En el boxeo, a veces solo le basta una noche a un peleador para que pueda catapultar su carrera. Este es el caso de Héctor García.
Tras picar piedra en el anonimato en sus cinco años en el pugilismo de paga, el originario de San Juan de la Maguana, República Dominicana, dio de qué hablar en febrero.
Con solo dos semanas de anticipación, García, 30, reemplazó al campeón de peso ligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Roger Gutiérrez, para su pelea ante la emergente estrella estadounidense Chris Colbert.
Gutiérrez había contraído COVID-19 y no podía efectuar el combate.
Colbert entró como el gran favorito, pero al final fue García el que lució como figura.
El Androide le dio una cátedra a lo largo de 12 rounds al peleador de 25 años y se llevó una victoria por decisión unánime.
García recuerda esa velada con mucha emoción.
“Fue algo muy bueno para mí porque Colbert estaba como una futura estrella. Pero yo soy un boxeador de experiencia que nada me intimida, ni me hace menos”, dijo el dominicano a The Sporting News. “Lo mío es el boxeo. Me preparo física y mentalmente para subir a pelear. Yo nunca, nunca sentí presión. Nada, incluso fue lo contrario. Me motivé más porque fue la oportunidad que estaba esperando. Roger Gutiérrez salió positivo y eso me da la oportunidad a mí. Lo primero que dije fue gracias, Gutiérrez”.
Ahora el Androide va por otra gran noche. Este sábado 20 de agosto, en el Hard Rock Hotel & Casino, Hollywood, Florida, chocará con el venezolano Gutiérrez por el título de las 130 libras de la AMB en la primera contienda de campeonato mundial de su carrera.
“Gutiérrez es un boxeador que tiene talento. Yo le doy crédito… Aprovechó su oportunidad para ser campeón. Yo también la voy a aprovechar”, contó García. “No es un peleador que se pueda tomar a la ligera, porque cualquier cosa puede pasar. Yo lo describo como un boxeador que tiene talento. Y tiene deseo, al igual que yo”.
Ante el Androide, Gutiérrez estará defendiendo su corona por segumda ocasión. En 2021, destronó al nicaragüense René Alvarado. Le repitió las dosis en la revancha en el mismo año.
“Gutiérrez estaba esperando a Colbert. No conocía de mí. Yo era boxeador con una buena trayectoria amateur, pero estaba oculto, escondido”, habló García, quien representó a la República Dominicana en los Juegos Olímpicos de Río 2016. “Pero ahora él sabe que conmigo tiene serios problemas”.
Héctor no solo está consciente del reto que representa Gutiérrez, sino que también sabe lo que el triunfo y el campeonato significarían para su carrera.
“Teóricamente cambiaría todo en general, porque ganando el título ya me vienen mejores oportunidades”, dijo. “Me tendría peleando con los peleadores que ya están adelante. No es que sean mejores, sino que están adelante por las oportunidades”.
Una formación formidable
Creciendo en la República Dominicana, de primero García prefería un solo guante y un bate. Su deporte favorito era el béisbol. Lo jugaba diariamente. Pero fue la influencia de su hermano que lo llevó a pegarle al costal en vez de a la pelota.
“Siempre estaba en donde había un juego de béisbol. Lo que pasó es una larga historia. Tengo un hermano de crianza que era boxeador y él quería que yo fuera boxeador también, no pelotero”, expresó el Androide. “Pero a mí no me gustaba el boxeo. Yo peleaba en la calle, peleaba en la escuela. Entonces él quería que fuera boxeador y yo no quería. Yo iba al gimnasio y veía que había una buena escuela en ese entonces, una guerra todos los días. Yo dije, “yo no me voy a poner los guantes para eso”.
Sin embargo, uno de los principales impulsores del boxeo en Dominicana, el entrenador Marino Minaya, finalmente logró convencerlo para que se dedicara al pugilismo. Eventualmente empezó a destacar y fue seleccionado para el equipo nacional de boxeo. Terminó su trayectoria amateur en Río 2016.
García atribuye el momento que está viviendo en este momento a su experiencia como olímpico. También le dejó ver que el boxeo podría ser una opción para poder ganarse la vida.
“Eso es lo que me ha traído a este nivel que tengo. Tuve un buen recorrido en el boxeo aficionado y eso me ayudó mucho”, dijo García. “Gané experiencia, tuve altas y bajas. Me enseñó mucho. Nunca me detuve porque cuando determiné que el boxeo era mi carrera, me centré en el y dije, ‘esto es lo mío’”.