!#AllFly | @hornets pic.twitter.com/0nl0fpSm5G
Los números de LaMelo en sus 15 partidos como titular son geniales: 20,7 puntos, 6,7 asistencias, 6,2 rebotes, 1,9 robos, un 46,4% de campo, un 44,9% en triples, un 84,6% en libres... cada día su producción hace ilusionar más a un Charlotte que después de casi dos décadas de sequía, por fin ha encontrado a su gran joya. Un jugador trascendental y generacional.
Muy diferente es y fue lo de Edwards, quien repite errores que ya lo han complicado durante toda esta campaña. Mala selección de tiro, poco movimiento de balón, abuso del triple... no por nada hablamos de un jugador que entró a este partido con el octavo peor true shooting percentage de la NBA y que lo acompañó con una actuació acorde: 8-23 de cancha, solo dos intentos desde la línea y un ¡1-10 en triples! Su equipo tuvo un -24 con él en cancha. Edwards tiene destellos... pero por ahora se quedan solo en eso.
TOUGH.
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Obviamente Edwards todavía tien infinito margen de mejora y su talento natural es innegable. Pero a la vez, el encuentro de esta noche, aún cuando superficialmente podríamos hablar de rendimientos parejos, marcó a las claras las diferencias entre un rookie que hace mejores a sus compañeros y que luce en completo control de la ofensiva, con otro que necesita forzar la marcha para conseguir sus puntos. Viendo el nivel de uno y otro... ¿se arrepentirá Minnesota de su decisión con el primer pick del Draft?
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
