Kyrie Irving de momento no está, así que Brooklyn Nets no cuenta con un Big Three sino con dos estrellas para llevar al equipo adelante, aunque son dos estrellas de un calibre tan grande que los neoyorquinos siguen pareciendo favoritos en cada partido: Kevin Durant y James Harden son dos jugadores recientemente incluidos en la lista de los 75 mejores de la historia y que todavía están en el mejor momento de su carrera. Aunque decididamente no en la mejor semana para Harden, algo que en parte explica que los Nets solamente hayan ganado uno de los tres partidos que jugaron hasta el momento.
Mientras que Durant mantiene el espectacular nivel ofensivo que mostró en la campaña pasada (33 puntos, 10,3 rebotes y 6,3 asistencias de media con un 56,5% de acierto en tiros de campo), el resto del equipo decepciona (exceptuando a Durant los Nets tienen un pésimo 30,5% de acierto en tiros de campo tras estos tres partidos) y Harden está como representante máximo de ello. La Barba debe darle mucho más a Brooklyn, que ya sin Kyrie no puede darse el lujo de tener a una de sus estrellas con un rendimiento subpar.
Solamente en un rato de la remontada final ante Philadelphia 76ers Harden ha marcado la diferencia que puede hacer alguien con su talento. Los Nets ese día con un parcial final de 16-1 salvaron una derrota que hoy significaría estar con récord de 0-3: Milwaukee los venció por 127-104 en el debut y Charlotte Hornets los superó por 111-95 el domingo.
El segundo resultado termina sorprendiendo más, no solamente por la derrota contra un equipo como Charlotte que no aparece entre los grandes contendientes sino por ver a Brooklyn sin poder sumar más de 95 puntos, algo que en los 72 partidos de la Fase Regular pasada solamente les sucedió una vez (derrota por 118-88 ante Utah Jazz) y en un partido en el que no jugó ninguno de los All-Stars de los dirigidos por Steve Nash.
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Un partido de 15 puntos, 8 asistencias y 7 rebotes termina sonando a poco para Harden, más con 8 pérdidas, con 6-16 en tiros de campo y 2-8 en triples. La Barba acabó siendo improductivo frente a los Hornets pero fue errático durante toda la semana: promedió 18,3 puntos, 8 asistencias, 5,7 pérdidas y 7,3 rebotes con 38,8% en tiros de campo (19-49) y 39,1% en triples (9-23). Tanto en pérdidas como porcentaje de tiros de campo está marcando los peores números de su carrera.
Llama mucho la atención ese porcentaje de acierto mayor en triples que en tiros de campo en alguien que intenta tanto desde afuera como Harden pero que usualmente también se destaca al conseguir puntos cerca del aro. Está teniendo un 38,5% de acierto en tiros de dos puntos cuando desde la 2016-2017 no baja del 52%. Y en la zona restringida, donde solamente cuando fue novato encestó menos del 60%, lleva un 50%. Y James, con poco acierto, parece haberse animado menos a atacar esa zona: apenas el 12% de sus lanzamientos salen desde la zona restringida, cuando en cada campaña intentó al menos el doble.
Solamente van tres partidos de momento, nada para alarmarse y pensar que Harden ha dejado de ser uno de los 10 mejores jugadores de la liga. Pero si se explica a unos Nets que no terminan de mostrar su potencial total, con un Harden al que se lo ve muy poco agresivo en la cancha, no absorbiendo el protagonismo habitual con el que carga para anotar. Eso mismo lo reconoció él en la conferencia de prensa post derrota con Charlotte.
"Estoy empezando a recuperar mi confianza, estoy con algo de dudas, se puede ver. Haber pasado por puntos altos y bajos el año pasado y llegar a esta pretemporada sano, asegurarme de que mi condición física sea la necesaria. Ahora debo asegurarme de que mi confianza siga creciendo, eso es todo lo que importa. Mi confianza crecerá", dijo James luego del partido. "Yo personalmente marco mis pérdidas. Pienso que muchas fueron por indecisión", marcó como autocritica en un partido en el que perdió 8 de los 17 balones que entregó Brooklyn.
Steve Nash, su entrenador, piensa lo mismo: "James tuvo un parate muy largo pero se pondrá en forma y en ritmo". Con 79 partidos por delante, todavía hay tiempo de sobra para ponerse al 100%. El parate largo al que se refiere, igual, no es más que cuatro meses sin un partido oficial, menos de lo que han tenido muchos otros jugadores de la liga que no llegaron a Playoffs en la 2020-2021.
En esta semana también ha sido un tema muy relevante en la NBA el hecho del cambio de criterio para el cobro de las infracciones. De hecho apenas se están intentando 19,5 tiros libres por partido, lo que es por 2,2 lanzamientos el número más bajo de la historia de la liga (aunque el cambio no termina siendo extremadamente grande al comparar con los 21,8 tiros libres de la 2020-2021). Y un jugador como Harden, que desde la 2012-2013 hasta la 2019-2020 estuvo entre los dos jugadores con mayor promedio de tiros libres anotados por partido y en la campaña pasada fue octavo a tener que compartir más el balón con Durant e Irving a su lado, termina viéndose afectado por esto y debe adaptarse.
"Siento que él injustamente ha sido marcado como el ícono sobre esto de no cobrar esas faltas, que algunas siguen siendo faltas. Él debe seguir yendo hacia el canasto, hacer lo que él hace, porque una gran porción siguen siendo faltas y si no recibe faltas él igual puede hacer jugadas, definiendo o pasando. Debe continuar buscando su ritmo después de haber hecho poco básquetbol por casi medio año,debe seguir atacando", expresó Nash sobre el tema, luego agregando que confía en que esto es algo del momento: "pienso que ahora están siendo hipersensibles con este tema (las faltas) y usualmente se regresa a un punto medio, encontrarán un buen balance".
James, por su parte, reconoció que se siente señalado por ese tema pero prefiere no darle demasiada importancia: "no me voy a quejar sobre eso. Simplemente le pido a los árbitros que cobren lo que vean. Tengo que seguir jugando, tengo que jugar mejor obviamente, eso es todo. Soy bueno llegando al aro, ese es mi juego, definir las jugadas, crear oportunidades para mis compañeros, nada ha cambiado".
Esto parece ser un piso para el nivel de Harden: los Nets están siendo 15,5 puntos peores cada 100 posesiones cuando él está en la cancha. Una crisis llamativa aunque suena a temporal.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
