Si los Brooklyn Nets ya de por si iban a ser considerados como uno de los máximos favoritos para la temporada 2021-2022, su paso por el receso no ha hecho más que fortalecer esa idea. Parecen haber tenido aciertos en el Draft, como la selección de un Cam Thomas que brilló en la Summer League, casi no perdieron piezas importantes (solo Jeff Green), sumaron a veteranos útiles como Patty Mills y Paul Millsap, mientras que parecen estar cerca de concretar el retorno de LaMarcus Aldridge.
En definitiva, los Nets prometen tener una rotación absolutamente de lujo, con un quinteto infernal compuesto por Kyrie Irving, James Harden, Joe Harris, Kevin Durant y Blake Griffin, además de muy buenas opcions en la segunda unidad como Cam Thomas, Patty Mills, Bruce Brown, Nicolas Claxton, Paul Millsap, DeAndre Jordan, James Johnson, Alize Johnson y la chance concreta de LaMarcus Aldridge. Realmente no parece haber agujeros claros en el equipo de Nash.
Ahora bien, si hubiera que hilar fino y buscar la principal debilidad del plantel con su actual construcción. ¿Cuál sería?
Ofensivamente hay muy poco que se pueda marcar como un potencial defecto. O directamente nada. Los Nets vienen de tener el mejor rating ofensivo de todos los tiempos en la 2020-2021 (118,3 puntos por 100 posesiones) y tienen todo para repetir o incluso superar esa marca. Tienen tripleros, jugadores que van muy seguido a la línea de libres, buenos penetradores, excelentes pasadores, interiores con tiro externo, variantes confiables en el banco... quizá podríamos hablar de la falta de un hombre grande clásico de poste bajo, pero hoy realmente eso no puede ser visto como un defecto, en una competencia que se está alejando a pasos agigantados de ese tipo de referencias de pintura.
Queda claro que si queremos encontrar defectos, hay que mirar al otro costado de la cancha. Donde dicho sea de paso, Brooklyn ya tuvo problemas en la 2020-2021, terminando 23° en cuanto a rating.
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Pero ¿en qué sufren específicamente en defensa? Tienen varios jugadores versátiles para intercambiar marcas en el perímetro, pero resulta evidente que la defensa interior es un tema a estudiar. Sobre todo si tenemos en cuenta que este año se supone que habrá menos minutos para DeAndre Jordan y más para Griffin y Aldridge. Dos jugadores que obviamente dan mucho más que DJ en ataque, pero bastante menos del otro lado del campo.
Si tenemos que apuntar a un área aún más general, hay que hablar del rebote defensivo. Brooklyn terminó 21° en ese sentido en la 2020-2021, pero subió algunas posiciones debido a la presencia de Jordan, un rebotero dominante en el tablero propio. El ex Clippers bajó el 26% de los fallos del rival, un número muy por encima de lo que dieron quienes se proyectan para ocupar su lugar: Aldridge estuvo en un 17,8% y Griffin en un 17,5%. ¿Y qué tal Paul Millsap? 18,1%. En los tres casos, por debajo del promedio para la posición de pivote (alrededor de un 20%).
Esa falta de rebote y de presencia interior los puede complicar especialmente en la Conferencia Este, frente a equipos con monstruos de pintura como Giannis Antetokounmpo y Joel Embiid (sobre todo sin Jordan en la rotación). Ya era un problema en la 2020-2021, pero parece haberse potenciado de cara a esta próxima campaña. Más aún si tenemos en cuenta que también perdieron la versatilidad defensiva de Jeff Green, a quien podían utilizar para marcar desde aleros hasta pivotes pequeños. Y si bien James Johnson debería ser un reemplazo correcto para el ahora jugador de los Nuggets, veremos cuán bien logra encajar en el esquema del equipo.
Dentro de un equipo que brilla por sus fortalezas, la defensa interior y la falta de rebote son los pocos puntos flacos que podemos encontrar en este plantel. Claro que eso no debería impedirle a los Nets ser uno de los grandes animadores de la competencia y por qué no, conseguir su primer título NBA.
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