Con la temporada 2019-2020 suspendida de forma indefinida por la pandemia del coronavirus COVID-19, desde NBA Global miramos hacia atrás para recordar qué estábamos viendo en una campaña repleta de condimentos. Por lo tanto, realizamos una serie de artículos recordando cinco historias, momentos u observaciones de cada uno de los 30 equipos que componen la mejor liga del mundo. En esta entrega, repasamos la campaña de Brooklyn Nets
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Año de turbulenta transición
Las pomposas llegadas de Kyrie Irving, DeAndre Jordan y Kevin Durant traían como consecuencia que este último no disputaría un solo minuto en la presente temporada, un contratiempo menor para el asalto que presumiblemente se espera que realicen en la próxima temporada. Así, lo único que se esperaba de este curso era una adaptación progresiva de los dos nuevos fichajes a la cultura de los Nets, al mismo tiempo que se mantenía el ecosistema competitivo que habían evidenciado en 2019. Sin embargo, no todo fue ideal.
Un mal arranque con 4-7 de balance dejaba claro que algo no iba bien en el equipo que había sorprendido la temporada anterior. Las piezas parecían no encajar con la introducción de dos All-Stars y el juego se ralentizaba, a lo que se unía un ambiente al interno del vestuario que no ayudaba en absoluto.
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Progresivamente la situación se fue estabilizando por las evidentes diferencias con sus competidores en el Este, y el paso adelante dado por Spencer Dinwiddie hasta consagrarse en la séptima posición de la Conferencia, donde se han mantenido durante buena parte del año. Una situación de estancamiento propiciado por su contexto que confirmó el año de tránsito entre pasar de ser un equipo underdog a un verdadero candidato cuando todas las piezas estén en plena forma.
Lesiones y más lesiones
Los problemas físicos han sido una de las historias más recurrentes a la hora de hablar de Brooklyn. Tan solo cuatro jugadores (Dinwiddie, Harris, Prince y Allen) han conseguido estar en más de 60 partidos en esta temporada, un hecho que ha impedido a Kenny Atkinson contar con la mayoría de sus jugadores principales, como Kyrie Irving y Caris LeVert, y otros en menor medida como Garrett Temple o Wilson Chandler.
Irving apenas ha jugado 20 partidos este año por diferentes problemas en una rodilla y un hombro, mientras que LeVert ha disputado 39 con cierta inconsistencia. Este contexto obligó a Brooklyn a usar jugadores de menor entidad, como Timothé Luwawu-Cabarrot, Dzanan Musa o Theo Pinson, que condicionaron enormemente la regularidad del conjunto neoyorkino.
El calvario de Kyrie Irving
No se puede abordar la temporada de Brooklyn Nets sin hacer referencia al caso Kyrie Irving, que ha marcado de principio a fin el rendimiento y trayectoria del equipo neoyorkino. Los diferentes reportes publicados por la prensa neoyorkina hablando del verso libre que suponía el base al interno del vestuario, su lenta adaptación al juego de Atkinson a lo que se suma una serie de lesiones, no han ayudado a mejorar su imagen pública en la que ha sido su mejor campaña anotadora (27,4) de toda su carrera (aunque con una muestra chica de partidos).
"Siento que tenemos grandes piezas pero es bastante evidente que necesitamos un jugador más o dos que me complementen a mi, Durant, Jordan, Temple, Dinwiddie y Levert. Veremos cómo evoluciona”, comentó ante los medios el pasado 16 de enero tras una nueva derrota, en este caso frente a Philadelphia 76ers. Unas duras palabras que no cayeron en gracia dentro de la franquicia y pronto tuvo que salir a ofrecer un poco más de luz sobre sus polémicas palabras.
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A esto se suma una lesión en la rodilla derecha sufrida en febrero contra Wizards, y el recurrente problema en su hombro derecho que le obligó a perderse 25 partidos de manera consecutiva y a jugar infiltrado antes de tomar la decisión de pasar por quirófano y decir adiós a lo que restaba de temporada.
No ha sido un año fácil para Irving, que se ha tenido que adaptar a un nuevo contexto al mismo tiempo que hacía frente a su peor año en lo que a lesiones se refiere, disputando tan solo 20 encuentros, la cifra más baja en sus 9 años en la NBA.
El adiós de Kenny Atkinson
Tras cuatro temporadas remando contracorriente y tras haber rescatado una franquicia a la deriva, Brooklyn Nets y Kenny Atkinson separaban caminos de mutuo acuerdo. "Después de hablar con Kenny sobre el progreso de la temporada, acordamos mutuamente que un cambio de entrenador sería lo mejor para el equipo", dijo el GM Sean Marks en rueda de prensa.
“Esta fue una decisión extremadamente difícil, sin embargo, la organización cree que es una decisión necesaria en este momento. Kenny jugó un papel decisivo en el desarrollo de nuestros jugadores y en la construcción de la identidad y la cultura por la que nos hemos hecho conocidos en las últimas cuatro temporadas".
Un inesperado fin a uno de los técnicos más respetados en la NBA por su insistencia, camino y trabajo, cuyo desenlace tomó a todo el mundo por sorpresa, tras ganar a San Antonio Spurs el pasado 10 de marzo.
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Durante los cuatro años que estuvo al frente de los Nets, Atkinson ayudó a formar y construir una cultura y un ecosistema reconocible, dotando de estructura al equipo y con unas señas de identidad que se fundamentaban en la lectura del bloqueo directo y el desarrollo individual de sus jugadores. De ese modo se explica que bajo su mando hayan despuntado jugadores de la talla de D'Angelo Russell, Spencer Dinwiddie, Joe Harris o Caris LeVert.
Playoffs de nuevo
A pesar del decepcionante año por las expectativas marcadas en el periodo estival y tras las mencionadas adquisiciones, la franquicia neoyorkina consiguió virtualmente su clasificación para la postemporada por segundo año consecutivo.
Un hecho que no debe tomarse a la ligera, más cuando se habla de los Nets, pues la última vez que vivieron un momento así todavía estaban en el equipo jugadores como Joe Johnson o Deron Williams (2015).
Con balance de 30-34 en el momento de la suspensión indefinida de la temporada y nueve partidos de margen con el noveno clasificado, los Nets tienen más que asegurada su presencia en la primera ronda de los Playoffs a pesar de todo.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o sus organizaciones.