A los 33 años de edad, Patty Mills está teniendo la que es sin dudas su mejor temporada NBA. El australiano está promediando 14,3 puntos, cuando nunca antes pasó de los 11,6, haciéndolo además con el mejor porcentaje triplero de su carrera (44%) y siendo clave en el mejor equipo de la Conferencia Este. Su contrato con Brooklyn por apenas 5,9 millones de dólares para la 2021-2022 luce hoy como una de las gangas más notables de la competencia.
Durante años se vio a Mills como una excelente opción para la segunda unidad, rol que cumplió con creces en los San Antonio Spurs, pero jamás como una verdadera pieza estructural de un equipo candidato. Eso parecía quedar reservado para su paso por el básquet internacional, donde nació la leyenda de FIBA Patty, no solo comandando a su seleccionado de Australia, sino también consolidándose como uno de los mejores anotadores y jugadores de competencias de enorme prestigio y exigencia como Juegos Olímpicos y Mundiales.
Sin embargo, esta Fase Regular está demostrando que si no vimos antes a esa versión dominante de Mills en la NBA, fue más por una cuestión de rol en sus diferentes equipos, que por carecer de la capacidad como para rendir a ese nivel. En unos Nets con bajas que le han abierto la puerta a más minutos y tiros a su disposición, Patty está dejando en claro que si tiene luz verde, puede ser tan determinante como lo es en el escenario FIBA.
Así lo descubrieron los Lakers en la jornada de Navidad, cuando Mills se despachó con 34 puntos y 8 triples, batiendo el récord de conversiones para esa jornada.
What a game for @Patty_Mills!
— NBA (@NBA) December 26, 2021
🔥 #NBAXmas record 8 THREES
🔥 Career-high tying 34 points
🔥 Season-high 7 assists
🔥 3-3 in the 4Q to lift @BrooklynNets pic.twitter.com/JWiuT3hnUm
Si bien ya mencionamos sus buenos números generales en la temporada, los mismos son aún mejores en los 17 partidos que ha salido como titular: 17,5 puntos con un 47% de campo y un 42% en triples. Una combinación de volumen y eficacia absolutamente de élite, al punto que ningún otro guardia de la liga llega a la misma. Los únicos que se acercan (+17 puntos, +40% en triples) son Devin Booker con sus 22,8 puntos y 41,9% de tres y Norman Powell con 18 tantos y un 41,5% de tres.
Por otro lado, en las últimas cinco campañas, el único guardia que ha tenido temporadas de al menos 17 puntos, 47% de campo y 42% en triples ha sido nada menos que Steph Curry, lográndolo en tres años distintos. Y aunque obviamente Mills no está a la altura de alguien como Curry o Booker, ver su nombre mezclado entre esas figuras marca a las claras la clase de rendimiento que está teniendo en los Nets cuando sale como inicial.
Más | Patty Mills marcó la diferencia para Brooklyn Nets ante Los Angeles Lakers en el duelo de los James
La conclusión parece ser clara: si Mills está teniendo estas producciones a los 33 años, en la que por lejos está siendo su temporada con más minutos en cancha (30,3 cuando nunca pasó de los 25,7), la sensación es que tranquilamente podríamos haber visto versiones similares (o hasta superiores) en años anteriores. Y esto no insinúa que el australiano fue mal utilizado en los Spurs, sino que simplemente cumplió con una función complementaria necesaria en aquel San Antonio, así como hoy Brooklyn lo precisa en un rol mucho más protagónico.
Aunque hablamos de jugadores diferentes, la situación no es muy diferente de lo que probablemente hubiéramos visto de alguien como Manu Ginóbili, si en sus tempranos treintas hubiera dejado San Antonio, para tener más responsabilidades anotadoras y minutos en otro tipo de equipo.
Patty Mills' CLUTCH 3-pointer gets Tim Duncan, Manu and Tony Parker on their feet pic.twitter.com/rVVNv0hUjx
— Bleacher Report (@BleacherReport) March 29, 2019
Para confirmar esa idea hay un dato que es contundente: el éxito de sus equipos cada vez que Mills está en cancha. Y es que desde su llegada a los Spurs en el 2011, el australiano acumula 11 temporadas consecutivas en las que registra un +/- positivo en cancha. Su promedio en ese tramo es de +6,7 cada 100 posesiones y si bien uno puede atribuirle parte de ese éxito al casi siempre haber estado en equipos de punta, los números muestran que esos mismos conjuntos, en ese mismo período, registran un +2,4 sin Patty. Es decir, en promedio, Mills ayudó a mejorar a sus equipos en 4,3 puntos cada 100 posesiones... un valor absolutamente espectacular, sobre todo al tener en cuenta que hablamos de más de una década de muestra.
Incluso en los últimos dos años de San Antonio, ambos con marca perdedora, esos Spurs tuvieron un balance positivo durante los ingresos de Mills: +3,9 en la 2019-2020 (contra -5,1 sin él) y +1,5 en la 2020-2021 (contra -4,8 sin él). En un partido o hasta en una temporada, el +/- puede estar bastante relacionado a la casualidad. Pero si hablamos de más de una década de evidencia, siempre apuntando para el mismo lado... digamos que los números pasan a ser muchísimo más creíbles.
La 2021-2022 está mandando un mensaje claro: FIBA Patty nunca existió. El que existe es sencillamente Patty Mills y los Nets, que esta noche vuelven a presentarse en Los Angeles, por fin le están dando el escenario perfecto para demostrarlo.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.