La temporada 2020-2021 parecía estar llamado a ser el momento de confirmación del proyecto de los Atlanta Hawks. Una intensa y agresiva off season con incorporaciones de renombre como Bogdan Bogdanovic y Danilo Gallinari que se unían a la fuerte apuesta por Clint Capela. Todo ello con un doble objetivo: llevar a Trae Young a lo más alto y, de paso, a los Playoffs. No obstante, todo esto quedó en papel mojado después de un inicio de curso turbulento, donde las lesiones se cernieron sobre la plantilla y los resultados fueron de todo menos positivos.
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Con un balance de 14-20 la gerencia de los Hawks decidió relevar de su puesto a Lloyd Pierce en favor de su asistente Nate McMillan, el cual ha conseguido hacerse con el vestuario en pocas semanas, aprovechando todo su potencial y poniéndoles en disposición de conseguir el reto marcado. Ubicados en la cuarta posición del Este, los de Georgia han firmado un registro de 13-4 desde el cambio de técnico.
Un gran momento de forma de Atlanta que podría llevarles a pescar en río revuelto dado el contexto del Este si consiguen imponerse a Memphis Grizzlies en esta jornada (19 horas de CDMX, 21 horas de Argentina, NBA League Pass). Con un partido de distancia respecto al 5º y 6º clasificado, los Hawks podrían abrir una cierta brecha de vencer a los de Taylor Jenkins.
A continuación 5 datos que explican la mejoría del equipo bajo la dirección de McMillan:
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1 - Incremento defensivo
Pese a que Lloyd Pierce tenía una reputación de experto defensivo tras su paso por Grizzlies y 76ers en sus dos temporadas y media en los Hawks no tuvo la oportunidad de llevarlo a cabo, ocupando el equipo las últimas plazas en eficiencia defensiva en todas sus temporadas. Esto alcanzó un punto crítico en este curso ya que tras 34 partidos Atlanta ocupaba el 23er puesto en rating defensivo, encajando 112,9 puntos por 100 posesiones.
En muchas ocasiones en la NBA la defensa es más una cuestión de voluntad que de capacidad y parece que desde el momento que se produjo el cambio en el banquillo la plantilla de los Hawks ha reaccionado en ese apartado. En los 17 encuentros con McMillan, Atlanta se ha convertido en la 11ª mejor defensa, permitiendo 110,1 tantos por 100 posesiones, por delante de Milwaukee Bucks sin ir más lejos.
2 - Clint Capela de vuelta
El pivote suizo llegó a Atlanta con el objetivo de aliarse con Trae Young y aprovechar su gran talento para el bloqueo directo, tanto como colocador de la pantalla como continuador. El desembarco de McMillan ha despejado la pintura a Capela que tras un gran inicio había atravesado una cierta irregularidad en su aportación ofensiva.
En los últimos 10 partidos, el pivote de los Hawks se ha colado en el podio de anotadores en la pintura, colocándose solo por detrás de Zion Williamson y Nikola Jokic en ese sentido y promediando 13,8 puntos por partido en la zona restringida.
3 - Defensa exterior
La mencionada mejoría defensiva de los Hawks ha tenido mucho que ver con el paso adelante dado por la línea exterior, la cual ha adquirido una mayor organización y estructuración de sus normas. Esto ha venido de la mano de una mejor coordinación de las ayudas (primeras y segundas), reduciendo la fluidez de sus oponentes tras división y, en consecuencia su acierto que ha bajado en este lapso ha bajado hasta el 34,2%.
En los últimos 17 partidos los rivales de Atlanta apenas han encajado 11,6 triples, décima mejor marca de la NBA en ese tiempo y permitiendo tan solo 107,3 puntos por noche, séptimo clasificado de la liga.
4 - Dos tiradores de élite
Bogdanovic y Gallinari firmaron por Atlanta con el cometido de acompañar a Trae Young como lanzadores de primer nivel, pero las lesiones, la irregularidad en ataque y los resultados no fueron el mejor contexto para los dos exteriores europeos.
Como consecuencia de ello, los promedios de ambos antes del cambio de entrenador habían dejado mucho que desear, con 39% para el serbio y 36% para el italiano en situaciones de catch & shoot. Al contrario, desde que McMillan está al cargo del equipo, Bogdanovic y Gallinari han dado un enorme paso al frente desde el triple en recepción, promediando 44,9% y 44,3% respectivamente.
5 - Mejoría en el clutch
En los momentos calientes de partido siempre es complejo encontrar regularidad, las variables que toman parte son tantas que cualquier detalle puede dar al traste con la victoria. La suerte no acompañó a los Hawks en el inicio del curso, consiguiendo un balance de 7-13 con el antiguo entrenador y un net rating sumamente negativo de -15,6.
Mientras, en las 8 ocasiones en las que se han visto desde el cambio, Atlanta parece haber encontrado el modo de certificar triunfos en el clutch sumando 5 victorias por tan solo 3 derrotas. Todo ello con un +1,9 de net rating. Una mejoría pequeña pero suficiente para un cambio de tendencia.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.
