Todo parecía estar planificado para que Brooklyn Nets termine levantando el trofeo de Larry O'Brien en el mes de julio. Kevin Durant volvió a las canchas como si nunca se hubiese roto el tendón de aquiles, Kyrie Irving cuando estaba centrado no tenía rival y Steve Nash parecía de todo menos un técnico novato. Y, claro está, James Harden, la figura que les faltaba a los neoyorquinos para terminar de convertirse en un equipo temible, con unos recursos y un potencial ofensivo inigualable en la NBA. La llegada de La Barba al plantel fue justo lo que necesitaban, alguien capaz de generar juego de manera constante y que entendiese el sistema.
No obstante y pese a los buenos resultados (2º del Este con 48-24 de balance) los Nets tuvieron que afrontar no pocos problemas por el camino, incluyendo las bajas de larga duración de sus 3 estrellas, llegando a estar durante bastante tiempo sin dos de ellas o incluso las 3. Esta problemática acabó por extenderse a los Playoffs, donde cayeron Harden por problemas musculares en los isquios derechos e Irving con un esguince severo en el tobillo derecho. Y aún así, los de Steve Nash se quedaron a unos centímetros de entrar en las Finales de Conferencia.
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Si Kevin Durant hubiese lanzado el tiro exterior que intentó en el séptimo partido ante los Bucks un poco más hacia atrás la historia podría haber sido muy diferente. Sin embargo, nada de eso parece importar, no al menos para Harden, quien ya está ultimando su preparación para el arranque de la campaña 2021-2022 donde Brooklyn se mantiene como uno de los principales candidatos al anillo, habiendo renovado a piezas como Blake Griffin, Bruce Brown o el propio KD, así como incluir a Patty Mills. "Nos quedamos a un paso de las Finales del Este. Ahora tendremos un año entero para reagruparnos y tratar de llevar esto al lugar donde queremos", dijo el base en una entrevista a Sports Illustrated.
La temporada 2020-21 no fue una más para quien fuese MVP en 2018, teniendo muy poco tiempo de descanso tras la eliminación en los Playoffs de 2020, su posterior traspaso con el curso empezado y una serie de problemas musculares que acabaron por definir su campaña. Un año en el que por momentos Harden demostró poder estar en condiciones de pujar por el premio al Más Valioso, siendo el líder de los Nets y ejerciendo como el base y director de juego de facto. Pese al tiempo que ha pasado desde que los Bucks dejasen a Brooklyn fuera de las Finales del Este, el jugador que cumplirá 32 años en los próximos días dice estar centrado en su preparación física y recuperación de la lesión de isquiotibiales. "El acondicionamiento físico va a ser mi principal foco. Todavía estoy tratando de estar completamente sano de mi lesión, con la que llevo lidiando desde hace unos meses. Así que quiero estar seguro de que ha curado completamente y está suficientemente fuerte para que pueda salir a la cancha y ser yo mismo. Mi rehabilitación está yendo realmente bien y mi acondicionamiento tiene mucho que ver", comentó el 9 veces All-Star.
La noticia de su petición de traspaso a los Rockets fue un mazazo para el proyecto, un equipo del que había sido su cara visible desde 2012 y llevó a una época brillante donde pudo poner contra las cuerdas a Golden State Warriors en varias ocasiones. Las salidas de Daryl Morey, Mike D'Antoni y Russell Westbrook dejaron a Harden como único referente de un plantel que no estaba en disposición de luchar por los Playoffs siquiera, saliendo en enero con destino Brooklyn. "Houston tendrá siempre un lugar especial en mi corazón", aseguró La Barba. "Pasé los últimos 9 años allí. En la cancha pasó lo que pasó. Estoy decepcionado conmigo mismo por no haber podido conseguir un campeonato allí, que es la razón por la que me ponía la camiseta cada partido". Un Harden que, pese a haber salido de los Rockets, sigue involucrado con la ciudad y la comunidad de Houston, realizando acciones y eventos de diferente tipo.
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En los Nets, La Barba parece haber encontrado el ecosistema perfecto para desplegar su juego del mejor modo posible, volviendo a asumir el rol de creador y no tanto como anotador para poder elevar las opciones de Brooklyn todavía más. Había ciertas dudas con respecto a cómo podría encajar debido a la versión que se vio de él en las anteriores campañas en los Rockets, pero gracias a Steve Nash Harden ha logrado crecer desde el rol marcado. "Es el entrenador de jugadores definitivo (players' coach). Fue un genial base y eso lo puedes notar durante las situaciones de partido. Marca realmente la diferencia con él el hecho de que jugase y de que lo hiciese a un nivel de élite, por lo que él entiende cada situación del juego. En realidad, estar en momentos de alto nivel con tanta frecuencia a lo largo de los años es un gran beneficio para nosotros", declaró la estrella.
"En mi caso no hubo que hacer ningún ajuste. Juego como siempre, pero ahora no tengo que tirar tanto al aro. Este es el mejor estilo de juego para mí, siendo sincero. Kevin y Kyrie se pueden centrar en anotar conmigo como creador de juego. Pienso en cómo involucrar a los tiradores, cómo hacer que los grandes toquen la bola y crear tiros liberados. Mi principal foco es tratar de que todo el mundo esté involucrado y todos puedan impactar", agregó.
¿Y cuál es el plan para la siguiente temporada? El objetivo está claro: el anillo. Los Nets parten en este curso nuevamente como los principales favoritos, con el permiso de Milwaukee Bucks, pero para llevarlo a cabo deberán mantenerse sanos, evitar problemas físicos y así poder llegar al sprint final con opciones. "Estamos emocionados, centrados. Sabemos lo que tenemos que hacer. Para nosotros lo más importante es mantenernos sanos, que lo estaremos. Sinceramente, estamos emocionados por poder jugar la temporada juntos. Si estamos sanos nadie nos puede parar", avisó Harden. Veremos si pueden cumplir su promesa.
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