Más allá de las adquisiciones de Kevin Durant o Kyrie Irving en la agencia libre, el mayor activo que poseen los Brooklyn Nets es el ecosistema que Kenny Atkinson y Sean Marks han conseguido generar. Una cultura en la que todos y cada uno de los jugadores creen y repiten como un mantra, aquel conocido a la interna como next-man-up y que se basa en que cuando un compañero se cae de la rotación por cualquier razón, el siguiente en la lista debe dar un paso adelante como si nada sucediese. Una mentalidad que lleva poniéndose en práctica desde el mismo momento que el técnico de Long Island llegó al banquillo y empezó a forjar lo que sería un equipo basado en el compañerismo, el trabajo grupal y la idea de abandonar individualismos en favor del colectivo.
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En la actual situación que viven los neoyorkinos ahora mismo, con Irving y LeVert lesionados de manera temporal, el resto del equipo ha dado un paso adelante para remontar al fin el vuelo con la esperanza de escalar en la clasificación. De este modo, los Nets acumulan tres victorias de manera consecutiva sin dos de sus titulares, la última de ellas de mucho mérito en el Madison Square Garden ante New York Knicks por 103 a 101 gracias a 30 puntos de Spencer Dinwiddie en 7 de 17 tiros de campo con 3 de 8 en triples.
Brooklyn sacó adelante un encuentro trabado donde fueron el equipo dominador durante buena parte del mismo, pero en la recta final del choque Marcus Morris (26 puntos, 7-8 en triples) irrumpió de manera inesperada para liderar un parcial al comienzo del cuarto periodo que devolvía la emoción al duelo. Sin embargo, el peculiar "Big Three" de los Nets formado por Harris (13 puntos), Allen (18 puntos, 10 rebotes) y Dinwiddie supo jugar con maestría los dos últimos minutos, sobreviviendo al parcial adverso de 29-21 del último cuarto.
De este modo, los de Kenny Atkinson sumaron su tercera victoria seguida y confirmaron su gran momento, una mejoría que se ha producido principalmente en defensa donde los Nets han pasado de recibir 109,6 puntos por 100 posesiones en los primeros trece partidos a tan solo 97,6 en la última semana, siendo el mejor equipo de toda la NBA en ese lapso. Su protección del aro a través de una constante actividad de pies y amagues sobre el balón ha producido que permitan tan solo un 42% de acierto en tiros de campo por parte de sus rivales al mismo tiempo que reducen sus faltas personales, de modo que no han regalado canastas fáciles ni han cometido errores en la pintura.
Spencer Dinwiddie and Joe Harris execute the brilliant play to secure the win and your Heads Up Play of the Day! pic.twitter.com/ACyNrxgNh7
— NBA TV (@NBATV) November 25, 2019
Ahora mismo, los neoyokinos son la tercera mejor defensa del bloqueo directo para el jugador que continua de toda la liga, permitiendo tan solo 0,94 puntos por posesión. Un dato que se produce por el fantástico momento que vive Jarrett Allen que solo ha concedido 0,89 puntos en ese tipo de situaciones, descendiendo el acierto del interior rival a un 33%. "Cuando DeAndre Jordan y él son dominantes, siempre tenemos una oportunidad de ganar" , comentaba Dinwiddie tras la victoria ante Knicks. "Cuando juegan bien, capturan rebotes, taponan tiros, salvan nuestras posesiones. Cosas como esas hacen que el otro equipo no pase de los 100 puntos. Si el otro equipo apenas anota 100, cualquier conjunto NBA tiene la oportunidad de ganar el choque".
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Y es que, en ninguno de los tres partidos que han ganado de manera consecutiva los Nets su rival ha superado los 110 puntos, un número sencillo ahora mismo en la NBA, pues Hornets (91), Kings (97) y Knicks (103) han sido incapaces de superar la defensa de la pintura y el sistema de ayudas que los de Atkinson han planteado noche tras noche.
Crossed a river, got a W.
— Brooklyn Nets (@BrooklynNets) November 25, 2019
Roll tape 📼 pic.twitter.com/pSChrOKFr6
"El mérito es de todos los jugadores", decía el técnico de Brooklyn tras la victoria ante Knicks. "No hay un esquema o algo concreto. No extendemos nuestra defensa. Simplemente los jugadores están cumpliendo con sus cometidos, defendiendo en la posición óptima. El mérito es suyo". Además, el equipo neoyorkino ha ajustado su defensa sobre balón y ha comenzado a perseguir de forma más eficiente en los manos a manos para obligar a sus rivales a tomar peores decisiones y cometer más pérdidas de balón. De este modo, la diferencia entre los primeros 13 encuentros y los últimos 3 reside en un aumento de las pérdidas rivales, pasando de 13,1 al comienzo (tercer peor registro NBA) a 17,0 (quinto mejor en ese lapso).
Los Nets están dando pasos agigantados para recuperar sensaciones y remontar el vuelo de una temporada que está poniendo a prueba a uno de los equipos sorpresa del pasado año. Ahora encaran una serie de tres partidos nada sencillos, recibiendo primero a los Cleveland Cavaliers y jugando una "ida y vuelta" ante Boston Celtics, siendo el primero en el TD Garden y sin Irving disponible todavía.
