No por tardar más en llegar dolió menos. Es que Boston Celtics perdió su segundo partido de la temporada casi un mes después de ser superado con sencillez por los Philadelphia 76ers el 24 de octubre. Esta vez vino con el equipo inmerso en una gira por el Oeste y tras ganarle sufriendo a un débil Golden State Warriors, lo que anticipaba que los de Brad Stevens podrían caer días después en la capital californiana. Y así sucedió, no de manera abrupta, pero sí que la tendencia del partido incitaba a ver la segunda derrota de Boston a manos de Sacramento Kings que realizó un sólido encuentro, demostrando que incluso sin De'Aaron Fox son un equipo a tener en cuenta en ambos extremos del campo.
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El resultado de 100-99 para los Kings pudo acabar de manera radicalmente opuesta si el lanzamiento de Marcus Smart se hubiera desviado en la dirección contraria en lugar de ser expulsado por el aro. No obstante, los verdes siguen al mando del Este con balance de 10-2, pero el camino hacia los Playoffs no va a ser fácil y tendrán que construir bien los cimientos del equipo para alcanzar sus nuevos retos.
A pesar de la gran racha y de haber sorprendido a propios y extraños, las sensaciones internas del equipo de Massachusetts distaban diametralmente de lo que se pudiese intuir desde fuera. La parte mental resulta clave en un calendario tan extenso y extenuante, y en la noche del domingo a los Celtics se los intuyó agotados en ese sentido. "Tenemos que ser más sanos mentalmente", dijo Jaylen Brown tras la derrota en declaraciones recogidas en MassLive. "Sé que puede ser difícil. Lesiones y cosas así. Simplemente no podemos poner excusas, Sólo tenemos que ser más sanos mentalmente, empezando por mí. Tengo que estar más centrado y comprometido, y más preparado. Aunque físicamente no estás siempre al 100 por ciento, mentalmente tienes que estar así todas las noches, por lo que es un proceso de aprendizaje seguro. A medida que sigamos con la temporada, aprenderemos a cómo ajustarnos y estaremos bien".
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Un mantra que repitió incesantemente durante su conversación con los medios, queriendo mandar un mensaje directo al vestuario de crítica y, al mismo tiempo, de cautela, demostrando el paso adelante que ha realizado desde el año pasado y que está reflejando con su gran nivel en cancha. De hecho, en el encuentro ante los Kings, Brown acabó siendo el jugador más consistente y el máximo anotador con 18 puntos y 8 rebotes, mientras que otros compañeros como Kemba Walker o Jayson Tatum se mantuvieron gracias a rachas anotadoras.
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"En los últimos encuentros no hemos empezado muy bien", siguió Jaylen, "esa bola [el tiro de Smart] se quedó balanceándose en el aro, simplemente no nos merecíamos que entre", comentó.
En líneas generales, las comparecencias de los jugadores de los Celtics giraron en torno al cansancio y al estado general del grupo, cansados por la gira por el Oeste que les llevará ahora a Phoenix, Los Ángeles y Denver antes de volver a Boston para buscar la revancha ante los Kings en su propia cancha. "Estamos justo en ese momento todos, ¿sabes? Todo el mundo empieza a estar un poco cansado", comentó Kemba Walker. "Es obvio, estamos en el Oeste, suele suceder, las piernas van a pesar más, pero es algo normal, así es como funciona esto", aseguró la estrella verde.
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Mientras, el técnico de los Celtics se mostró motivado a pesar del resultado, criticando la forma de gestionar los tiempos de partido y las jugadas preparadas desde el banquillo por parte de sus pupilos, pero dando pie a encontrar la mejora. "Hubo ciertas variables en las que fallamos, pero al mismo tiempo realizamos tiros increíbles", decía Brad Stevens. "Creo que este partido ha sido una mezcla de ambos factores, así que vamos a trabajar y a analizar a partir de esos dos puntos para preparar mejor ese tipo de situaciones para el futuro".
Sin mucho tiempo para descansar o reponerse, los Celtics se enfrentarán esta noche en back-to-back a Phoenix Suns.
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